miércoles, 14 de marzo de 2012

Viaje a TAILANDIA (Bangkok) Feb 2012

VIAJE A TAILANDIA (febrero 2012)

Este País me ha fascinado,
hemos visitado ciudades muy interesantes, fascinantes conjuntos arqueológicos -patrimonio de la humanidad-, lugares históricos, conocido algunas tribus del norte del País, y nos lo hemos pasado como críos de 8 años disfrutando la experiencia -para mí, por primera vez- de atravesar una pequeña parte de la jungla a lomos de un elefante,
un descenso suave por el río Ping en balsa de bambú, he visto un espectáculo de cobras, he podido acunar a un leopardo de 5 meses (que me ha parecido lo mas entrañable del viaje), me han dado un buen masaje Tailandés, he sentido los pequeños mordisquitos en pies y piernas de los pececitos que se comen la piel muerta,... un viaje lleno de curiosidades.

Pero de Tailandia, lo que destaco -por encima de cualquier otra cosa- es la amabilidad de la gente, son encantadores, todos, da gusto estar allí.

Día 1: VUELO
Salimos de Barajas a las 11 de la mañana, volamos con la Tai -muy buena- un vuelo perfecto aunque si soy sincera -al decirme que era una compañía estupenda- pensé que iba a ser como Air China (con quien volé hace escasos 4 meses) y no, mi madre me aconsejó llevar el reposa-cabezas que se infla y te pones en el cuello para poder dormir y le contesté que en Air China los asientos tenían sendos reposacabezas articulables a tu gusto así es que no lo necesitaba... pues aquí no, los asientos son normales y sí hubiera venido bien para poder descansar agusto. Tras 13 horas de vuelo, llega a nuestras 8 de la mañana (por el cambio horario, que son 6 horas de mas).

Día 2: BANGKOK
Nos recoge en el aeropuerto la guía (Sofía), un encantazo de mujer, simpática, amable, con sentido del humor, y muy buena profesional, a lo largo del viaje nos ha ido ilustrando acerca de todo, las costumbres, la religión, el modo de ser y de vivir de los Tailandeses... hemos tenido mucha suerte con la guía.

Y aquí estamos, en Bangkok con un millón de templos que visitar, parques para disfrutar, compras interesantes, y aunque es una ciudad con mucho tráfico, me esperaba mucho mas (del estilo a China o El Cairo), y... para nada, no es nada dificil cruzar las calles.

El hotel Narai no hace checkin hasta las 12h, pero nos ofrecen dejar las maletas y así podemos salir a explorar por nuestra cuenta, durante la charleta que nos dan de bienvenida, Rosa y yo comentamos que vamos a alquilar una barca para ir a los canales, y en ese momento ya se nos unen otras 3 mujeres para hacerlo juntas ( Elsa y las 2 Puris -madre e hija, encantadoras-)

Nos han ofrecido hacer mañana una excursión opcional al mecado flotante, pero Rosa y yo preferimos ir hoy a otro que está en los canales -porque la excursión dura casi todo el día y preferiríamos tenerlo libre en Bangkok-, lo malo es que creemos que el de los canales “Taling Chan” sólo está los fines de semana, y efectivamente así ha sido.

Bajamos toda la calle hasta el embarcadero (perdiéndonos un poco, porque es complicadillo),

y allí subimos a un ferry que remonta el río Chao-Praya. Cuando le pregunté al del receptivo -al que nos ha dado la charla esta mañana- acerca del ferry, me ha contestado que no sabe, que lleva varios años viviendo allí y no lo a cogido jamás, le digo que creo que hay varias líneas -según color de la bandera- pero insiste en que es peligroso porque puedes acabar muuuuy lejos.... ¡pues para nada, es facilísimo!,

cierto es que nos metemos en uno y tenemos que bajar en la siguiente parada porque no nos entienden y dicen que la próxima está lejos, y -como llevamos el temor de lo que nos han dicho esta mañana- no nos atrevemos a seguir en el ferry, pero cuando bajamos y podemos ver bien los carteles de las distintas líneas... es facilísimo.

En el muelle en donde hemos bajado vemos a un chico en una mesa que oferta alquiler de longtail (lanchas de popa larga), le indicamos el recorrido que queremos hacer y regateando acordamos un buen precio (no recuerdo ahora, pero entre las 5 es muy poco), y ha sido un paseo magnífico,

hemos subido el río Chao Praya hasta llegar al canal (por la orilla oeste) Khlong Bangkok Noi, y hacia el sur -pasando por la zona donde se ubicará el fin de semana el mercado flotante Taling Chan-, y regresando al Chao Praya a la altura del Wat Arum. A lo largo de los canales se ven tuberías por las que discurre el agua corriente que alimenta a las casas.

Podemos vislumbrar la vida cotidiana de la gente del canal, aunque como es por la mañana falta el colorido de los niños jugando y bañandose en el río, bueno... no se puede tener todo en un viaje tan rápido.


Al día siguiente Sofía nos instruyó de cómo es la vida allí, con una media de 3,9 hijos por familia, varias generaciones comparten una misma casa, generalmente una gran habitación que durante el día hace las veces de salón y por la noche se recoge todo y sirve de dormitorio.

Ella misma (que -como su marido- tienen un sueldo de guías turísticos razonablemente bueno) comparten casa con sus suegros y sus tíos, y en un colchón duermen el matrimonio y su hija de 16 años, es lo normal.

Nos dice que en estas casas (y en las rurales) es habitual que entren animales peligrosos, en su casa vienen entrando unas 3 o 4 cobras al año, le pregunté que qué hacía entonces y dice que las cobras huyen de los humanos, y que cuando se ven, ambas se pegan un susto y la cobra huye. De todos modos, tener cobras por los alrededores no es malo porque se comen a unos ciempies que son letales para niños y perros pequeños, algunos perros grandes se comen a los peligrosos ciempiés, ella tiene 2 perros en casa para tal fin, en Tailandia las mascotas tienen que tener una utilidad.

Vimos un pequeño cocodrilo tomando el sol, y al día siguiente Sofía nos dijo que hay varias granjas de cocodrilos por allí, y que -como tienen una valla de poca altura- en la época de lluvias cuando hay crecida del río, este supera la valla y se escapan todos, entonces los dueños ofrecen 5000 baths a quien devuelva alguno, pero quien encuentra uno prefiere llamar a “un tailandés” dijo ella, para que lo cace y se los comen, no devuelven ninguno.




La visita del Wat Arum es muy bonita, la vista se embelesa impregnada por esta colorista decoración que le proporciona los millones de fragmentos de porcelana con que está revestida y vamos subiendo aquellas empinadísimas escaleras hasta la terraza superior, es fatigos y da algo de vértigo -pero agarrándose bien se supera-, y allá arriba la panorámica del río y el Palacio Real es genial.



Aprovecharé para seguir plasmando las informaciones recibidas de Sofía, en Tailandia no hay pobres ni paro, porque se basan en economías familiares y economías sumergidas, cualquier casa se pone a cocinar y vende la comida, o compra una máquina de coser y vende prendas, cada persona tiene 2 o mas trabajos y dentro de cada familia "todo ayuda" que viene a expresar que todo es colectivo y todo vale para subsisir.



Y esta manera de pensar y sentir tiene que ver también con el tema de la prostitución, hace años se veían situaciones dificiles de digerir, pero eso ha cambiado, y lo hemos comprobado cuando hemos paseado por Patpong, son chavalas adultas vestidas con lo que parece un bikini blanco, que bailan -sin muchas ganas- dentro de los locales, nada mas, tengo que decir que en otros lugares he visto situaciones mas incómodas. Preguntamos a Sofía sobre el tema y dice que, si en una familia son muchos hermanos, y una chica es guapa tiene el beneplácito de los padres y del marido en conseguir dinero para la casa como mejor sabe cada cual, "todo ayuda", el tema está exento de moralidades occidentales.

Como casi nadie tiene contrato de trabajo, cada persona contrata su propio Seguro de Vida que incluye Sanidad, esto suponía un problema porque el precio de una operación normal en hospital ronda los 30.000 baths, pero desde hace 5 años se ha conseguido la llamada "tarjeta dorada" que funciona parecido a la Seguridad Social


Al salir vamos hacia el embarcadero donde están las lanzaderas que atraviesan el río y desembarcan el el Gran Palacio, y de camino entramos a ver lel templo cercano a Wat Arum, en las guías no figura ningún templo aquí, sin embargo corresponde exáctamente a la foto del interior de Wat Suwannaram que tengo en mi guía, así es que eso me ha despistado, pero aunque no podamos ponerle nombre con seguridad, esta es nuestra primera visita al interior de un templo y es precioso (tiene unos murales estupendos), los guardianes de la puerta, los remates de los aleros de los tejados (símbolo de la mitológica Garuda), muy bonito.


Cruzamos el Chao Praya y tomamos un taxi (previo acordar un precio razonable) que nos lleve al punto mas alejado de lo que queremos ver hoy, la idea es ir al Wat Saket (fotos aquí y abajo) y el Monte Dorado y bajar al Wat Suthat y el columpio gigante, pero nos equivocamos y le decimos al taxista que nos apeamos cuando vemos el columpio (él no entiende porqué bajamos aquí), y al bajar y caer en la cuenta de que lo que dijimos en un principio era ir hasta el Monte Dorado y que nos hemos bajado antes de tiempo ¡seguimos equivocándonos y pasamos de largo el visitar el Wat Saket que tenemos enfrente!.... ¡¡¡¡ayayayaaaaay.... que malo es el jetlag unido a que llevamos casi 30 horas sin dormir!!!!.

Y ahora una larga caminata y perdiéndonos -caminando por Bamrung Muang Road, con sus comercios religiosos llenitos de imágines en venta de Buda de todos los tamaños envueltas en celofán-, Elsa no para de protestar porque acusa el cansancio, ya empezó en Wat Arum y esta caminata se le está haciendo eterna, a todas, la verdad, aunque no lo decimos-, nos gustaría comer algo pero no vemos nada apetecible por allí, llegando a un cruce un monje se detiene a ofrecernos ayuda y nos indica el camino correcto, estamos cerca ya deWat Saket y el cercano Monte Dorado.



Enfrente del Monte Dorado descubrimos un 7-Eleven donde comprar algún bollo y mucha bebida isotónica, y una vez repuestas las fuerzas entramos al recinto del Wat Saket, es un templo precioso (como todos) y -a pesar del casancio, que nos ha obligado a sentarnos un poquito en unas sillas a la puerta del templo- hemos disfrutado mucho la visita.
Al salir nos encaminamos hacia el cercano Monte Dorado (se ve al ladito mismo), Elsa decidió minutos antes que se tolvía al hotel a descansar, y nosotras 4 subimos al Monte Dorado, en la cima hay un pequeño altar con un Buda y hay varios monjes que viven allí, del Monte lo espectacular son las vistas que descubres al llegar a la cima, fantásticas (dejo foto de una zona de casas bajas de tejados grises que me han recordado mucho a los Hutong de Beiging).

Abajo compramos una Pepsi -llevamos todo el día pasando mucho calor y bebiendo mucho- y la bebemos sentadas en una piedra a la sombra, yo llevo casi 24 horas sin poder ir al servicio pero esta Pepsi tan fría me ha revuelto, y de pronto me encuentro con un fuerte dolor intestinal y urgente, aquí no hay ningún servicio  pero los vi a mitad de la subida, así es que ante la urgencia decido volver a subir, aunque soy consciente de que hemos bajado por otro camino tenía la esperanza de encontrarme otra cafetería similar por este lado-... pues no, tras subir de nuevo a la cima, los monjes me han envíado al sitio que conozco, vale, el resultado es que cuando regreso abajo ya voy tranquila y sin dolores pero deshidratada y agotada por haber subido al Monte Dorado ¡2 veces y deprisita!, eso unido al jetlag, la falta de sueño y el cansacio de todo el día... no puedo mas.

Propongo terminar ya por hoy, y como todas estamos cansadas les parece bien, nos vamos a cenar al MBK pues sabemos que en la 5ª planta tiene zona de restaurantes, se nos ofrecen mil tuc-tucs pero ni un taxi, me niego en rotundo a montar en tuc-tuc por las calles de Bangkok, me da terror ver cómo van sorteando el tráfico a toda pastilla y mas teniendo en cuenta que son simples motos que llevan enganchado un carrito donde vamos los pasajeros, preferiría no tener que acabar mi viaje atropellada o accidentada en un tuc-tuc por muy exótico que parezca.

En el MBK sólo pido una Pepsi -durante todo el viaje ningún día he tenido ganas de cenar-, y como creemos -equivocadamente- que el Skytrain no nos lleva directamente al hotel (pensamos que debemos cambiar de línea, repito, estamos ya muy cansadas y no tenemos las neuronas al cien por cien), tomamos un taxi -con cierta dificultad por el regateo del precio- y llegamos al hotel.
Aunque reconozco que estoy cansadísima, con sueño y el tema de subir 2 veces el Monte Dorado me ha desfondado del todo, estoy absolutamente feliz, ha sido un día insuperable, mi primer contacto con los Canales de Bangkok, mi primer templo Tailandés, el contacto con esta gente encantadora que es la Tailandesa, el paseo por las calles... estoy absolutamente feliz.

Día 3: BANGKOK
Como ayer no pudimos ver el Mercado Flotante de Taling Chang, hoy haremos la excursión opcional al Mercado Flotante de Damnoen Saduak (40 €), salimos muy pronto -vamos casi todo el grupo, nuestras Puris se han ido por su cuenta a Ayuttaya-,

de camino hacemos una parada técnica y visitamos una casa de las construidas en teca, pero esta -a diferencia de otras- es una casa rica, tiene una balconada que da a un riachuelo, un bonito jardín y las estancias son muy ámplias.


 
Desde el autocar vemos piscifactorías, salinas, etc, también vemos obreros desmontando casas de teka, esto es porque la teka es cara y mucha gente prefiere venderla y rehacer su casa de ladrillos.



Y seguimos al mercado flotante, para llegar tomamos por segunda vez para nosotras una barca longtail, similar a la de ayer, que nos va adentrando por nuevos canales (fotos anteriores), parecidos a los de ayer aunque algo mas anchos-, y finalmente llega a la zona del mercado propiamente dicho.


Ha sido una visita muy interesante a pesar de que está muy enfocado al turista, las mujeres visten la típica camisa azul y sombreros de paja cónicos, hay muchos productos y es muy colorista y entretenido de ver, bulle de actividad entre las barcas y también hay Tailandeses comiendo los platos que les van preparando desde las barcas.

Me ha gustado muchísimo la visita al Mercado Flotante. Compro un imán de 2 figuras bailando la danza tailandesa, el motivo me gusta pero está un poco mal rematado, así es que espero encontrar algún otro de recuerdo.




Después nos llevan a la conocer el Phra Pathom Chedi (situado en Nakhom Pathom), este monumento aloja una figura de Buda en posición vertical de proporciones enormes (se ve dentro del chedi, en la foto izq, el de la dcha es otro tumbado que hay en otra sala) y es uno de los lugares de peregrinación mas importantes de Tailandia, tiene forma de estupa y mide 120 metros, además se puede pasaer por sus jardines y otras interesantes dependencias.


En este templo es donde vemos por vez vemos a un monje bendiciendo a la gente, algunos se colocan para ser bendecidos. También es la primera vez que vemos a una monja,- a diferencia con los monjes- su túnica es blanca, pero no terminan ahí las diferencias, nos dice Sofía que así como los monjes son muy respetados (casi reverenciados) y eso lo apreciamos en muchos detalles, cuando alguien ve un monje inmediatamente le hace el wai (el saludo tailandés) y ellos no responden (salvo a los turistas que sí que nos devuelven el saludo),

pues por las monjas casi se siente compasión y se piensa ¿qué le habrá podido ocurrir a esta mujer para haberse hecho monja?, cosa insólita si tenemos en cuenta que tanto ser monje como monja es una elección personal y absolutamente reversible en cualquier momento, pero los tailandeses lo sienten así


De regreso a Bangkok, algunos pedimos al conductor que nos deje en la Plaza Hua Lamphong, para visitar el Wat Traimit.
Este templo es conocido por albergar el Buda de oro mas grande del mundo -mide 4 metros de altura, pesa 5,5 toneladas y está hecha de oro de 18 kilates. Además la estructura del propio templo me gusta mucho y las vistas desde la terraza del 2º piso son muy buenas.



Como está pegado al Barrio Chino, echamos una ojeada, pero estamos muy cansados para pasear todo el barrio, tomamos unas Pepsis sentados en un banco en plena calle, algunos compran el famoso “bálsamo de tigre”, y dando por concluido el paseo, salvo una pareja que se queda los demás tomamos un taxi que nos devuelve al hotel.


Una vez en la puerta del hotel, Rosa y yo retrocedemos unos pasos porque ayer no pudimos visitar el templo hindú que hay casi enfrente, y hoy entramos. Es muy colorista y muy vistoso, en el interior no permiten hacer fotos, así es que sólo tengo del exterior





y de los puestos callejeros instalados en la calle con gente haciendo guirnaldas de flores para ofrendas.

Rosa se va enfrente a darse un masaje de pies, pero yo me quedo durmiendo -que lo necesito-, cuando vuelve me deja dormir un poquito mas y después nos vamos al Sirocco.



El Sirocco está ubicado en la terraza del piso 63 del hotel Lebua, es el restaurante al aire libre mas alto del mundo, y tiene unas vistas estupendas. Fuimos hacia la zona de copas -una barra circular que se ilumina cambiando de color, alrededor de la cual hay un estrecho pasillo donde estamos todos y protegidos del vacío por una barandilla de cristal-,



que a mi que tengo mucho vértigo no me ha dado nada de impresión, la única sensación que he experimentado allí es la de maravillarme con las vistas, relajarme con el ambiente y disfrutar del momento. Si vuelvo a Bangkok, subiré de nuevo durante el día para poder apreciar vistas diurnas y el ambiente del aperitivo, en esta ocasión ya no ha dado tiempo a mas.

Una chica Tailandesa se ha acercado a charlar con nosotras, ella está acompañada pero quiere saber qué oportunidades de negocio hay en España, nos hemos dado emails para mantener contacto.

Termina el día de hoy con la misma felicidad con que terminó el de ayer, la visita al mercado flotante me ha sorprendido favorablemente -muy turística pero muy interesante y colorista-, los templos han sido interesantes, y la noche del Sirocco será inolvidable.

Día 4: BANGKOK

Hoy tenemos visita programada, primero atravesamos con el autobús la zona de Chinatown -es muy bulliciosa, me hubiera gustado haberla paseado ayer pero ya era demasiado, en otro viaje será-, saco varias fotos del lío de cables eléctricos en las calles y compadezco al pobre encargado del mantenimiento porque es un auténtico caos (no sólo de Chinatown, sino de la mayoría de las calles), pasamos el mercado de las flores -desde el autocar casi no se distingue la mercancía de los puestos que están cubiertos con lonas-,

y llegamos a uno de los platos fuertes de Bangkok: el Wat Pho (el Templo del Buda Reclinado), un maravilloso conjunto de arquitectura budista -chedis, wihan, bot... jardines...- por los que perderse, hacer un millón de fotografías y disfrutar durante una hora larga que es lo que nos ha llevado la visita, nos ha encantado, es una preciosidad.

Ocupando casi la totalidad del espacio del wihan , está la imagen del Buda reclinado es de yeso recubierto de pan de oro, mide 46 metros de largo y 15 de alto y los dibujos de nácar de la planta de los pies repesentan los 108 lakshanas de Buda.

El Bot principal guarda una imagen de Buda salvada de Ayuthaya. El complejo alberga la escuela de masaje tradicioal tailandés (si vuelvo por aquí me daré un masaje en esta escuela).






circulamos por arterias principales atravesadas por adornos que  contienen una foto del rey y a veces de la reina. El Rey es muy venerado y está prohibido hacer bromas sobre él, tiene 84 años, 50 esposas (la mas amada es quien aparece siempre en las fotos) y 150 hijos, le tienen por un buen padre y esposo, nació un lunes y al lunes corresponde el color amarillo, por eso todos los adornos son amarillos. Pasamos también por el Monumento a la Democracia.


Y llegamos al precioso Wat Benchamabophit (el Templo de Marmol) por el marmol de Carrara con que se revistieron las paredes. Se aprecia la influencia Europea en las estructuras, en las vidrieras,etc.
Suelos de mármol, puertas con incrustaciones de nácar,y  un trono de Rama V.
En la habitación donde se encuentran las cenizas de Rama V está el Buda “Phra Phuttha Chinarat” - la 2ª imagen mas venerada de Buda, después del Buda Esmeralda-, proviene de Phitsanulok, fundida en bronce y recubierta de una capa de oro, es un ejemplo supremo del arte de finales del periodo Sukhotai. Se caracteriza por una aureola ojival en forma de llama que terminan en cabezas de naga.
En el clautro del Bot se exhiben 53 imágenes de Buda, destaca la de un hombre famélico que representa cuando El Iluminado creía -erróneamente- que para alcanzar el Nirvana era preciso separarse tanto del mundo terrenal que no era necesario ni comer, el del Buda caminando, y una imagen con rasgos mas femeninos de Buda.
El complejo cuenta con un pequeño canal artificial muy cuidado, atravesado por puentes de forja en color rosa. Ha sido una visita estupenda que nos ha gustado a todos.

Desde aquí visitamos una fábrica de piedras preciosas, he visto cosas interesantes (además de lo obvio, el pulido de las piedras...etc) hay expuestos collares fabulosos, y ¡un acuario central con tiburones pequeños, que me ha flipado, yo en vez de mirar las joyas miraba los tiburones!

Desde aquí nosotras 4 nos hemos ido a visitar el Palacio Real por nuestra cuenta, Sofía nos ha metido en un minibús muy confortable que actúa de taxi y lo ofrece gratuito -no sé si la casa de gemas o nuestro touroperador- pero hemos ido muy cómodas hasta el Palacio Real.



Del Palacio Real y el Wat Phra Kaeo (que alberga el Buda Esmeralda) , hay tanto que decir que no sé ni por donde empezar, Wat Phra Kaeo es un complejo tan grande y maravilloso que podrías pasar toda la mañana allí (nosotras estuvimos hora y media paseando el complejo -ningún edificio tiene visita interior salvo el Wat Phra Kaeo que alberga la figura de Buda mas venerada de todo Tailandia -a la que está prohibido fotografiar-, y la disfrutamos muchísimo).

Los 3 edificios que -por su altura- se distinguen desde la cercana Plaza de Sanam Luang son: El Phra Si Rattana Chedi (como su propio nombre indica, es un chedi, la estrctura dorada con forma de campana), a su lado el Phra Mondop es el trabajadísimo y espectacular edificio de columnas que componen una estructura cuadrada cubierta por un tejado en varios niveles terminado en una aguja y alberga la biblioteca, el edificio rematado a modo de estructura jemer es el Panteón Real,

Al norte del Mondop hay una maqueta de Angkor Wat con la que Rama IV quería mostrar al pueblo el esplendor de la arquitectura jemer del S.XII cuando Camboya estaba bajo dominio Tailandés.



Vemos figuras de Guardianes, figuras mitológicas como las Garudas (mitad mujer y mitad ave) adosadas a las paredes del Bot o los Apsonsi (mitad mujer y mitad león) situados en la terraza superior.

El conjunto de templos está rodeado por un claustro que es la galería Ramakien, cuyos muros detallan -a lo largo de178 paneles pintados- la antigua leyenda Ramakien.

Saliendo de Wat Phra Kaeo encontramos los Jardines Siwalai y la bonita fachada blanca rematada por 3 agujas del Salón del Trono Chakri, detrás los edificios Phra Maha Monthien que es la gran residencia del complejo palaciego, el edificio siguiente que tiene forma de cruz y termina en una sutuosa aguja es el Salón del Trono Dusit y reproduce uno de los mayores edificios de Ayuthaya pero a menor escala, etc.

Salimos con prisa porque queremos visitar la mansión Vimanmek y está lejos de aquí, el ticket del Palacio Real la incluye y aunque no tenemos muy claro si merecerá la pena porque es visita guiada, rápida, y no permiten fotos (justo todo lo que detesto de las visitas), lo vamos a intentar.
Es el edificio de teca dorada mas grande del mundo y está construida sin clavos, de estilo totalmente Victoriano, fué el lugar de retiro favorito del rey Rama V, y -a excepción del propio Rama V- estaba destinada sólo a mujeres. Durante la visita vemos muebles, porcelanas... todo del gusto Victoriano. Nosotras hemos hecho la visita por nuestra cuenta pero después nos hemos dado cuenta de que quizás es que nos hemos colado (sin ser esa la intención) porque en las escaleras del piso superior oimos a bastante gente -que quizás están esperando la visita guiada-.
Nos hemos paseado por los jardines -está claro que tienen personal encargado a su mantenimiento- y hemos visto varios pabellones dedicados a Museo de los Carruajes Reales, Museo de la Fotografía del Rey Bhumibol (el rey actual, que es muy aficionado), Museo de los Relojes Antiguos... pero en ninguno hemos entrado a ver las piezas porque llevamos ya prisa, es tarde y tampoco es que nos interesen mucho los contenidos, si bien algunas fachadas son espectaculares -como la de la Sala del trono de Abhisek Dusit, que es una preciosa estructura porticada de color blanco, que me recuerda mucho la galería blanca "Cololnnade" de KarloVivary en Praga-.

Y cuando ya estamos saliendo del parque encontramos un edificio de estilo Versallesco recubierto de mármol de Carrara, y nos vamos flechadas a ver qué vemos... pues vemos lo que mas nos ha gustado de todo Dusit -junto con la Mansión que tiene su encanto- es la Sala del Trono Ananta Samakhom (en mi guía decía que sólo abre al público el 2º sábado de enero, por eso no la llevaba incluída en la visita, pero ha habido suerte), se trata de una maravillosa exibición de grandes piezas de oro trabajado en filigrana con incrustaciones de piedras preciosas (la mayoría de las cuales han sido regaladas al rey en sus cumpleaños o grandes eventos).



A pesar de que en taquilla no nos gustaron todas las absurdas normas (quienes llevábamos pantalón nos vimos obligadas a ponernos un pareo encima a modo de falda... ¡ya ves tú!), y bolsos, bultos y cámaras deben depositarse en las taquillas, como ocurrió en Vimanmek pero eso sí es normal, ahora que... lo de la faldita...., pero después de esta pequeña incomodidad, nos dan audioguías en Español y pasamos bastante tiempo allí, cada pieza es una obra de arte y diseño además de un gran tesoro, las 4 estamos de acuerdo en que esto último ha sido una visita maravillosa, nos ha encantado.

Un taxi que nos deja en la última visita que tenemos prevista hoy, la Plaza Sanam Luang, queremos echar un vistazo rápido a los edifios de alrededor: la Universidad Thammsat, el Museo Nacional , y la Universidad Silpakorn de Bellas Artes (fotos aquí y en el párrafo anterior), en uno de ellos están ensayando un grupo de jóvenes bailarines y nos quedamos un ratito viéndolos.


Cruzamos a la Plaza Sanam Luang, un enorme espacio de cesped donde tienen lugar las cremaciones reales, el festival anual de cometas y la ceremonia real de arada que marca el comienzo oficial de la temporada anual de arroz, pero que en un día normal es utilizado simplemente para relajarse, jugar, volar cometas... todo esto con el telón de fondo del Palacio Real.


Nos dirigimos a la cercana Khao San (la famosa calle de los mochileros), llena de ambiente, comercio callejero, carritos donde están constantemente preparando platos de comida, masajes tailandeses en la misma calle, y curiosidades como la de poderte hacer por muy poco dinero un carnet falso de casi lo que quieras -de identidad, de conducir, de periodista... de lo que quieras-.


Hemos cenado las 4 en un restaurante en la calle paralela a Khao San, disfrutando de nuestra mutua compañía y del ambiente bullicioso y divertido que se respira, me encanta.



Y vuelto a Khao San para darnos un fish spa (nosotras 3, Rosa no ha querido) 150 baths los 15 minutos, se trata de una técnica de exfoliación de pies y piernas, que llevan a cabo unos pececillos “Garra rufa”, (yo iba algo reticente pero me tranquilicé al comprobar que estaban absolutamente límpias y con renovación de agua constante), metes las piernas y ellos vienen a comerse tu piel muerta y tú sólo tienes que aguantar las cosquillas, es una sensación extraña que me ha obligado a sacar las piernas 2 veces hasta que me he mentalizado y lo he disfrutado, al terminar tu piel es como la de un bebé, yo me cuido mucho y no tengo ni una pequeña dureza en los pies por tanto pensé que los peces no iban a encontrar nada que comer, pero sí, aunque en los pies no ¡gracias a Dios, que no sé si hubiera podido resistir las cosquillas! Pero sí en las piernas y la mayoría se concentraban en la zona justo con la superficie del agua -sacando a menudo la boca al aire que parece que quieren salir del agua todos, curioso-, y al terminar caminamos mas fresquitas como si termináramos de salir de un masaje.

De vuelta al hotel, las Puris irán esta noche al Sirocco, y yo por fin me he atravido a darme ese masaje tailandés de cuerpo entero que ofrecen justo enfrente del hotel -donde ayer se dió Rosa el de pies- y me acompaña para ver si me pueden coger o no hay hueco, sí, estoy de suerte. Ha sido una gozada de masaje, una experiencia estupenda la de darte un masaje Tailandés en Tailandia.

Tercer y último día en Bangkok y estoy tan feliz como los otros 2, quizás un poquito mas porque hoy he tenido experiencias que dificilmente podré volver a tener -el fish spa ha sido memorable, y el masaje Tai una gozada-, y las visitas que hemos hecho hoy - Templo de Marmol, Palacio Real y Wat Phra Kaeo- son las imprescindibles de Bangkok y son una maravilla. A partir de mañana comienza un circuito muy interesante.

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