VIAJE A RUSIA (San Petesburgo y Moscú), Junio de 2012
Acabo de volver de este viaje totalmente diferente a otros sitios de Europa que he visitado -lo que
de por sí ya tiene su gracia-, además nos hemos encontrado con la
grata sorpresa de que la gente es muy amable -la información que
llevábamos era otra- y en cuanto te ven con un mapa viene alguien a
preguntarte si puede ayudar, hemos encontrado gente risueña, nos han
acompañado para facilitarnos el encontrar un sitio,... en fin, ha
sido un viaje agradable, y la dificultad que supone el alfabeto
cirílico -y que en Moscú no lo traducen, ni siquiera en el metro-
se ha mitigado gracias a la gente de allí que han sido encantadores.
Los prolegómenos de este viaje me han
sido algo complicados, no los preparativos de las visitas en sí -que
a eso estoy mas que habituada y no me dan mayor problema que el
tiempo que necesito para elaborarlas, nada mas- lo árduo ha sido
todo lo referente a la contratación y tramitación con la agencia,
porque han surgido pequeños inconvenientes con datos que faltaban
tras mandar los pasaportes -yo sabía los míos pero ignoraba los de
Menchu y ella ella estaba pasando el finde fuera-, y pequeñas
cosillas -cambios de vuelos a última hora, etc- que me han tenido al teléfono y al
email durante varios días, además la entrega y recogida de
pasaportes para la tramitación del visado me ha sido muy fastidiosa
porque -al ir tan justos de tiempo- no había seguridad de recibir
los visados en casa, y he tenido que ir a recogerlos yo misma a las
oficinas (atravesando Madrid y enlazando allí con un autobús porque
están en la carretera nacional de Burgos...) eso en unos días en
que yo estoy muy atareada con asuntos importantes que debo resolver
en Madrid, me ha trastornado pero lo he conseguido.
A las 6 de la tarde voy a recoger a
Menchu a la parada del autobús, dejará la maleta en casa de mi
madre y al regreso del viaje se quedará a dormir esa noche allí, mi
madre ahora nos prepara una cenita rica a ambas y salimos al
aeropuerto. Volamos con Iberia, salimos a las 23 horas de la T4 y
-tras un buen vuelo- llegamos a San Petesburgo a las 5,30h hora local
(que corresponden con las 3,30h de Madrid).
Domingo, 3 de Junio: SAN
PETESBURGO
Nos recoge la guía y nos lleva al
hotel, dejamos las maletas en consigna y empezamos nuestra primera
visita que nos llevará al Maleón del
Palacio.
En el metro coincidimos con una pareja
que -como nosotras- visitan por su cuenta, no con la agencia. Salimos
en Nevsky Prospect y nos dirigimos a lo largo de esa gran avenida en
dirección al Hermitage,
la primera sorpresa nos espera a nuestra derecha cuando aparece a lo lejos y al final del canal la maravillosa Iglesia de la Sangre Derramada, seguimos por la avenida buscando una cafetería -aún no hemos desayunado- y viendo la cantidad de preciosos palacetes que se ubican allí, de hecho le digo a Menchu que me recuerda mucho a Budapest con sus estupendos Palota (documentado en el viaje de Budapest), a la izquierda vemos la colosal columnata redonda que recuerda a la de San Pedro del Vaticano -en que se inspiró e intenta imitar- que en este momento no sabemos que és y después descubriremos -gracias a la guía que llevo- que se trata de la Iglesia de Ntra Sra de Kazán.
la primera sorpresa nos espera a nuestra derecha cuando aparece a lo lejos y al final del canal la maravillosa Iglesia de la Sangre Derramada, seguimos por la avenida buscando una cafetería -aún no hemos desayunado- y viendo la cantidad de preciosos palacetes que se ubican allí, de hecho le digo a Menchu que me recuerda mucho a Budapest con sus estupendos Palota (documentado en el viaje de Budapest), a la izquierda vemos la colosal columnata redonda que recuerda a la de San Pedro del Vaticano -en que se inspiró e intenta imitar- que en este momento no sabemos que és y después descubriremos -gracias a la guía que llevo- que se trata de la Iglesia de Ntra Sra de Kazán.
Encontramos algo parecido a un Starbuks
y desayunamos los 4 juntos, ellos se quedan allí y nosotras
seguimos.
Tras cruzar el Canal Griboedova y después el Moika llegamos a la explanada del Hermitage, y a pesar de que volveremos después no podemos resistirnos a echar unas cuantas fotos a este primoroso edificio.
Giramos a nuestra izquierda para ver los alrededores del Almirantazgo, echar una pausada ojeada al río Neva desde el muelle, pasear después por el interior de los jardines que lo circundan donde se encuentra la estatua del jinete y la plaza de Decembristas,
para llegar a otra joya indiscutible: la Catedral de San Isaac -hoy museo- que no abre hasta las 10h, bordeamos sus 4 lados para admirar las 4 impresionantes fachadas con sus columnatas y frontones,
Llegamos a
Ulitsa Malaya Morskaya con interesantes edificios en ambas
aceras. Al volver a la Catedral de San Isaac ya hay mucha gente
esperando, pero son grupos y los
visitantes individuales tenemos taquilla aparte, por lo
que en muy poco tiempo entramos,
la Catedral de San Isaac, si el exterior es imponente, el interior es fabuloso, es una de las mas grandes del mundo, marmol de 14 colores en sus muros, columnas de malaquita y lapislázuli enmarcan el iconostasio, puertas de roble y bronce con relieves -que me recordaron a las del Baptisterio de Florencia o las de Los Mártires de Roma,... una visita preciosa.
Sobre el Hermitage no voy a extenderme porque es fácil obtener información por internet, baste decir que han sido mas de 3 horas deliciosa pero agotadoras, incluso hemos tomado algo en la cafetería para tomarnos un respiro y continuar, hemos recorrido los salones del Palacio de Invierno (que es lo que mas nos ha gustado) y la extensa colección de obras de arte que engloban todas las épocas y culturas. Es un museo espectacular.
El anchísimo río Neva atrae nuestras miradas y conduce nuestros pasos hacia él y mas allá -en la otra orilla- a la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, así es que atravesamos el Puente Dvortsovyy
y llegamos a la isla Vasilevskiy donde nos topamos con varias bodas en sesión de fotos -una imagen típica de San Petesburgo y no muy común en ningún otro sitio- los novios bailan para que les saquen así las fotos en distintos monumentos de su ciudad, y la comitiva asiste sin entrar en ninguna foto mientras beben champan en sus copas y algunos llevan botellas para seguir reponiendo, cerca está siempre la limusina blanca, rosa o negra adornada con 2 enormes anillos entrelazados situados encima del capó y multitud de flores en puertas, capó y techo. Algo típico.
Atravesando ahora el Puente Birzhevoy
nos acercamos a la Fortaleza, en la explanada que la antecede hay una
fiesta muy concurrida, con payasos, globos, una cantante anima con su
música desde el escenario... muy colorista.
En la playa que rodea el Bastión por
la orilla del Neva, nos sentamos en un inmenso tronco puesto allí
para tal fin, nos hacemos alguna foto en la arena, descansamos y
seguimos rodeando las murallas hasta la entrada.
La fortaleza no es grande y además lo único que visitamos es la Catedral de San Pedro y San Pablo, preciosa como todas,
con columnas de marmol, arañas de cristal, un iconostasio tallado y muchos espacios pintados al fresco, muy colorista y muy ornamentada (como han sido casi todas las iglesias que hemos visitado en este viaje).
Salimos de la fortaleza a través de la
Puerta de San Pedro (y su águila bicéfala) y cruzamos hacia la
Plaza de la Trinidad, y desde allí nos dirigimos al metro (estación
Gorkovskaya) para encontrarnos -de camino- con otra sorpresa, la
única mezquita de la ciudad, muy grande y externamente decorada con
azulejos azules piezas de mayólica.
Estamos cansadas, no sólo por las
visitas de hoy, sino porque -y eso es lo que mas pesa- esta noche no
hemos dormido bien (dormir en pleno vuelo y en clase turista no lo
consigue casi nadie) si a eso le unimos que empezamos las visitas muy
temprano, pues eso, que -a pesar de que es pronto- preferimos ir al
hotel y descansar, y prepararnos para mañana que tendremos otro día
intenso. Pero previamente pasamos por el super que hay cerca del
hotel y compramos algo para cenar en la habitación.
Lunes 4 de Junio: SAN
PETESBURGO
Hoy es un día raro porque -para
empezar, nos levantamos tarde y durante el desayuno nos enteramos de
que la guía ha ofertado para esta tarde ir al ballet del “Lago de
los Cisnes” cuesta 90 € y la pareja de la que hablé ayer se
han apuntado, Menchu está muy interesada por lo que esperamos a que
llegue la guía para que contrate con ella ir al espectáculo, así
es que hoy la ruta la empezaremos a eso de las 10,30h de la mañana,
y como el ballet empezará a las 8 de la tarde quedan a las 7 de la
tarde en el lobby del hotel, y a lo largo del día Menchu me dice que
quiere llegar antes al hotel para ducharse y arreglarse un poco, que
sería conveniente acabar de ver lo que sea alrededor de la 5 de la
tarde para dar lugar a volver al hotel y todo lo demás, así es que
las visitas previstas para hoy han de hacerse entre las 10,30h y las
17h, habrá que aligerar.
Tomamos el metro hasta Nevsky Prospekt para hacer la ruta de Gostiny Dvor, hoy visitamos la preciosa iglesia de la Sangre Derramada -una joya indiscutible de San Petesburgo- con sus 5 cúpulas bulbosas que pudimos ver ayer en la distancia,
y todo el colorista ornamento exterior, filigranas, azulejos, el mosaico del tímpano exterior, brillantes azulejos en toda su fachada... es una maravilla que debe ser contemplada con atención, el interior está totalmente pintado con imágenes del Antiguo Testamento, y se usaron mas de 20 minerales distintos para el iconostasio, hornacinas, baldaquino y suelo.
Bordeamos el jardín Mijailovski -cuya puerta justo frente a la Iglesia, tiene un enrejado muy bonito, lo que permite una interesante foto con la iglesia como fondo-, a ratos bordeando y a ratos por el interior del jardin llegamos a la otra orilla del Canal Fontanka, donde está el Castillo Mijailovski, paseando por el interior del jardin llegamos a la Plaza de las Artes -antesala del Museo Ruso-,
en la adyacente Prospect Nevski y en la
misma esquina con la plaza de las Artes aparece la espectacular
fachada del Gran Hotel Europa y sus enormes atlantes.
Pasear Prospect
Nevski -la calle mas famosa de Rusia y la arteria mas
importante de S. Petesburgo- supone pasar un rato ameno contemplando
preciosas fachadas, monumentos importantes
como la Iglesia de Ntra. Sra de Kazán, de cuyo exterior ya hemos hablado, es una de las mas majestuosas, columnas de granito rosa emergen de bases y terminan en capiteles ambos de bronce, la cúpula tiene 80 m de altura, y el suelo es de mosaico, es muy bonita.
centros emblemáticos -como la Galería Yeliseev, instalada en el edificio modernista mas notable de la ciudad, con vidrieras coloristas, esculturas, grandes lámparas de araña, bronce, mostradores de marmol, y una clientela tranquila sentada en las escasas mesas degustando chocolate o pasteles-
Frente a la galería abre un pequeño jardín que da acceso a la Plaza Ostrovski que a su vez sirve de antesala al Teatro Alexandriinski -con andamiaje en su fachada principal-, y nos adentramos un poquito para ver y fotografiar otros preciosos edificios que estamos viendo detrás lo que nos permite contemplar la fachada trasera del Teatro -muy bonita también-,
terminamos echando un vistazo a Ulitsa
Zodchevo Rossi -calle formada por un conjunto de arquerías y
columnas, que está reseñada en mi guía pero, con franqueza, no nos
ha resultado interesante-.
Ahora nos dirijimos al Mercado
Apraksin, es una zona nada turística, con un empedrado bastante
peor y charcos resultado de la suave lluvia con la que casi siempre
nos despertamos, allí vemos un bar que parece límpio y que después
comprobamos que es bastante concurrido por oriundos, y entramos a
tomar unas cervezas y descansar un ratito. Después dimos una vuelta
por el mercado, del que sólo se pueden ver los puestos ubicados en
la arquería que rodea al patio central inaccesible. Y salimos
preguntando por la dirección que debemos tomar para llegar al
Palacio Vorontsov, bien indicadas llegamos a la verja -está
cerrado al público- y como ya viene siendo costumbre externamente es
un edificio precioso, supongo que el interior debe ser igual.
Continuamos recorriendo Sadovaya Ulitsa
hasta llegar a la plaza Sennaya Ploshchad, para enlazar con la
ruta del mismo nombre, y seguir encaminando nuestros pasos por la
calle Sennaya Ulitsa (que es la continuación de la primera), hasta
dar con la Catedral de San Nicolás, aunque un error nos hace
desviarnos un poco, pero una amable señora -que sólo habla ruso,
como la mayoría de las personas a las que preguntamos todos los
días- viendo que no nos entendemos nos acompaña hasta la esquina
con el canal que debemos seguir.
La Catedral de
San Nicolás es un bello ejemplo del barroco ruso, de
color azul celeste y blanco -como otros muchos edificios importantes
de San Petesburgo- y con campanario exento, tuvimos que rodearla
entera hasta encontrar la puerta de entrada en la reja que la
circunvala, y entramos pero como no han permitido hacer fotos y hemos
visto tantas, lo cierto es que no recuerdo como es por dentro, mi
guía pone que son 2 iglesias -inferior y superior- pero tendré que
buscar fotos en internet para recordarla.
Desde allí -y siguiendo la orilla de un canal trasversal- llegamos al Teatro Mariinski, pasando antes por la colosal fachada de la Casa Benois.
Esta ruta está casi acabada (sólo
queda pendiente la entrada al Palacio Yusupov, que ya es imposible),
Menchu compró unas postales en la Iglesia de la Sangre Derramada que quiere enviar a casa y no encuentra buzón, por lo que decidimos pasear a lo largo del Canal Moyka -con la estupenda visión de la gran cúpula de la Catedral de San Isaac al otro lado del canal- hasta llegar al edificio de Correos -que Menchu intuye que estará en un imponente edificio, pero no es así-, compra el sello, y desde allí preguntando llegamos al metro (mi guía está desactualizada -a pesar de que es la última edición-, pero por el plano que nos dieron en el hotel sabemos que hay una estación cercana), y llegamos al hotel, Menchu se va directa y yo me quedo comprando unas cervezas y algo para picar que tomaremos en la habitación.
Menchu compró unas postales en la Iglesia de la Sangre Derramada que quiere enviar a casa y no encuentra buzón, por lo que decidimos pasear a lo largo del Canal Moyka -con la estupenda visión de la gran cúpula de la Catedral de San Isaac al otro lado del canal- hasta llegar al edificio de Correos -que Menchu intuye que estará en un imponente edificio, pero no es así-, compra el sello, y desde allí preguntando llegamos al metro (mi guía está desactualizada -a pesar de que es la última edición-, pero por el plano que nos dieron en el hotel sabemos que hay una estación cercana), y llegamos al hotel, Menchu se va directa y yo me quedo comprando unas cervezas y algo para picar que tomaremos en la habitación.
Tras cenar, Menchu se va y yo me
acuesto porque estoy rendida, a la media hora vuelve muy disgustada
porque en el lobby no está ni la guía ni la pareja con quienes iba
a ir al ballet, ha estado llamando a la agencia y le dicen que se ha
anulado, pero la guía no da señales de vida. A dormir, que ha sido
un día intenso.
Martes 5 de Junio: SAN
PETESBURGO
La ruta prevista para hoy engloba un
paseo corto por Vasilevski, realizar un Crucero por los Canales, ver
las estaciones de metro más interesantes, y -si da tiempo- llegar al
Monasterio Smolny. Y eso hemos hecho.
Comenzamos con un brevísimo paseo por la Isla de Vasilievski, bajamos en la estación de metro Vasileotrovskaya y preguntamos la dirección para ir a la Catedral de San Andrés -gracias a que se equivocan al informarnos, vemos otra que está en obras y no es turística, y nos gustó-, una vez en el buen camino, transitamos una calle peatonal muy agradable de pasear, y entramos en la Catedral San Andrés -que tiene un iconostasio barroco muy elaborado-, seguimos por Prospect Bolshoi en la que se suceden una serie de edificios interesantes como la iglesia luterana y el orfanato luterano,
ahora torcemos en dirección al río
Neva, y a nuestra derecha vemos las 2 esfinges del
siglo XIV situadas frente a la Academia de Bellas Artes (como debemos
ir a la izquierda y pensábamos que volveríamos sobre nuestros
pasos, aplazamos la foto para la vuelta).
Hablando de fotos, ayer Menchú ya no
pudo sacar fotos (la batería de su cámara se ha descargado y no
trae el cargador), menos mal que yo acostumbro a hacer mil fotos en
cada viaje y se las cederé, porque es una faena no tener fotos de
un viaje que quizás no vuelvas a repetir.
Vemos una plataforma de madera -un pequeño embarcadero-, y nos sentamos a
disfrutar de las vistas del Neva con El Hermitage y San Nicolás
en la otra orilla, es un momento mágico, casi lo único
interesante de esta pequeña ruta.
Seguimos bordeando la punta de esta isla, pasando por el edificio de la Kunstkammer -otro de los edificios emblemáticos de la ciudad- con el ya habitual colorido azul celeste y blanco y cuya torre está rematada por una esfera armilar. Pasamos las célebres Columnas Rostrales de 32 metros -otro símbolo característico de S. Petesburgo-,
continuamos caminando por delante del
Museo Naval, seguimos hacia el Instituto de Literatura
Rusa, vemos la Lonja -otro punto señalado en la guía, que no
parece muy interesante- y llegamos al enorme edificio de ladrillo
rojo y molduras blancas que da sede a Los Doce Colegios. Y de
nuevo estamos a orillas del Neva, ahora a la altura del Puente
Dvortsovyy -que comunica la isla con el Hermitage-.
Ahora empieza lo bueno, hemos cruzado el puente y aquí mismo está el embarcadero de donde partes los barcos que realizan el crucero por el río Neva y los Canales, y nos vamos flechadas. El próximo barco zarpa en 20 minutos, el crucero ha sido una gozada, ¡cómo me estoy acordando de Encarna, durante este crucero y el que haremos en Moscú!, y es que a Encarna le encantan los cruceros fluviales, y siempre que estamos en una ciudad que tiene los hacemos.
El trayecto es interesante, primero
recorre parte del Neva, después se interna en el Canal
Fontanka y enlaza con el Canal Moyka, para retornar al
Neva en el mismo punto del que partimos.
Como ayer no pudimos ver el Palacio
Yusupov -y está relativamente cerca de aquí- nos acercamos
caminando, pero ya en la plaza de San Isaac compruebo que nos van a
cerrar también hoy, así es que desistimos (en este palacio no hemos
llegado a entrar) y decidimos ir a conocer el -algo retirado-
Monasterio Smolnyy. Llegar al monasterio ha sido toda una aventura,
primero nos hemos equivocado de monasterio y hemos tomado una línea
que evidentemente no nos llevará al que queremos, una vez percatadas
del error preguntamos por la dirección correcta, y 2 mujeres nos
ayudan muy resueltas y seguras -aunque en ruso como siempre- y
coinciden en que debemos bajar en la estación Sadovaya, cuando
salimos a la calle comprobamos que en esa plaza ya estuvimos ayer y
que no está ni remotamente cerca del Monasterio (ahora son ellas las
que -con buena voluntad- nos han confundido). Bueno, aprovechamos
para tomar en la plaza una gran cerveza y un durum ¡cómo me gustan
los durum!
Aprovechamos la equivocación para pasear a través del Canal Griboedova y encontramos el Puente del Banco (el de los Grifos alados), cruzando Nevsky seguimos por dicho canal y volvemos a deleitarnos con la Iglesia de Nuestra Sra de Kazán y la de la Sandre Derramada,
enlazamos con el canal Moyka torcemos a la derecha (como hicimos en el paseo por Gostiny Dvor), y seguimos hasta llegar a la Catedral de la Transfiguración -otro de los lugares que tenía marcado como interesante, y lo es-, de camino vamos viendo fabulosos edificios, farolas modernistas que me recuerdan mucho a París, y se lo he comentado a Juan Carlos ¡cómo nos gusta París!.
Y ahora un largo trecho por una zona
que nos ha gustado mucho, circundando el parque Tavrocjeskiy, (quería
haber visto la fachada del Palacio Tauride pero me he despistado),
nos emboca -casi teatralmente- en el Monasterio
Smolnyy, la perspectiva es casi una puesta en escena,
porque aparece justo al final de una calle particularmente ancha y
larga en cuyo centro se enclava una pradera de cesped que sirve de
base para cualquier foto que desde allí se saque al Monasterio. Yo
llevo heridas en varios dedos de los pies, lo que me hace parar en 3
ocasiones para colocarme nuevas tiritas, pero este es un sitio
perfecto para detenerse (aunque sea para curarse, ¡mejor en este
cesped y con esta perspectiva que en otro sitio!).
Una vez visto, volvemos hacia el metro
-con alguna parada técnica de Menchu en un lujoso hotel- y tomamos
el metro en Chernyshevskaya, es buen momento para conocer las
estaciones más vistosas del metro de San Petesburgo (las
que están entre Arvovo y Pushkinskaya). Y al hotel a tomar algo y
dormir -que además llevo heridas en los pies-.
¿a dormir?... no, a mí antes me queda
aún pasar otra media hora larga de gestión en el mostrador de
recepción del hotel, porque mañana deben venir a buscarnos para
trasladarnos al tren nocturno que nos llevará a Moscú, pero aún ni
siquiera sabemos a qué hora vienen, no ha dejado aún ninguna nota
en el lobby y no podemos arriesgarnos. He tenido que llamar al
servicio 24horas de España quienes me han asegurado que vendrán a
las 20,45h y toman nota de nuestra queja contra la agente Irina de
Iberojet en San Pestesburgo.
Miércoles 6 de Junio: SAN
PETESBURGO (Tsarskoye Seló )
En el desayuno nos encontramos con la
pareja que iban a ir con Menchu al ballet, ellos no han tenido ningún
problema (ni el resto del grupo) porque están contratando todas las
excursiones con Irina, por eso cuando Irina vió que se anulaba el
ballet por falta de quorum, simplemente se lo dijo y ya está, a
quien no avisó fue a Menchu.
Lo mismo ha pasado con la hora de
recogida de esta noche, toda la gente está tranquila porque ven a
Irina todos los días y hoy les dirá a qué hora les recogen, pero a
nosotras -que no contratamos excursiones- debería haberlo dicho ayer
(o poner una nota en el lobby ayer), porque -aunque no contratemos
excursiones- venimos con la agencia y tenemos total derecho a estar
informadas, Irina se ha portado muy mal.
Reservé un día libre por si da tiempo
para hacer una excursión a alguno de los 3 palacios que hay a las
afueras de San Petesburgo, nos decidimos por Tsarskoye
Seló porque tiene un precio razonable, si hubiéramos
tenido mas tiempo hubiéramos visitado también Petergof, pero -si
hay que elegir- este es muy interesante y no cuesta los 52 € la
visita como el otro, sí, sí, no me he equivocado, si se quiere
visitar todo Peterhof hay que preparar unos 52 € al cambio.
Hay que decir que -casualmente- justo
52 € es lo que cobran las agencias por hacer la excursión de
Tsarskoye Seló, y las visitas por la ciudad vienen saliendo por unos
26 € cada día. Jamás he cogido ninguna excursión que pueda
evitar, yo me llevo los viajes muy bien preparados desde casa y sé
de antemano dónde hay que tomar los medios de locomoción (bus,
tren, barco...) donde están las taquillas, los horarios, los
precios... en fin que eso para mí no es problema, y el resultado es
que veo todo por mi cuenta y a una diferencia de precio y de libertad
considerables. Por ejemplo en este caso concreto, hemos calculado
todo el gasto (incluyendo: metro, tren de cercanías y autobús desde
la parada del tren al palacio, todo eso ida y vuelta, mas la entrada
a los jardines, mas la entrada al palacio, y en total ha sido 14 €
cada una -frente a los 52 que cobra la agencia-).
Llegamos a la estación del tren cercanías -muy grande- y nos ponemos en una cola, le pregunto a la señora de delante si esa taquilla es la correcta para el tren que va a Tsarskoye Seló, ella sólo habla ruso y además no lo sabe, pero -resuelta- me coje el libro y va a pregunta a mujer policia que nos indica que debemos subir a la planta superior y allí están las taquillas, ¡qué majas ambas!.
Arriba mas personas nos siguen
indicando la taquilla correcta, y una vez puestas en la cola, 4
chicas que se colocan detrás nos oyen hablar, y en inglés nos dicen
que estamos bien ubicadas y empezamos una pequeña conversación, y
resulta que una de ellas habla algo de español, van también hacia
allí y nos proponen ir juntas para ayudarnos, encantadoras las 4
chavalas, les he dado mi móvil porque una de ellas vendrá a Madrid
con sus padres en Agosto y le he ofrecido enseñarles mi ciudad.
El otro día frente a la Iglesia de la Sangre derramada compramos imanes de la iglesia, pero sólo había 2, así es que compramos uno para cada una y yo quiero llevarle otro a mi madre, pero como hoy es el último día en S. Petesburgo debo hacerlo ya, y en la espera me voy a buscarlo por las tiendas de souvenirs de la estación, encuentro uno pero no me permite pagarlo con un billete de 1000 rublos que llevo, así es que me quedo sin el poco suelto que llevaba.
De regreso les comento a las chicas que debo cambiar porque el autobús no me admitirá el billete grande -pero lo he intentado y me es dificil-, la que habla español me coje el billete y se va por todas las tiendas hasta que consigue el preciado cambio ¡qué maja!, mientras esto ocurre, con ánimo de conversar le intento explicar a la que habla inglés (un millón de veces mejor que yo, desde luego) la situación: que ayer no pude comprar un 2º imán y que con este no me admitían pagar con el billete, y ella entiende -seguro que no lo he explicado bien- que lo que quiero es comprar otro imán pero no tengo suelto, y -ni corta ni perezosa- saca dinero y me lo ofrece para que lo compre y luego se lo devuelva, por supuesto no es lo que yo quería, pero se lo he agradecido infinitamente... ¡y la información que llevábamos es que era gente poco amable! ¡ver para creer!.
Al abandonar la estación de tren en Tsarskoye Seló, se han molestado en preguntar de qué plataforma tenemos que tomar el tren de regreso -para darnos todo bien mascadito-, y después al bajar del autobús que te acerca casi a las puertas del palacio, también han preguntado dónde debemos tomar el de regreso, que resulta que es en la misma dirección en la que lo hemos dejado (el bus da después un rodeo) y eso me ha recordado a mi viaje con Encarna saliendo del museo al aire libre (allí documentado).
Hemos entrado a los jardines juntas, nos hemos hecho una foto para el recuerdo, y aquí nos separamos, ellas se han quedado en los jardines, y nosotras entramos al palacio.
Sólo tienen abierto al público 20
salas oficiales -Versallescas- y los jardines de varios estilos, de
estilo francés -con coloridos setos recortados- en las inmediaciones
del palacio, mas alla se torna algo mas salvaje, con avenidas
radiales, parterres y terrazas, estanques, etc, y diseminados varios
pabellones, baños, almirantazgo, un puente de marmol, ermitage, etc.
De regreso decidimos pasar las pocas
horas que quedan en San Petesburgo paseando por Nevsky y
cenando algo típico que Menchu tiene interés (buscando y
preguntando, le han informado de un determinado sitio y allá vamos,
la pena es que no le ha gustado mucho porque cree que no es eso lo
que buscaba), y regresamos al hotel (demasiado rotas y sedientas) por
lo que -en lo que Menchu se queda descansando en el lobby-, yo -que
soy espartana, porque si no, no me lo explico- vuelvo a salir a
comprar 2 cervezas para tomárnoslas allí en lo que esperamos.
El tren
nocturno es una experiencia que me remonta a mi
adolescencia -a un viaje con la familia en el tren nocturno que iba
de Madrid a París-, me ha gustado recordarlo. Compartimos camarote
con una pareja, que gustosos nos ceden las 2 literas inferiores
¡menos mal, porque subir es complicadillo!, aunque el viaje es bueno
y sin movimientos bruscos, es dificil dormir en un tren, pero vamos
descansadas que eso está bien.
Jueves 7 de Junio: MOSCÚ
Ya estamos en Moscú, viene a buscarnos
la guía de Moscú y nos deja en el hotel, dejamos las maletas en
consigna del hotel y empezamos nuestro día -por el momento
acompañadas de la pareja que también viaja por su cuenta-, dejamos
el metro en Okhotny Ryad, y ya nos damos cuenta de lo dificil que es
moverse en este metro (cuando hable de la visita a las estaciones lo
comentaré), y salimos delante del Teatro Bolshoy, desde allí vamos
los 4 a la Plaza Roja y ellos se quedan curioseando en los puestos y
nosotras seguimos.
No me extiendo explicando la Plaza Roja porque esa información sale en cualquier sitio, nos ha gustado, entramos por la Puerta de la Resurrección, hacia la Catedral de San Basilio -hoy museo- que por fuera ya se ve que es una joyita -me encanta- y por dentro se supera, tiene varias capillas con elaboradísimos iconostasios, una cautivadora galería decorada con azulejos, las paredes y cúpulas, hornacinas y demás elementos están totalmente pintados -no se ve nada sin rematar-,
todo esto envuelto en un halo de medio penumbra que vuelve el ambiente más intimista si cabe, en la Capilla Central 4 tenores a cada rato entonan una melodía -que no conozco- pero que está llena de encanto, por el juego de voces en sí, y sobre todo por poder escucharla en ese escenario mágico, ha sido algo precioso que hemos podido escuchar 2 veces en el tiempo que ha durado nuestra visita, y que recordaremos siempre.
Salimos y Menchu se queda en una de sus
paradas técnicas y además quiere acercarse al Mausoleo de Lenin,
así es que acordamos volver a encontrarnos en 20 minutos, y yo me
voy a investigar el resto de la plaza: los almacenes Gum y la
Catedral de Kazán.
De nuevo juntas, tomamos camino hacia la derecha de S. Basilio para adentrarnos en Katai Gorod, caminando por Ulitsa Ilinka vemos el edificio de porte clásica que alberga a la actual Cámara de Comercio, varios edificios de fachadas imponentes -como las que venimos viendo todo el viaje-, la Iglesia de la Trinidad de Nikitniki con un volúmen de cúpulas realzado por un uso acertado del color, allí cerca Menchu ve una cafetería y entramos a desayunar.
Seguimos camino recorriendo todo este
trazado repleto de pequeñas y bulbosas iglesias.
Continuamos por Bnikolsakaya Ulitsa donde encontramos la fachada neogótica de la imprenta Sinodal con un tono azul luminoso... hasta llegar a la enorme Plaza Lubyanka en la que destaca la mole del antiguo cuartel de la KGB,
ahora nos dirigimos hacia los Baños Sandunovskii
y llegamos al Convento de la Natividad de la Virgen que cuenta con la catedral, el campanario y la iglesia de San Juan de Zlatoust con 5 cúpulas,
el refrectorio de San Sergio de 5 cúpulas, incluso hay un comedor, yo he brujuleado por todas partes, en las capillas no había feligreses, sólo una cuidadora que al verme entrar con respeto -cubierta mi cabeza y hecha la reverencia ante el altar, como veo que hacen siempre los demás- me ha invitado a entrar e incluso me ha permitido hacer la foto,
y ahora bajamos por Ulitsa Petrovka, viendo mas edificios singulares, encontramos el pasaje Petrovski que es una elegante galería comercial con techo abovedado y acristalado -en donde hemos entrdo para una de las paradas técnicas de Menchu-,
al Teatro Bolshoi ( lo primero que vimos ayer),la fachada del Hotel Metropol, la neoclásica mansión verde y blanca que primero fué un club de aristócratas y después acogió a la llamada casa de los Sindicatos, y la cercana mole de cemento gris que ubica la Cámara Baja del Parlamento Ruso. Y ahora subimos por Tverskaya Ulitsa pero a mitad de camino ya estamos cansadas -anoche dormimos mal en el tren- y decidimos volver al hotel y dar por concluido el día.
Antes nos quedamos a tomar un bocadillo
en un Subway que hemos visto en la galería comercial subterranea que
hay a la entrada de la Plaza Roja, aquí una escena curiosa, una
parejita sentada en una mesa cercana se ponen a discutir -él grita
mucho, ella llora-, aparece un policía y se le lleva a él del
brazo, viene otro policía con ella y primero le calma y al rato
también se la lleva... conclusión: ¡no chilles ni montes lío en
Moscú, y si no te reprimes por mera educación con tu prójimo,
hazlo por temor a que te lleven supongo que a tomar declaración!.
Llegando al hotel Menchu va directa al
hotel y yo me quedo en el super que hay enfrente a comprar unas
cervezas que subiré para tomárnoslas en la habitación.
Viernes 8 de Junio: MOSCÚ
Hoy queremos ver el Kremlin (ayer no se hubiera podido porque el jueves cierra), pero cuando estamos esperando en la taquilla nos dicen que está cerrado hasta el día 14 de este mes, y las entradas que están vendiendo son para grupos, además en este preciso momento Menchu se da cuenta de que le acaban de robar el monedero en el metro -afortunadamente no se han llevado pasaporte ni tarjetas ni nada complicado, lo que llevaba allí es el equivalente a unos 200 €-, un poco chamuscadas seguimos con la siguiente ruta: Arbatskaya,
la enorme Catedral
de Cristo Redentor la tenemos justo frente a nuestros
ojos, hemos estado mucho tiempo por allí porque lo hemos tomado con
calma para verlo todo, primero el jardín que le antecede, y después
la visita por dentro, consta de 2 iglesias:
la superior en la que un hombre que
mide como un armario ropero se dedica a escrudiñar a los turistas
obligándoles con excesivo vigor a guardar dentro de los bolsos de
las mujeres cualquier cámara de fotos que vea en las manos,
y una joyita que encontramos en la
parte inferior en donde -además- estaban preparándose para oficiar
una boda, allí pude sacar cuantas fotos quise, y cuando volvimos a
subir -aprovechando que ya tenía el gusanillo de las fotos- pues
eso, que -a hurtadillas- pude hacerme con otras 2 de la parte
superior, ji,jiiii.
Al salir nos quedamos un ratito
descansando sentadas y yo me fui a hacer algunas fotos del jardín y
de la perspectiva desde la plataforma superior en la que nos
encontramos.
Tomamos Ulitsa Prechistenka en la que se encuentran bellas mansiones de la aristrocracia del XVIII, el museo Pushkin en el nº 12, los leones que guardan la puerta de la casa del 16, las imponentes mansiones de los núm 19 y 20, etc.
Caminando ahora por Smolenskiy llegamos al Viejo Arbat, y lo primero que nos llama la atención (y no es para menos) es uno de los 7 rascacielos gótico-estalinistas de Moscú (convertido hoy en el Ministerio de Asuntos exteriores)
Y así nos introducimos en la peatonal Ulitsa Arbat, con tiendecitas, restaurantes, es agradable, al ver un “Sbarro” hemos entrado a tomar una cerveza mientras recuerdo con mucho cariño las fantásticas pizzas que tomábamos Juan Carlos y yo en los “sbarro” de Nueva York, y le he telefoneado para compartir con él este recuerdo tan nostálgico.
La calle termina en la Plaza Arbat, y
desde allí intentamos encaminarnos hacia lo que nos quedó pendiente
de ver en la ruta de Tverskaya, empezando por la Casa de la Amistad
que está muy cerca de la Plaza Arbat, pero me temo que nos
equivocamos de camino y en vez de ir al este tomamos dirección sur y
terminamos paseando por un bulevar ajardinado precioso, y acabamos
llegando nuevamente a Cristo Redentor, retrocedemos algo y retomamos
Tverskaya a partir del Manege, la Antigua Universidad de
Moscú, y comenzamos a subir la Bolsaya Nikitskaya Ulitsa
con mansiones del XVIII,
una paradita para tomar un café y decidimos terminar el día viendo algunas de las estaciones de metro mas emblemáticas de Moscú, en S. Petesburgo fué facilísimo ya que están todas en la misma línea y casi seguidas, pero aquí es un esfuerzo considerable
-a pesar de que yo me las llevo preparadas desde casa, sé cuales son y además las llevo resaltadas en amarillo en el plano del metro- pero es que están en distintas líneas, hay que hacer varios trasbordos y además debemos recordar que el metro está señalizado sólo en caractéres cirílicos, y que cuando el comboy entra en la estación no se ve el nombre por ningún sitio, has de apearte y en el andén central es donde encuentras 3 o 4 carteles con el nombre y las direcciones de los trasbordos, es dificil.
Ya en el vagón preguntamos a unas chicas pero no nos entienden -sólo hablan ruso-, y se levanta un chico español para ayudarnos, se llama León y lleva 2 meses allí porque se ha casado con una Moscovita, nos ha acompañado a una de ellas y a un trasbordo, desde aquí seguimos nosotras.
Hoy vemos: Arbatskaya, Kievskaya, Park Kultur, Kropotlinskaya, Ploschad Revolution, Novokuznestkaya, Teatrilnaya, Chystie Prudy, Komsomoskaya, y aquí decidimos que ya estamos absolutamente muertas de cansancio (esto de moverse por las distintas líneas del metro ha sido agotador) y nos vamos al hotel, aunque yo antes me quedo a comprar 2 birras como ya va siendo costumbre.
Sábado 9 de Junio: MOSCÚ
Hoy empezamos
conociendo las 4 estaciones de metro emblemáticas que quedaron
pendientes ayer, Novoslobodskaya, Belorusskaya, mayakovoskaya y
Checkovskaya.
Y nos dirijimos a la ruta Zmoskvoreche, al salir de la estación de metro Novokuznetskaya de la línea verde -2-, nos encontramos un espacio abierto con una bonita fuente central y bastante gente sentada por allí, vamos a la Iglesia de San Juan bautista -con su inconfundible campanario verde-, pasando después por delante de la pequeña Iglesia de San Nicolás de Pizi del s XVII de la que -reseña mi guía- hay que fijarse en la estupenda decoración exterior, que incluye cornisas de greca y marcos de ventana de exquisita talla, el esbelto campanario escalonado es uno de los mas bellos de la ciudad.
la notable Iglesia de la Resurrección de Kadashi nos despista un poco, porque en mi libro las cúpulas son verdes y ahora están restauradas en un dorado luminoso, cerrada al púiblico sólo podemos ver el jardín,
esta ruta va de
iglesias, ahora llega la visita a la Iglesia de la Consolación de
Todas las Penas cuyo interior no es típico ortodoxo ya que tiene 2
columnas que enmarcan escénicamente el iconostasio, esculturas de
ángeles, etc.
Y terminamos en la
preciosa Iglesia de San Clemente, de un vibrante color rojo con
columnas y detalles en blanco y con cúpulas azules decoradas con
estrellas y dorada la cúpula central, es muy bonita pero estaba
cerrada al público.
Terminada esta
ruta ya no quedan mas rutas por hacer, así es que es buen momento
para hacer el crucero por el río Moksva, llevo preparada toda la
información que necesitamos respecto del crucero, donde se toma, el
tramo del río por el que discurre y donde acaba. Vamos a la estación
Kievskaya de cuyo cercano muelle parte el barco a bordo del cual
recorreremos -durante 90 minutos- el río hasta el muelle del puente
Novospasskiy (cercano al metro Proletarskaya).
Al pasar por la estación de tren en Kievskaya vemos un subway y nos apetece tomar algo, encontrarlo ha sido engorroso porque está dentro de la estación , sí, pero la única entrada abierta a la estación está justo bordeándola desde donde nos encontramos, bueno, finalmente lo conseguimos, además gracias a ello hemos visto el interior de esta estación que es bonito.
Subimos al Puente
Borodindkyi y desde la galería superior podemos hacer unas fotos
preciosas del río. Después embarcamos, y ¡hala! ¡a disfrutar
sentaditas descansando! Aunque yo no me estoy quieta porque todo el
rato hago fotos desde todos los sitios, ha sido un trayecto
estupendo.
Al desembarcar vemos una iglesia grande y muy espectacular, de tonos ocre y con cúpulas azules, muy bonita, y nos vamos a conocerla, para ello debemos entrar en un bonito jardín con un pequeño riachuelo que nos separa de la iglesia, entramos y están preparándose para empezar un oficio, un sacerdote nos invita a quedarnos y nos indica que las mujeres debemos ir hacia la izquierda según se mira al altar, pero nos da apuro salir en pleno oficio así es que decidimos irnos.
Vamos al hotel a descansar y hacer tiempo para volver a salir por la noche a conocer la noche Moscovita de la que nos han hablado bien, los edificios de los alrededores del Kremlin y Plaza Roja están bien iluminados, nos acercamos al puente Bol Moskovoret desde el que se ve el Kremlin y una buena perspectiva del río, y poco mas, son las 11 de la noche y por allí está todo cerrado,
probablemente en las arterias principales estarán comenzando a abrir las discotecas y restaurantes pero no es eso lo que nos apetecía, ademá el metro cierra a las 12 de la noche, por lo que -tras un paseo por la zona- nos vamos a dormir.
Domingo 10 de Junio: MOSCÚ
Última mañana en
Rusia y diluvia, a pesar de lo cual nos animamos a ir a la peatonal
Arbat (que nos gustó mucho), si pudiéramos tomaríamos algo en el
sbarro del otro día, pero al salir del metro ya son riadas que
tenemos que sortear así es que el paseo queda truncado, sólo una
visita a una tienda preciosa donde Menchu compra souvenirs y volvemos
apresuradas al hotel. Nos recogen a las 13,30h. Y tras un buen vuelo
-este peor que el de ida porque el avión es más pequeño y mis
piernas no entran en cualquier sitio-, llegamos a Madrid a las
21,30h. A las 22,30h ya
estamos en casa de mi madre, nos tiene preparada una cenita rica, y
al ratito nos vamos a dormir.
Le
prometí a Menchu que al día siguiente intentaría sacar algo de
tiempo para mostrarle el centro de MADRID, y eso hacemos, le he
enseñado prácticamente todo, desde Callao y Sol hasta el Templo de
Debod, para volver por el Palacio Real hasta el Barrio de las Letras,
con 2 paradas para tomarnos unas cervezas y picar algo. Le ha gustado
mucho el paseo porque además ha podido ver rincones concretos que,
si no te lo enseña alguien que conozca muy bien el centro pueden
pasar desapercibidos. Volvemos a las 16h. a casa de mi madre para
recoger su maleta, tomarnos un cafetito y se va en el tren de las 18h
a Alicante .
RESUMEN DE IMPRESIONES:
Es un destino diferente y que nos ha
tratado muy bien, pasear sus anchas avenidas contemplando las
preciosas fachadas de los edificios y teatros, sus características
iglesias, la amabilidad de la gente (que aunque no hablen mas que
ruso, se esfuerzan en que les entiendas si les preguntas algo), y con
Menchu todo ha ido muy bien. Vuelvo muy contenta de este viaje.
Moscú es grande y solemne, con gente
amable pero dificil de entablar comunicación -casi nadie habla mas
que ruso-, en casi todos los lugares sólo está la información en
cirílico -incluso en el metro-, y S. Petesburgo es una ciudad nueva,
reluciente y elegante, que cuenta con sólo 300 años de vida, con
palacios, jardines, iglesias, y edificios preciosos casi correlativos a lo largo de las anchas
avenidas, allí algunas personas sí hablan inglés y rápidamente se
ofrecen a ayudarte con un mapa o cualquier duda que tengas, en este
sentido -y en otros- es mucho más amigable.
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