viernes, 6 de junio de 2008

VIAJE A PARIS 2008 (mayo)

VIAJE A PARIS

Llegamos el jueves 1 de mayo por la tarde a Orly, cogemos el RER y nos dirigimos directamente al apartamento, es un trayecto comodísimo y en menos de media hora ya hemos llegado, la dueña nos estaba esperando en la misma Rue Rivoli.

Y ya la primera experiencia con los Parisinos: nada mas salir de la estación de RER, nos desorientamos un poco y pedimos ayuda a un matrimonio, ellos no sabían tampoco dirigirnos pero echaron mano de mi plano y dedicaron unos buenos minutos y esfuerzo para indicarnos la dirección correcta. No hizo falta mas porque en ese momento nos estaba llamando Delphine -la dueña del apartamento- para indicarnos ella también.

Después de esta experiencia hemos tenido otras cuantas, y en todas hemos sido tratados con la misma amabilidad.
En otra ocasión, entrábamos al metro con un billete ya usado (no es trampa ¿eh?, es que el mismo ticket vale durante 1,5 horas) pero por algún extraño motivo, yo pasé y cuando fue a pasar Juan Carlos detrás de mí, no pudo,… total, que Juan Carlos debía ir a la taquilla a comprar otro billete para pasar (por cierto, eso no es tan fácil como parece, porque en muchas estaciones no hay máquina expendedora, y en casi ninguna hay personal, de modo que si no llevas billete no puedes entrar por esa boca de metro). Bien, debo contar la secuencia completa para que se entienda: Entro yo, una chica francesa con un peque me pide mi guía para ver el mapa del metro y poder orientarse, se lo dejo, y en esto ya está teniendo dificultades Juan Carlos para entrar, le doy suelto por la rendija para que intente comprar billete, y la chica que lo ve, saca su billete y me lo da sin mas, supongo que ya no lo necesitaría durante la hora y media que tiene validez… pero no digáis que no es un detalle.

Justo en el camino al aeropuerto de vuelta hemos tenido otra anécdota parecida, con Delphine que nos acompañó para facilitarnos el uso del ascensor, la estación tenía estropeado el acceso y otro chico que salía y llevaba una tarjeta mensual (como la de Delphine) nos abrió, lo que nos facilitó mucho las cosas porque una vez dentro pudimos comprar los billetes de RER, de hecho fue Delphine la que pasó y nos los compró, de no haber podido entrar nos hubiésemos visto obligados a ir a otra boca de metro, y hubiera sido un fastidio, la verdad. Lo que me resulta más curioso es que en ninguna ocasión ha sido necesario pedir ningún favor, ha salido de ellos facilitarnos las cosas. Son gente majísima los parisinos, de corazón lo digo.

Bueno, como hacemos cualquier Madrileño con un turista…, pero es que ¡nosotros también somos encantadores! .

Y después de haber hecho la merecida mención del fabuloso trato con que nos hemos encontrado, empiezo a relatar el viaje.

Clima: la tarde que llegamos hacía frío, pero a partir del día siguiente empezó a hacer una temperatura estupenda, que se mantuvo durante toda la estancia. Yo me había llevado varios jerséis gruesos que no me hicieron ninguna falta, pero como soy friolera, agradezco el calorcito a pesar de haber ido cargada a lo tonto.

Transportes: París está súper bien comunicado por metro, en un foro leí que no hay mas de 400 metros en la superficie entre una boca de metro y otra, con lo que siempre estás cerca de una. Además la red de metro es amplia y muy rápida, bastante vieja eso es verdad (salvo en la Linea 14 “Meteor”, que además es muy bonita) pero sigue siendo muy eficiente aunque el aspecto no sea impoluto. Desde luego es un buen metro. Además se puede sacar bonos de 10 tikets (t+) por 11,50 € y cada billete permite hacer transbordos entre metro y autobuses durante la hora y media siguiente desde que se ha picado por primera vez.

A pesar de dejar constancia de que cuenta con un buen metro, he de decir que sólo lo hemos utilizado para ir a Montmartre pues está bien lejos y para subir por el Funicular, y el último día para ir al Petit Palais por la mañana y al Arco del Triunfo y después otra vez por la tarde para ir a L’Orangerie. El motivo es que preferimos “patear” las ciudades ya que creemos que es el único modo de verlas bien, (siempre que se lleve tiempo suficiente, por supuesto), es por eso que cada día hemos empalmado rutas, todo ello paseando, y tanto la salida del apartamento como la vuelta ha sido caminando también, es algo cansado desde luego, pero es que estamos de visita turística y eso significa conocer y patear. Cuando queramos descansar nos iremos a un Crucero.

Abróchense el cinturón, que empezamos:

Jueves 1 de mayo

Pues llegamos por la tarde y vamos al apartamento, que resulta que es encantadory comodísimo, lo de que estaba muy bien ubicado ya lo sabíamos, de hecho fue el motivo por el que lo cogimos. Hacemos los arreglos necesarios con Delphine, y nos vamos a explorar.

Cogimos Rue Rivoli hacia arriba y fue una primera aproximación que nos cautivó. Empezaban a encender las luces, y fuimos avanzando por: Louvre, Tullerías, Concorde, Campos Eliseos, hasta casi el Arco del Triunfo, y bajamos de nuevo, ya entrada la noche.

Cena en un restaurante cercano a casa, que después hemos frecuentado, y a descansar.

Por cierto, al pasar por el concesionario que Renault tiene en los Campos Eliseos, tenían expuesto uno de los coches usados por Fernando Alonso, que para unos forofos como nosotros es un puntazo, tengo cumplida foto con el coche, para la posteridad.


Viernes 2 de mayo

Bien tempranito empezamos la ruta de hoy, por la mañana recorreremos 3 barrios: Las Tullerias, La Opera, y Beabourg y Les Halles. Por la tarde tocamos algo del barrio Le Marais.

Las Tullerias

A las 9 de la mañana ya estamos tomando fotos a la fachada del Louvre, –cerquita de donde tenemos el apartamento-. El edificio en sí es espléndido como se puede observar en las fotos, hoy sólo lo vemos por fuera, el espacio interior que es donde se encuentra la pirámide lo veremos el día que hagamos la visita al interior del Louvre. Bueno, la verdad es que la fachada del Louvre nos la hemos aprendido de memoria porque era paso obligado para ir a cualquier zona oeste a la salida del apartamento.


El Palais Royal, tiene unos jardines muy cuidados aunque no muy grandes. Fue el primer jardín en donde nos fijamos en que los árboles tienen las copas perfectamente recortadas en forma cuadrada, desde luego que los jardineros parisinos se lo curran. Por cierto, los jardines son muy utilizados por los Parisinos, muchísimo mas que en las zonas que conozco de España, están muy concurridos, y curiosamente, no se oye un ruido, esto nos sorprendió el día que fuimos al Jardín de Luxemburgo, que estaba atestado de gente tumbada tan apiñados que parecía Benidorm, pero eso sí, cada uno a lo suyo o en grupitos que hablaban bajito… en fin, una gozada.



En la Plaza del Palais Royal, encontramos de pura casualidad, una boca de metro que yo tenía previsto buscar, se trata de la única con esa decoración (foto izquierda). Las bocas de metro de París son de diferentes estilos: muchas tienen solo la “M” en plástico amarillo, otras tienen la palabra “Metro” sobre un letrero de hierro pintado en rojo y bordeado de filigrana de hierro negro, estas filigranas tienen distinto grado de elaboración, además hay 87 bocas de metro Art Nouveau que son las que tienen un letrero central con la palabra “Metropolitain” sobre fondo crema y de la barandilla de forja que rodea a la boca salen dos verticales con una luz roja art nouveau en sus extremos. También cuenta con 3 bocas de metro “Art Nouveau” mucho mas elaboradas, su autor fue Guimart, y están en: Chatelet (Pz. St.Opportune), Abesses y Port Dauphine (tengo foto de las dos primeras, Chatelet está cerca del apartamento y Abesses está en Montmartre, Port Dauphine nos quedaba algo retirada y por eso no fui). Y por último está a la que hago referencia en este punto, la de la plaza Palais Royal, que es curiosísima.


Seguimos visitando la iglesia St. Roch (arriba derecha), y continuamos hacia las Tullerias, y de nuevo la misma sensación, mucha gente acostumbrada a disfrutar sin prisas de jardines cuidadísimos.

Y en el extremo del Jardín de las Tullerías (foto izquierda), aparece la plaza que mas
me gusta de todo el centro de París: La Concorde (foto derecha), es grandísima y desde ella se pueden ver muchas vistas interesantes: Tullerías y un poco a lo lejos el Arco del Carrousel del Louvre, la Asamblea Nacional tras el famosísimo puente Alexandre III, mas a lo lejos asoma la Torre Eiffel, La Madeleine, y por su puesto, los Campos Eliseos y al final el Arco del Triunfo.
Además de por su tamaño y sus vistas, me gusta porque es muy abierta, y tiene detalles artísticos muy interesantes: las farolas de la plaza (foto derecha) y las dos fuentes (foto abajo derecha), todo ello de estilo Art-Nouveau, además del famosísimo obelisco de Luxor.

Y desde Pz. Concorde, subimos por Rue Royal, y llegamos a la Iglesia de la Madeleine, ya en el Quartier de L’Ópera.




Quartier de L’Ópera.

Subiendo por Rue Royal, se tiene una buena vista: al frente la Madeleine, y a la espalda Pz. Concorde con su obelisco, en segundo plano La Asamblea Nacional y al fondo asoma la cúpula dorada del Dôme de Los Inválidos. ¿Alguien da mas?...

Subiendo por la calle, Juan Carlos se fijó en una tienda que vendía cámaras de fotos muy antiguas. Bien, pues empezamos la ruta por la Iglesia de La Madeleine (fotos arriba derecha e izquierda), por dentro no me gustó mucho pero sí el exterior,

 la gran columnata de columnas corintias de 64 metros que la rodean nos recordó muchísimo a las ruinas que habíamos visto en los Foros Imperiales.

Desde aquí, dando un paseo hasta la Ópera Nacional de París Garnier (fotos derecha e izquerda), por fuera es un edificio muy atractivo, no entramos pero otro día en el Museo de L’Orangerie vimos la maqueta del corte transversal que incluye los mecanismos de cambio de escenarios desde arriba y desde abajo y tiene que ser espectacular (dejo aquí la foto de la maqueta, abajo a la derecha).


A la espalda de la Opera, las Galerías Lafayette (fotos aqui izquierda y abajo derecha), subimos a la azotea para ver las vistas, fenomenales. Y la decoración de las galerías muy chula.

Continuamos el paseo viendo El Palacio de La Bolsa y callejeando, llegamos a las Galerías Vivienne (foto inferior izquierda), que yo quería verlas desde que programé el viaje, son unos pasajes abovedados con tiendas y un salón de té, muy parecidas a las Arcades de Londres.

Seguimos caminando hacia La Bolsa de Comercio que nos enlazaría con el siguiente barrio: Beabourg y Les Halles.











Beabourg y Les Halles.

Atravesando el Forum des Halles, llegamos a la monumental iglesia St. Eustache, es tan grande que se ve desde varios sitios de la ciudad, me gustó mucho aunque la verdad es que en París no nos ha sorprendido el interior de las iglesias porque tenemos muy reciente el viaje a Roma y eso sí son iglesias espectaculares, por eso en París no nos emocionamos fácilmente con ellas, no pasa nada, en París nos emocionan otros monumentos y jardines, en cada sitio lo suyo.




Y en la plaza de entrada a la iglesia, otro lugar de esparcimiento, donde está la escultura de la cabeza y la mano, mucha gente sentada en las escaleras circulares que la rodean y suben al Forum des Halles.

Aunque incluyo en este apartado los almacenes “Samaritane”, estaban cerrados lo que es una pena porque el interior es art-decó, lo sé por mi guía.


Comimos y Juan Carlos se quedó descansando, bastante hace, la verdad, porque no le va ni un pelo esto del turismo y lo hace sólo por darme gusto, así es que cuando ya no le apetece más trajín, ya no insisto mas -que todo tiene un límite-, prefiero seguir por mi cuenta si me apetece ver mas cosas.

Así es que después de comer me fui yo a deambular por el barrio, vi la iglesia de St.Merry, frente a la colorida y lúdica plaza de Igor Stravinsky, me entretuve un poquito por el Centro Pompidou. (las fotos en la ruta del lunes)
Me dirigí al otro lado del río para ir a la Isla de St.Louis y ver la iglesia de St.Louis en L’Ile (fotos derecha e izquierda).



Le Marais
Volví a esta orilla para recorrer por primera vez el barrio de Le Marais, en la zona cercana al río: el grandísimo Hôtel de Ville (foto izquierda) que me gustó de verdad, además la plaza a esas horas estaba ya muy animada, y eso que aún no estaban encendidas las luces nocturnas que según ponía mi guía era cuando la plaza cobraba mas vida y se hacía mas delicioso el paseo, otro día volví con Juan Carlos y lo pudimos corroborar.


Rodeé la plaza y continuando por la orilla del Sena se llega a la escultural iglesia de St. Gervais- St. Protais (foto derecha).Continué adentrándome en el barrio, para ver otros hoteles reseñados en la guía, pero la verdad es que sólo tienen sentido si entras a ver las colecciones que guardan, que no era mi caso, porque por fuera son casas señoriales o palacetes sin mas atractivo, salvo el Hotel de Sens (foto izquierda) que tiene apariencia medieval con torreones y me recordó al castillo del exin-castillos que yo tenía de pequeña, el de Lemoignon es la sede de la biblioteca histórica de Paris.

Y a las 17,45h terminé yo mi jornada turística.



Sábado 3 de mayo

Comenzamos pronto y hace muy buena temperatura. Vamos a recorrer 4 distritos: Quai Lovre y Quai Tullerias, Inválidos y Torre Eiffel, Chaillot y por último llegaremos al Arco del Triunfo y bajaremos por Campos Eliseos


Quai Lovre y Quai Tullerias

Tomamos la orilla del Sena hacia el oeste, es un paseo muy placentero porque hace sol y la gente va como nosotros sin prisas, por nuestro lado vamos viendo la fachada lateral del Louvre, y en la orilla opuesta asoma el Museo de Orsay (foto izquierda), vemos barcos-residencia bastante grandes que tienen en la cubierta muchas flores y mobiliario de jardín.


Continuamos pasando el Puente de Concorde que conecta el edificio de la Asamblea Nacional enfrente, con la Pz. Concorde en la orilla por
la que vamos paseando. La verdad es que la vista es espléndida, algo mas lejos asoma ya la Torre Eiffel (foto derecha).

Y llegamos ya al famosísimo puente Alexandre III (foto izquierda) tan dorado y ornamentado, es muy bonito.






Inválidos y Torre Eiffel


Atravesando el puente, llegamos a la zona ajardinada que sirve de antesala al Hotel Invalides (foto izquierda). La zona es bonita, cuidada y verde, pero la verdad es que lo vimos todo de pasada, los edificios de los Museos: de la Armada, de la Orden de Liberación, y el de Planos, no nos interesaban mucho por dentro, sobre todo porque llevamos sólo 9 días para conocer París y debemos elegir, quizás con más tiempo hubiéramos visto la Dôme, de hecho lo intentamos el último día pero no dio tiempo. Por eso sólo entramos en la Iglesia de St. Louis des Invalides (foto derecha) y cruzamos hacia la parte posterior para ver la Dôme por fuera (foto izquierda abajo). Por cierto, nos habíamos tomado un café en una terraza que hace esquina en la plaza Invalides y fue una clavada.


Continuamos hacia la Torre Eiffel. Yo la recordaba bien de la otra vez que estuve en París, tengo que decir que estuvimos mi madre mi hermana y yo casi un mes, pero como hace muchos años, ya no recuerdo muchas cosas, aunque la Eiffel es inolvidable.

Un millón de fotos desde todos los ángulos, desde lejos donde está el llamado muro de la Paz (foto derecha), hasta llegar a su base, allí tenemos una foto muy chula. Paseando por los Campos de Mars, y como siempre, esa sensación de laxitud, de coincidencia con gente que como tú está paseando sin prisas y sin apenas mirarse, como respetando la intimidad ajena, o indiferente a lo que está alrededor que también se puede tomar así, pero de cualquiera de las dos formas me vale y me gusta. Y eso sí: mucho turista y mucha, mucha, mucha foto.

En las 2 taquillas de la torre… ¡madre mía, que locura! La cola de gente esperando daba varias vueltas, dicen que puedes estar 3 horas o mas esperando para subir. ¡”aluicineibol”!. Por cierto que, desde el Arco del Triunfo también se ve todo divinamente, incluida la Eiffel, también hay buenas vistas desde la azotea de las galerías Lafayette, y que decir de las vistas desde el piso 59 de la torre Montparnasse…


Y desde la torre, cruzamos el puente y llegamos a Chaillot. En la foto izquierda se ven los "Campos de Marte" con la Torre Eiffel, y detrás de ella asoma el Palacio Chaillot






Chaillot

No tuvimos suerte aquí, porque lo bonito es ver las fuentes del Trocadero (foto izquierda) lanzando sus chorros en dirección a la Torre Eiffel, pero no funcionaba, de modo que nos dimos un paseíto por los jardines del Trocadero, y como no hay mas que hacer por aquí, seguimos camino hacia el Museo Galliera (foto derecha), para llegar al Arco del Triunfo y así enlazar con la última zona que recorreremos esta mañana.



Arco Triunfo y Campos Eliseos

Es una de las zonas que mas me gustan de París, otra es por supuesto, el Barrio Latino, la primera por sus grandes avenidas, sus tiendas y restaurantes y desde luego el Arco del Triunfo, la segunda por su gente, pero ya hablaremos de ello cuando llegue su ruta.

El Arco del Triunfo (foto izquierda) nos recordó muchísimo a los que encuentras en el Foro Romano, y es que está inspirado en la arquitectura romana, concretamente en el Arco de Tito, ubicado en el extremo del Foro Romano y el Palatino en Roma, se puede comparar las fotos y se ve que son clavados los bajorrelieves de la bóveda.

Llegamos a la Plaza Etoile desde la Av. Marceau, la bordeamos para ver bien el arco y bajamos por los Campos Elíseos, ya los habíamos recorrido la noche de nuestra llegada pero ahora - por la mañana - todo es distinto como es lógico. Hay muchos restaurantes de todos los estilos y para todos los bolsillos, desde los más elegantes hasta “burguers” pasando por pizzerías, etc. Está muy animado, con ese bullicio que venimos observando – tan francés él – lo que se puede traducir bajo mi prisma en: aglomeración pero para nada molesta, sin ruidos ni choques ni empujones…

Y bajando los Campos Eliseos encontramos los edificios Grand Palais (fotos abajo izquierda y derecha) y Petit Palais (fotos aquí derecha e izquierda y superior derecha), el primero estaba cerrado al público así es que sólo lo vimos por fuera, pero el Petit Palais… ¡que cosa tan “pochola” de edificio!, no se me ocurre otro término que defina lo que me parece: no es muy grande (es “Petit”) y está muy ornamentado aunque no es muy ostentoso, sino mas bien como adornado con encaje… “pocholo” lo que decía. Entramos y pudimos ver una colección de pintura y escultura muy interesante, pero nos dimos cuenta de que la cámara de fotos tenía la batería en las últimas (¡que bien hemos hecho en llevar esta cámara, la batería ha durado sin recargar varios días y hemos hecho mas de 1200 fotos y están ahí, metiditas todas en la memoria… así ¡sin anestesia! No como en el viaje a Alemania que las pasé canutas también con este tema). Pues como digo, viendo que no íbamos a poder sacar fotos, le echamos un vistazo rápido y otro día fuimos de nuevo para empaparnos bien de la colección del Petit Palais, que merece mucho la pena, y por cierto, de los pocos sitios que tiene la entrada gratuita todos los días (creo que es el único que yo recuerde, en el apartado de Museos informaré del tema de las entradas en Museos y otros monumentos).

Y continuamos bajando, Plaza Concorde, ahora por el Jardín de las Tullerías, después por el Louvre, y a casita, a comer y a descansar que tenemos los pies hechos polvo.

Toda la tarde en casa descansando, yo soy una correcaminos empedernida, me pongo a andar y no hay quien me pare, bueno pues esta tarde estoy que ya no puedo mas, así es que tranquilidad, que estamos en un apartamento muy confortable de modo que nos quedamos viendo la tele y jugando con el ordenador…. Ahora, eso sí, a las 9 de la tarde nos volvemos a poner las pilas y decidimos ir de nuevo a la zona del Hotel de Ville (que yo había visto ya el martes, y mi guía prometía mucha animación por la noche), bien, no nos ha defraudado, iluminado está precioso y la plaza está concurrida, no con tanta gente como imaginaba pero es que quizás es pronto aún, y después del paseíto a cenar y a casa de nuevo, mañana será otro día.



Domingo 4 de mayo

Se nota que ayer descansamos porque hoy empezamos pronto, a las 9 y media ya estamos en la calle, a las 10 de la mañana ya estamos sacando fotos, y sin darnos cuenta vamos a estar todo el día de visita turística, veo que las últimas fotos se han tomado casi a las 7 de la tarde, y hoy no hemos pasado por el apartamento a comer. Sigue haciendo muy buena temperatura, eso es estupendo. Hoy recorremos 4 distritos: Ile de la Cité, Barrio Latino, St. Germain, y Montparnasse

Ile de la Cité

Desde la Pz.Chatelet atravesamos el Sena por Pont au Change y en la orilla opuesta aparece La Conciergerie (foto izquierda), es un edificio muy grande, antigua prisión usada durante la Revolución antes de terminar en la guillotina, aquí estuvo encarcelada Maria Antonieta, Danton, Robespierre, etc. Se puede visitar pero preferimos ver otras cosas.

Así es que seguimos hacia la Sainte Chapelle (foto dereha), que no se aprecia muy bien desde fuera del recinto del Ministerio de Justicia que es donde está, hay que entrar para poderla ver incluso por fuera. Había una cola considerable y al lado otra puerta donde no había nadie, como yo ya iba con la lección bien aprendida a base de leer foros del tema sabía que la otra puerta era para las personas portadoras de la tarjeta “Paris Museum Pass” pero aún así le pedí confirmación al señor que guardaba la entrada, y nos aseguró que con esta tarjeta no se esperaba colas, en ese momento decidimos que los dos últimos días del viaje los íbamos a dedicar sólo a ver los museos y monumentos con la famosa tarjeta, porque merecía la pena por no tener que esperar para entrar a los sitios, por precio podía salir algo mas barato que las entradas sueltas pero la verdad es que ese no es un motivo de peso porque te ahorras muy, pero que muy poco (¿y que son unos pocos euros en el contexto de un viaje?) y sin embargo te cansas mucho mas ya que al final vas a los sitios dos veces, la primera cuando estás haciendo el paseo para conocer la ruta y la segunda en esos dos días que reservas para verlos por dentro, y eso por un lado es bueno porque lo ves todo repetido y se te graban mejor las imágenes en la retina, pero por otro tiene el inconveniente de que te cansas mas. Bueno, nosotros lo hicimos así porque nos gusta ir a los sitios varias veces y con tranquilidad, es por eso por lo que hacemos viajes con tiempo.

Desde Sainte Chapelle, atravesando Rue Lutece y su Mercado de Flores y Plantas, llegamos a la plaza de Notre-Dame (fotos arriba derecha e izquierda), la recordaba muy bien de la otra vez, muy bonita y muy ornamentada, estaban oficiando misa cantada.

Y bordeamos Notre-Dame y cruzamos por el Pont au Double al otro lado del Sena, para continuar la ruta, ahora toca el Barrio Latino.





Quartier Latin

El barrio mas animado de todo lo que hemos visto en el viaje, nos recordaba muchísimo al ambiente de la zona del Trastévere de Roma, calles coloridas y estrechas plagadas de restaurantes turísticos con terrazas para poder comer fuera y menús turísticos griegos, turcos, etc. … Se parece hasta en el carácter de los dueños de los restaurantes: salen a la puerta y sonrientes te señalan la pizarra donde está escrito el menú (¡ni que no lo pudieras ver con lo grandes que son las pizarras!) te lo presentan con toda la cordialidad del mundo y en todos los idiomas que se les ocurre… que alguno será el tuyo. Pero es que no es raro, hay tanta competencia que de hecho están pegados pared con pared unos a otros, y claro, cada uno quiere que te sientes en el suyo. Nos gusta la tranquilidad, pero esto lejos de parecerme raro o antipático, todo lo contrario… me gustó el bullicio, la comunicación, la empatía entre la gente… todo el mundo sonríe, unos porque quieren venderte sus mejores servicios y otros porque estamos de vacaciones y queremos darnos todo los placeres que podamos durante esos días. No sé si podría vivir en una zona así, rectifico, seguro que no podría vivir en un sitio tan ruidoso y transitado, pero verlo en plan turista me fascina.

Fuimos a la Iglesia St. Julian le Pauvre, que actualmente pertenece a una rama ortodoxa griega, no nos gustó mucho, siguiendo la ruta de la guía llegamos a la libreria Shakespeare & Co (foto arriba izquierda), continuamos hacia la Iglesia St. Séverin (fotos arriba derecha e izquierda), esta sí es bonita, de estilo gótico flamígero con vidrieras altas, también estaban oficiando misa, pero claro, es que es domingo.

Y seguimos deambulando por calles y callejuelas, llegamos a la Plaza St. Michael, continuamos por el Boulevard St. Michael, aprovechamos para comer en uno de esos restaurantes que he descrito anteriormente, y después de comer seguimos camino, fuimos a ver la fachada del Museo de la Edad Media (foto arriba derecha) que data del Siglo XV, la Sorbona, y llegamos a la Iglesia St. Etienne du Mont (foto izquierda) que me hubiera encantado verla por dentro porque por fuera tiene un aspecto estupendo, pero ya son las 13,20h y está cerrada, lástima, continuamos al Panteón (foto derecha) y desde aquí nos dirigimos hacia el oeste, por la Rue Vaugirard para enlazar con la siguiente zona: St. Germain des Prés



St. Germain des Prés

Subiendo por la acera que delimita por un lado el Jardín de Luxemburgo, nos dirigimos al Teatro Odeón, y continuamos paseando el barrio, bajando por la Rue de L’Odeon encontramos una terraza haciendo esquina y nos quedamos a tomar un cafetito y descansar un poco. Tras la pausa seguimos paseando este barrio que se caracteriza por tener cafés emblemáticos por el hecho de haber sido testigos de tertulias de intelectuales y políticos durante los años 50, - vamos, como nuestro Café Gijón, o Café Comercial - , de hecho la guía lo que mas señala son precisamente eso, los cafés: el Café de Flore, la Brasserie Lipp, Les Deux Magots. Y el café que reivindica ser el mas antiguo del mundo: La Procope, fundado en 1686 y como los demás, con clientes ilustres entre los que figuran Voltaire, Napoleón, etc. Además del Museo Delacroix (que no vimos) y algún otro edificio sin demasiada importancia turística.

Entramos en un callejón y resultó ser uno de los lugares que la guía recomienda ver: el Cour de Comerce St. André (foto arriba derecha), mas que un callejón es una sucesión de patios, estrecho y pintoresco, tiene cafés, tiendas de souvenirs, y la fachada posterior de La Procope, ya que la anterior da a la Rue de l’Ancienne Comedie.

Aquí está ubicada la Iglesia de St. Germain des Prés (fotos derecha e izquierda), al parecer la mas antigua de París pues sus orígenes datan del año 542 en que fue construida por el rey Childeberto (que no lo he oído en mi vida), eso pone le guía, pero también dice que la iglesia actual data del siglo XI y restaurada en el XIX. Eso sí, se conserva una de sus tres torres originales, bueno a mí me gustaron sus vidrieras, y de este barrio me quedo con las calles, los cafés y los músicos: en los alrededores de la iglesia 2 grupos haciéndose competencia musical, aunque los que estaban en la plaza mas cercano a las puertas eran fabulosos, tocaban jazz de Nueva Orleáns y sonaban muy pero que muy bien, ¡vamos que cerrabas los ojos y te trasportabas al Sur de “Los Estates” en un pispas!…

Y desde la iglesia, volvemos sobre nuestros pasos para tomar ahora la ruta del Quartier de Luxembourg.