Circuito por TAILANDIA
Día 5: RIO KWAI
Salimos hacia el Río Kwai (y su tristemente famoso puente) está en la provincia de Kanchanaburi, y antes paramos en el Cementerio de los Aliados en la II Guerra Mundial -también en Kanchanaburi- (conmovedor recuerdo de los obreros asiaticos y las tropas aliadas que allí murieron, casi 7000 prisioneros). Muy cerca podemos ver (a través de una valla) un cementerio chino (foto dcha).
El puente era parte de un ingente proyecto japonés , la línea de ferrocarril birmano-siamesa de 414 km a través de la cual los japoneses pretendían tener una salida al mar -después de que los aliados bloquearan sus rutas marítimas- unos 60.000 prisioneros de guerra aliados y 300.000 peones asiáticos fueron obligados a trabajar en condiciones infrahumanas y en turnos de 18 horas ya que el código samurái no reconocía derechos humanos a los prisioneros de guerra aliados.
Hasta ahora no he hablado del tema mosquitos/malaria, es sabido que hay grandes probabilidades de que te pique algún mosquito (en cualquier sitio de Tailandia) por lo que nada mas llegar a Bangkok el primer día ya nos embadurnamos bien de Relec, y así hemos hecho a diario, y no nos ha picado ningún mosquito en el viaje.
Día 6: AYUTTHAYA
Aprovecho esta foto que tengo con los niños, para explicar, la enseñanza es obligatoria y gratuita hasta los 13 años, pero como los monjes de los monasterios enseñan a los niños (no a las niñas), ellos pueden continuar formándose gratuitamente.
En un improvisado puesto al borde de la carretera, Sofía nos muestra lo que venden, son ratas de arrozal asadas, para ellos un manjar que supera en precio a otras carnes (la de rata de arrozal vale 160 baths /kg, mientras que la de cerdo sólo vale 140 baths/kg)
Ayuttaya es el conjunto arqueológico mas importante del país, de gran interés histórico ya que fue la segunda capital de Tailandia (s.XIV a sXVIII), y su Parque Histórico ha sido declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO, -de hecho- este es uno de los motivos por el que contratamos este viaje (a diferencia de otros que no tenían estas visitas).
Dentro del Parque Histórico que es muy grande, lo hemos paseado a placer y visto todo, lo mas destacable es:el Wat Phra Si Sanphet (el templo real) con sus 3 chedis visibles casi desde cualquier ángulo y en cuyas cámaras centrales se enterraban las cenizas de los reyes, y coincidimos con un grupo de meditación compuesto por un monje y varias monjas y novicios
que me recuerda mucho al mercado de las especias de Estambul donde he estado hace unos meses) cosas como piel de distintas serpientes, pescados gelatinosos y otros secados al sol, verduras irreconocibles, son muy interesantes estos puestos de “comida”, aquí mismo me he comprado una pamela blanca que me ha protegido del sol durante todo el viaje. Hasta ahora llevamos exactamente una hora de visita
Al salir, Sofía reparte en el autocar una especie de tortita que ha comprado para que las probemos, está muy dulce, muy rica.
Seguimos hacia Wat Kai (supuestamente, un templo de los monos), ha sido tal chapuza que la misma Sofía ha decidido que seguíamos hasta Lop Buri (el verdadero "templo de los monos"), de este nada reseñable, 3 monos que ni vienen, el monje nos lleva a un recinto con “grupos escultóricos” léase con ironía que representan los pecados y vicios humanos, y después la salvación de Buda, dice que por allí hay cobras pero él no las teme porque habla con ellas, en resumen: un chalado que vive en un entorno absurdo, para olvidar
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Continuamos camino hacia Phitsanulok, y llegamos atardeciendo, el hotel Toplan está muy céntrico, desde la ventana se ve una pagoda y un prang, pero ya no salimos, me quedo dándome una buena bañera (salvo en la cabaña, todos los hoteles han tenido bañera, que me encanta) y nos quedamos descansando.
Día 7: SUKHOTAI
Comenzamos por Wat Mahatad (el templo real), un impresionante escenario con un precioso lago y las ruinas de lo que en su momento fueron unos 200 chedis, y muchos wihans y mondops, que son elementos presentes siempre en los recintos de los wats:
Atravesando un puente de madera llegamos a Wat Srasri, vemos el chedi, foto del grupo de hombres con la figura femenina de Buda, y seguimos a la zona central -que como en otros recintos- tiene columnas delante, en medio un inmenso Buda sentado y el chedi detrás, y nos hacemos una foto del grupo en otro puente que da acceso al Wat Srasri. Terminamos visitando el monumento al rey de Sukhotai “Po kun Ramkamhaeng”.
El Parque Histórico de Sukhotai me ha impresionado, es una maravilla de arquitectura jemer ubicada en un lugar insuperable, hemos estado 2 horas y cuarto allí y he comprado 3 tallas de madera que me gustan muchísimo. En el autocar Sofía reparte distinas especialidades culinarias y algunas frutas que ha comprado para que las probemos, riquísimo todo.
Llegamos a Chiang Rai, el hotel Le Meridien es una pasada (catalogado con 5 estrellas y lujo) es una maravilla de hotel, tanto la habitación como las zonas comunes, la piscina es rebosante y aparenta perderse en el lago, además los jardines limitan en la zona trasera con un pequeño, estupendos salones... una pasada en el que pasaremos las 2 próximas noches. La verdad es que todos los hoteles han sido estupendos, ninguno ha bajado de 4 estrellas, eso es una delicia.
Día 8: CHIANG RAI (Tribus y Triángulo de Oro)
Salimos pronto hacia la montaña Mae Sai, para visitar 2 tribus: la Akha y la Yao. En Chiang Rai paramos a comprar grandes bolsas de chuches para los pequeños. Ya en la montaña subimos en grupos de 9 con varias camionetas, la parte trasera -sin puerta- va provista de un banco corrido por cada lado en donde caben 8 personas y con la que se sienta al lado del conductor -en la mía he sido yo- componen las 9 personas.
Llevamos días intentando sacar alguna foto buena de los arrozales que constantemente vemos desde el autocar, y hoy -aprovechando que hay tantos y que vamos mas cerca, puedo abrir la ventanilla y saco mi ansiada foto).
La aldea está instalada en un considerable terraplén de tierra suelta por donde gallinas y polluelos campan a sus anchas, y que nos hace pensar en lo que debe convertirse en la época de lluvias, porque tanto barro en una pendiente tan pronunciada debe ser terrible. Viven en casa de bambú y listones de madera y tejado de paja. En una de ellas tienen el colegio.(la foto de la izq es una madre y su hija Akhas, las otras son Yaos)
Rosa lleva varios días a la caza de la foto de alguna fábrica artesanal de las llamadas “Casas de los espíritus” que hay en cualquier casa, hotel, tienda... Tailandesa, , y hoy ya hemos conseguido una. Entramos al Museo del Opio, yo no le ha visto el interés pero está programada y además es sólo un ratito así es que me entero de las explicaciones de Sofía -que a los 5 minutos se me han olvidado-, sólo unas pocas fotos testimoniales.
Y al hotel, con tiempo suficiente para un chapuzón en la preciosa piscina, nosotras preferimos descansar y yo darme mi añorada bañera.
Hoy consigo mi foto de larvas, gusanos, cucarachas y demás bichos convertidos en crujientes aperitivos (para su gusto -por supuesto- que yo ni muerta),Y en el mercado... pues eso... mirar, regatear... como ayer, hoy Rosa y yo nos hemos sentado a tomar una cerveza en la plaza donde ofrecen el espectáculo de la danza tailandesa, el vestuario de las bailarinas es mas sencillo que el de ayer, se está muy bien aquí, tomando una cervecita, en buena compañía y viendo las danzas.
Para compartir tuc-tuc de vuelta al hotel, hemos quedado de antemano con un matrimonio y a la hora convenida estamos los 4, ayer costó la negociación del precio del tuc-tuc, pero hoy a la primera han aceptado. A dormir
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Día 9: CHIANG RAI- CHIANG MAI
3 horas de autocar separan las 2 ciudades, pero se hace ameno porque hacemos paradas con visitas muy interesantes (el Templo Blanco en Chiang Rai) y otras entretenidas (las fábricas de artesanía en el pueblo San Kampaeng de Chiang Mai)para terminar en el plato fuerte de Chiang Mai (Wat Doi Sutep).
Aprovecho para hablar del tráfico y el modo de conducir en Tailandia; Ya comenté que tiene fama de mucho tráfico y de que no se puede cruzar las calles, pero no es así, tiene tráfico pero -como circulan a velocidad normal y mantienen su carril sin cruzarse a otros-, no es peligroso cruzar, sólo hay que esperar a que se produzca un “claro” y entonces cruzar dando una pequeña carrerita, nada mas. Nada que ver con El Cairo, ni siquiera con algunas ciudades de China -estoy pensando en Guilin y algunas calles de Beiging- en donde los coches vienen desde todos los sitios, cruzandose carriles, en diagonal y todo eso a mucha velocidad, ahí sí tienes que poner mil ojos y terminar esquivándolos por milímetros, en Tailandia para nada.
Y en carretera, es cierto que no respetan ni una sola señal y que hacen barbaridades que no se nos ocurriría hacer aquí, por ejemplo, si en una autopista tienen que hacer un cambio de sentido se esperan a que se produzca un claro y dan la vuelta a lo bestia quedándose en la mediana hasta que consiguen -tras esperar otro claro en la otra dirección- incorporarse al carril, y ya está. Es una barbaridad pero lo hacen en el momento en que el riesgo es absolutamente nulo. Otra situación que he visto son 3 camiones y un autocar ocupando 2 carriles (1 por cada sentido) al intentar adelantar en ambas direcciones, “no pasa nada” es la frase Tailandesa y la hemos oído un millón de veces de labios de Sofia, los de los laterales ocupan todo el arcén y los 4 se juntan hasta casi tocarse... y caben, y no ha habido el menor riesgo, todos se han acomodado y todo ha salido bien.
Sofía nos informa de que el carnét lo dan en un sólo día de clases -y no se broma-, el teórico es fácil y te dan 2 oportunidades en la mañana y a la tarde en el práctico sólo tienes que aparcar en un sitio grande y ya está, cuesta 80 baths (unos 2 €) y el que no lo saca es un completo inutil, Sofía bromea con que “¿cómo van a conducir si se obtiene en un día”?, pero repito que no sientes peligro jamás.
Sólo el 20 % de la población tiene coche porque son caros, comparando precios: un coche normal cuesta 600.000 baths y un chalet 500.000 baths (mas barato que el coche)
Al salir hay una estructura dorada que parece otro templo pero -aquí todo es raro- son los aseos y tienda de recuerdos, y en sus alrededores hay árboles de los que cuelgan cabezas representando a fumadores y alcohólicos (sobre esto yo no opinaré, sólo documento)
Seguimos y hacemos una parada técnica en un geiser de aguas termales, vemos 3 prangs que parecen un templo jemer pero es un centro comercial, frente al geiser hay un canal por el que circula el agua termal que está casi hirviendo, y la gracia es meter cestitas con huevos para que se cuezan.
Llegamos al pueblo artesanal San Kampaeng, allí visitaremos 5 fábricas artesanales -a petición nuestra, ante la sorprensa de Sofía- pero es que sólo queda por ver el Templo Doi Sutep, y como sobrará tiempo preferimos ver algo interesante,
Primero vamos a la de sombrillas, vemos el proceso desde el machacado de la corteza de madera para hacer la pasta, hasta el minucioso pintado a mano de sombrillas y de lo que quieras porque pintan -por un precio, obviamente- lo que les des, ya sea un monedero, una funda de móvil, o la ropa que llevas puesta.
Después los trabajos artesanales de plata, vemos cómo van surgiendo primosoras filigranas a base de punzón y habilidad.
La de gemas a mí no me ha interesado, mucha piedra preciosa, pero el proceso de tallado y engarzado -aunque minucioso- no es espectacular, Rosa se ha comprado una pulsera de jade.
La visita a la fábrica de sedas es muy instructiva - ya vi otra en Turquía-, cómo se hierven las bateas de capullos, se convierten en hilos ayudándose de la rueca, y los tejen en varios telares, después -como en todas- hay tienda por si te apetece llevar un recuerdo.
En la de teka se disfruta de verdad viendo aquellos artistas covertir un tronco en una verdadera obra de arte, me intrigaba cómo conseguían hacer tantos niveles de relieve, lo hacen con pequeños buriles y punzones con los que acceden cada vez mas en profundidas a través de capas mas superficiales, da gusto verlos trabajar.
La mayoría entramos para recibir la bendición de un monje que la está dando por grupos, uno a uno nos salpica lo que los católicos llamaríamos “agua bendita” y nos coloca en la muñeca izquierda una cuerdecita blanca previamente bendecida que protege la salud, a los hombres les ata la cuerda, a las mujeres la coloca sobre la muñeca -los monjes tienen prohido tocar ni ser tocados por las mujeres-, yo he querido su bendición pero no me he atado la cuerdecita porque no quiero llevarla siempre y jamás me atrevería a quitármela una vez atada, así es que la he guardado con cuidado y espero que también me proteja así, se me hace extraño avanzar de rodillas hacia un monje -todo el grupo-, porque no entra en mi cultura pero es el ritual y ha de respetarse absolutamente, porque además con ello estás mostrando respeto a quien lo practica.
Hemos coincidido en el momento en que algunos monjes (como en todos los templos, allí vive una comunidad) entraban a la oración, y posterior lectura de unas tablillas llevada a cabo por uno de ellos.
Y ya termina el día, al hotel The Empress para una duchita reparadora y de nuevo salir al cercano “mercado nocturno” que es el mas famoso, es inmenso -según mi guía puede competir con el famoso “Chatuchak” de Bangkok que ocupa el espacio de unos 5 campos de futbol juntos, la verdad es que aquí yo no he conseguido comprar nada que me interese y Rosa sólo ha comprado -al día siguiente-algunas camisetas Lacoste, porque ambas opinamos que para comprar era mejor el de Chiang Rai (a pesar de que este es interesante de conocer, por el ambiente, los puestos, el bullicio...), por eso nos hemos dado un gran paseo y hemos acabado tomando una cerveza en un pub muy agradable, y ya bien anochecido volvemos al hotel.
Día 10: CHIANG MAI
y termina con el plato fuerte: 3 elefantes pintores ¡que es para verlo!, la habilidad con que pintan es incuestionable -sólo hace falta ver el resultado-, pero es que además ver todo el proceso de elaboración del cuadro es divertidísimo: de vez en cuando se retiran -como haría cualquier pintor- para poder apreciar en perspectiva cómo va quedando su cuadro, y -cuando dan por finalizado uno de los motivos del cuadro- se vuelven al público y asienten varias veces con la cabeza buscando el merecido aplaúso -que por descontado, le damos con ganas y con vítores-,
Una vez terminados los 3 cuadros, quedan expuestos para que podamos acercarnos y verlos en detalle, están fantásticamente hechos, ¡qué maravilloso animal es el elefante!.
Ahora nos llevan a comer, el restaurante al aire libre está dentro de una plantación de orquídeas en Sai Nampueng, precioso el entorno.
y con esto no pretendo trivializar con el auténtico y real peligro al que se enfrenta el Tailandés que trabaja en el espectáculo, no son juguetes, son cobras provistas de su letal veneno (como nos demuestran obligándolas a soltar el veneno en un vaso transparente, para que veamos como sale de sus glándulas), ante una eventual mordedura se dispone de 1 hora para salvar la vida -mediante el correspondiente antídoto- aunque dejará secuelas permanentes (dedos amputados y heridas similares), eso referido a la cobra común, que si se trata de la King Cobra no hay posibilidad de salvar la vida, porque se yergue mucho mas y al morder lo hace a la altura del corazón con lo que es imposible que el antídoto pueda hacer nada.
Después nos ponen en los hombros (a quien quiera, yo quise) una pitón, y hasta aquí hacen bromas, a Fernando -que fué el primer espontáneo- le situaron la cabeza de la pitón peligrosamente cerca de la ingle, y a mí -segunda- cuando ya la tenía puesta por los hombros, uno de ellos me rozón con un pequeño pellizco el muslo por atrás para que me asustara pensando que me picaba otra bicha... ha sido un rato muy divertido este de las cobras.
Ahora el grupo se divide, unos pocos entran en una atracción de tigres (400 baths), a mí no me interesa porque consiste en entrar en una jaula grande donde está el tigre y su cuidador, y cuando el tigre se tumba, te pones detrás y le acaricias en lo que te sacan la foto. Me da reparo y además no le veo la gracia. En el puente sobre el río Kwai pude “amasar” a un cachorrete de leopardo mientras tomaba biberón y eso sí me gustó mucho, fué un momento mágico y entrañable (creo que lo mejor del viaje), pero esto no tiene nada que ver.
De vuelta al hotel, recorremos todo el mercado de arriba a abajo porque quiero encontrar un imán para mi madre (en el mercado flotante de Damnoen Saduak, compré sólo un imán porque estaba mal rematado tengo otro del elefante con la mujer jirafa que -al ser tan específico-es un recuerdo sólo para quien ha tenido esa experiencia concreta, no es tan genérico como uno de Bangkok o de Tailandia, así es que aún no tengo imán para mi madre). Finalmente consigo uno de Chiang Mai. Rosa ha comprado varios Lacoste. Buscamos -sin éxito- el pub donde tomamos anoche la cervecita, así es que debemos conformarnos con una terraza -sinb mucho interés- situada en una plaza adyacente a la principal, aunque en el paseo final hemos localizado el pub de ayer.
Día 11: CHIANG MAI
Con la mitad de tamaño que Bangkok, según mi guía tiene un número similar de templos, según Sofía tiene 1.200 templos (Bangkok 400), la diferencia puede ser debida a que los wats son conjuntos de templos, pero el dato inequívoco es que tiene muchos wats.
Al pasar por un McDonalds me salta a a vista el saludo tailandés del payaso Ronald Mac Donald.
Traspasamos la muralla que rodea la ciudad antigua por la puerta Tha Phae, y accedemos a la calle Ratchadamnoen, una vez dentro -aunque al principio pretendemos seguir la ruta que marca mi guía- finalmente desistimos ya que los nombres de las calles son muy parecidoy ( Ratchadamnoen, Ratchamankha...) y como tenemos todo el día preferimos ir paesando y viéndolo todo (que dará tiempo sobradamente), los 2 únicos templos que buscamos -ya que son los mas importantes- son: Wat Chedi Luang y Wat Phra Sing.
Wat Mueng Ngon Kong, Wat Phra Chao Mengrai, Wat Phan Waen... me es muy dificil poner nombre a cada foto que tengo de los templos porque son muchos
De tanto caminar nos hemos salido de la ciudad antigua y nos topamos con el canal que la circunvala perimetralmente a medio km distancia todo alrededor.
Encontramos el recinto de un templo y entramos para comer -unos frutos secos que llevamos- sentadas en una mesa de madera que hemos visto, en el recinto viven monjes (de hecho a 2 metros de donde estamos, podemos ver sus túnicas tendidas en la galería superior, pero sabemos que son hospitalarios y no les molesta que estemos allí en silencio)
Volvemos sobre nuestros pasos camino de nuevo a la ciudad antigua, y -como ya hemos visto demasiados templos-, ahora nos deleitamos -y sacamos varias fotos- con los establecimientos de tipo pub y guest houses que vemos -la mayoría con aspecto tropical, grades y frondosas plantas, y mucha madera, muy bonitos. La ciudad antigua nos ha encantado, con razón tanta gente viene a hospedarse aquí (mayoritariamente mochileros).
ahora empieza el calvario del regreso (tal y como ocurrió en China), primero un vuelo de 1 hora y veinte minutos hasta Bangkok, salimos a las 20,50h y llegamos allí a las 22,10h, ahora 2 horas de espera en la escala y después 13 horas y cuanrenta minutos de vuelo hasta Madrid. Eso siempre es incómodo -por muy bueno que sea el vuelo pero lo llevo bien porque me gusta mucho viajar-, y a las 7,50 h de la mañana aterrizamos en Barajas.
RESUMEN DE IMPRESIONES
ASIA me está enamorando, cuando regresé de China comenté que era -junto con Egipto- el viaje mas espectacular de cuantos había hecho, pues ahora uno Tailandia a este grupo de viajes impactantes. Ha sido un viaje fantástico, hemos visto sitios espctaculares, lo hemos pasado genial, con Rosa muy bien, y el tour también muy bien. Lo he disfrutado muchísimo.
¡¡Un viaje espectacular!!. Espero poder realizarlo pronto.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo y por toda tu ayuda