miércoles, 10 de abril de 2013

Viaje a VIETNAM y CAMBOYA 2013

VIAJE A VIETNAM y CAMBOYA (del 12 al 26 de Marzo)

Dia 11
Menchu viene a dormir a casa de mi madre para poder salir mañana muy temprano, a las 5h nos recoge el taxi, mi madre se ha levantado antes que nosotras para tenernos preparado el desayuno. ¡Tengo una madre que vale un potosí!

Dia 12
Pues eso, madrugón, espera de 2 horas en el aeropuerto, vuelo a Londres (con aterrizaje pelín violento porque había mucho viento y la impresión que nos ha dado es la de tomar tierra a mucha velocidad, no entiendo digo sólo la impresión). El aeropuerto de Londres está nevado y a 2 grados bajo cero... ¡qué frío!, a pesar de que tenemos 3 horas de espera se pasan rápidamente porque hemos de ir a la terminal sur -estamos en la norte- y el transfer se demora una eternidad (que parece mas eterna aún por el frío que hace), pero tomamos sin contratiempos el avión con destino a Hanoi. Vuelo cómodo (todo lo cómodo que puede ser un vuelo de mas de 11 horas, pero si quieres ir a Asia esto es lo que hay, así es que te mentalizas y te haces el vuelo lo mas cómodo posible y ya está).

Día 13: HANOI
Llegamos a las 6 de la mañana hora local, que con el desfase horario de 6 horas corresponden a las 12 de la noche de España. Mi móvil ya me dió problemas en Londres -y a Menchu el suyo también, y ahora en Hanoi siguen igual, se lo comentamos a la guía que ha venido a buscarnos (Ñum, un encanto de mujer) y nos indica una tienda que está allí mismo en el vestíbulo donde venden tarjetas telefónicas vietnamitas. Las dos compramos la de 28 dólares que dura 60 minutos de llamadas con España. Esperamos media hora a que aparezca una pareja pero no están, de modo que Ñum nos lleva al autocar que nos dejará en el hotel y ella permanecerá en el aeropuerto hasta que se sepa algo de nuestros compañeros.

La primera impresión es la de un tráfico caótico, hay miles de motos (el vehículo mayoritario, de hecho casi no se ven coches ya que cuestan el doble que una vivienda y sólo los muy ricos pueden acceder a ellos), y en ocasiones en una moto van toda una familia: los padres y los niños y bebés,

en una ocasión hemos visto al padre conduciendo, la madre detrás y el bebé abrazado a la madre en sentido contrario, en otra hemos visto a los padres y 2 niños. 
En la moto se trasporta todo lo imaginable: desde jaulas con animales, hasta muebles, hemos visto a 2 chicos y entre ellos una puerta de madera... en fin... anécdotas de las motos de Vietnam hay para no parar.


Nos sorprenden las casas, son muy estrechas y altas. Posteriormente Ñum nos explicó que el gobierno ofrece a un precio razonable parcelas de 4 metros de ancho por 10 de largo. Aunque por supuesto si tienes posibilidades económicas puedes comprar la del vecino y hacer tu casa mas grande, pero lo normal es que casi todas las casas tienen esas dimensiones. De la estructura interior hablaremos mas tarde, cuando visitemos Hoi An.

El hotel “Moon View” está perfectamente situado -cerca del barrio antiguo y el mercado mas al sur, y también cerca de los lagos Truc Bach y Ho Tay hacia el noroeste) y es muy agradable, nos permiten dejar las maletas en el lobby (el check es a partir de las 14h, y son las 8 de la mañana) y al preguntar por algún sitio para desayunar nos ofrecen la cafetería que hay en la penúltima planta (nuestra habitación está en la última, y desde ambas hay unas vistas fantásticas de la ciudad) y nos invitan a café y a lo que hubiésemos querido -sólo queremos café-.

Y empezamos a disfrutar de esta exótica ciudad, caótica de motos, todo el mundo lleva mascarillas para evitar respirar aquel aire tan contaminado, y lo cierto es que cuando llevas un día respirándolo te empieza a molestar los ojos y los pulmones. Demasiados miles de tubos de escape juntos y a todas horas.

 

la gente vive en la calle, invade las aceras sentada en pequeños taburetes de plástico (que me recuerdan a los que usamos para que los peques alcancen al lavabo) comiendo a todas horas -hacen varias comidas pero poco contundentes- con la cabeza próxima a cuencos caldosos y llevándose a la boca pequeñas porciones entre palillos.
Es una población joven, el 65% tiene menos de 45 años (debido a las últimas guerras).

Personas que llevan sobre sus hombros la clásica vara de cuyos extremos cuelgan 2 cestillos en los que llevan de todo lo que pueda imaginarse, aunque generalmente suele ser comida. No hay mendigos pero sí hay pobreza. “La vida aquí es dura” nos dice Ñum, las casas ni siquiera tienen las comodidades mas básicas, no hay electrodomésticos, ni cocinas de gas, sólo hornillo de carbón, hierro o leña.

Nos dirigimos al norte, queremos ver la Pagoda Tran Quoc que está en el Lago Truc Bach para lo cual tomamos la ancha avenida Phung Hang Dau y Phan Dinh.  
Pasamos al lado del muro de la Ciudadela, después vemos una Iglesia que se vislumbra entre arboles,vamos observando a la gente en su cotidianidad, el caos de líneas telefónicas que ya me sorprendió en Bangkok -y veo que se repite aquí-,


la 1ª visita será el Templo Quan Thanh, pretendíamos llegar callejeando por lo que nos hemos metido en una estrechísima callejuela sin salida pero que nos ha permitido observar a las mujeres fregando sus zaguanes, otras en pijama comprando en un improvisado puesto callejero -es decir 2 bandejas en el suelo-, en fin... su vida.

La entrada al Templo Quan Thanh es simbólica -creo que apenas unos céntimos de dolar-, en el interior 2 muchachos haciendo artes marciales, después he sabido que es un centro de entrenamiento para artes marciales.
Es un templo taoísta que data del siglo XIX, traspasado el gran patio central con el típico inciensiario que envuelve la atmósfera de ese humo penetrante, llegamos al santuario donde encontramos una gran estatua de bronce de 4 metros de alto y unos 3.600 Kgs realizada en 1677, que representa a Tran Vu -deidad taoista cuyos símbolos de poder son las serpiente y la tortuga- flanqueado a ambos lados por 4 guardianes.

Ahora llegamos a los dos lagos: Truc Bach y Ho Tay, nos adentramos a través de la Than Nien.
Varios jardineros ataviados con su mono azul y su sombrero vietnamita (creo que se llama Non La) están arreglando los parterres. 
 
Mucha gente se relaja sentados en la gran zona verde de la que parte Than Nien, algunas mujeres insisten en colocarnos sus varas con cestillos para hacernos la foto pero si deniegas con una sonrisa, te devuelven otra sonrisa y se van. Ningún vietnamitao nos ha importunado en absoluto.

La Pagoda Tran Quoc es la mas antigua de Hanoi -data del año 545- y tanto por su privilegiada ubicación (literalmente dentro del lago) como por su alta estructura que mide 15 metros de altura es una preciosidad. Para acceder debemos atravesar un camino por encima del lago y llegamos a un jardín de bonsais y plantas exóticas.
Construida según criterios budistas, tiene 11 niveles (que corresponden a los distintos estados de Buda), en cada nivel hay 6 puertas custodiadas por sendas estatuas de Amitabha forjada en piedras preciosas.
 
Según vamos paseando -y necesitando cruzar calles- vemos que no es en absoluto peligroso, por supuesto que hay centenares de motos pero van a 40 o 50 Km por hora y siguiendo una norma básica se puede cruzar casi cualquier calle sin problema, ¿cual es esa norma?, pues simplemente no correr, mirarles para entenderse sobre si vas a pasar o a esperar a que pase y ya está, caminando normalmente ellos te esquivan sin ningún problema (por eso el no correr, porque les despistaría).

Hemos atravesado muchísimas calles en todas las ciudades y no ha habido ninguna situación ni por asomo dificil. Entre las motos la norma es algo mas sonora: usan el claxon para señalar sus intenciones, logramos comprender que 2 toques significa que tiene intención de pasar él (lo que en nuestros juegos infantiles equivaldría al “me lo pido”), sonoro pero de nuevo sin ningún peligro.


 Regresamos al hotel, y aunque sólo son las 11 de la mañana ya nos pueden facilitar habitación (es estupenda, como dije está en la última planta y tenemos 2 grandes ventanales en 2 sendas paredes con lo que las vistas son fabulosas). Tras ducharnos volvemos a nuestras visitas.

Nos dirimijos al sur, queremos ver la Pagoda del Embajador, sirve de sede oficial en Hanoi al budismo mahayana , data de 1942 y alberga imágines de las encarnaciones pasada, presente y futura de Buda.

Hacia el norte (con un pequeño despiste de apenas 2 minutos), para llegar a la catedral de San José (también conocida como la pequeña catedral de Notre Dame de Hanoi, dada su similitud no a la de París sino a la de Saigón). De estilo neogótico construida por los Franceses en 1886, mide 64 metros de largo por 21 de ancho y 32 de alto.
En la explanada delantera -donde se ubica la imagen de María Auxiliadora- vimos una pareja de recien casados haciéndose las fotos de rigor (por cierto, es costumbre casarse una semana antes, y después se vuelven a vestir y se hacen las fotos, así no incomodan a los invitados haciéndoles esperar), y en el mismo sitio un grupo de adolescentes realizando bailes o gimnasia rítmica (que como en China, nunca sabes como denominarlo, ya que realmente se trata de movimientos acompasados y suaves sin mas pretensiones que la de empatizar y divertirse). Frente a la catedral pudimos fotografiar el caos de cables del tendido telefónico, no termina de sorprenderme.

Continuamos hacia el este tomando la ancha avenida Trang Thi, Hank Khay y Trang Tien y aparece el sugestivo Lago de Hoan Klem (con gente disfrutando en todo el espacio de cesped que lo circunda, como ocurría con los 2 lagos que vimos anteriormente). Es un lago natural de agua dulce y mide 640 m de largo por 220 de ancho con un perímetro de 1750m.
Y en el centro del lago -algo alejada- emerge una pequeña construcción llamada la Torre Tortuga

A orillas de lago un famoso puente de madera pintado en rojo da acceso a una pagoda -como veremos mañana-, pero hoy desde aquí no lo vislumbramos, sólo la Torre)

Nos apetece comer algo y vemos un lujoso centro comercial en la misma avenida Trang Thi, como tiene un aspecto fenomenal entramos, es un elegante centro en el que se ubican las grandes firmas, en la planta superior comemos unos rollitos vietnamitas y 2 cervezas calentorras -que intentan enfriarlas poniendo hielo en los vasos, lo que nos ha dejado perplejas y por supuesto no aceptamos-, pero nos conformamos con la temperatura de la bebida porque hasta ahora es el único sitio que nos ha parecido bien para comer, he de decir que la comida vietnamita no nos ha gustado y durante todo el viaje hemos preferido cenar pizza,

una vez repuestas del hambre y el calor, continamos hasta llegar al Teatro de la Ópera, y seguimos hasta el Museo de Historia (cuya foto de la fachada de mi gúia me ha recordado a la casa Vinmaker de Bangkok, pero no, ni es de madera ni tiene nada de especial) así es que simplemente ha sido un paseo agradable que ha servido para tomar el ritmo de la ciudad, de la gente, de la decoración de alguna calle, del tráfico, en fin... de la vida.


Ahora nos dirijimos al Barrio Antiguo de Hanoi también llamado de las 36 calles por los 36 gremios artesanales que lo formaron, actualmente sus estrechas calles callejuelas y callejones venden todo tipo de mercancías, en un hervir de turistas a la busca del souvenir, vietnamitas comprando cosas de consumo habitual, restaurantes vietnamitas con decenas de personas sentadas en la calle en los pequeños taburetes de plástico, decenas de motos invadiendo las aceras (lo que unido a las personas que están comiendo y a las mercancías expuestas, hace que sea imposible transitar por la acera), centenares de motos por la calzada esquivando tanto a las personas como a los varios tuk tuk ocupados invariablemente por un turista y que -según pude comprobar- tienen prioridad absoluta.... en fin... la vida.

De regreso al hotel aún podemos recoger algunas impresiones mas, de los comercios, algún templo por fuera, vemos una escultura típica de ideario comunista. Después veremos multitud de posters con el mismo argumento, pero hoy no me he fijado. Compramos 2 cervezas, unos anacardos y alguna cosa mas y cenamos en la habitación. Hasta mañana.

Dia 14: HANOI

Durante todo el viaje me despierto a las 5 de la mañana y ya no pego ojo, eso me ha permitido observar cómo la ciudad despierta a eso de las 5,30h, observar el parking de motos que hay bajo mi ventana atendido durante toda la noche por un chaval, y sacar unas buenas fotos desde la habitación,

Ayer quedamos con Ñum en el vestíbulo a las 8h, y aquí están ya la encantadora pareja con la que compartiremos hotel todo el viaje. Carlos y Sole son de Vitoria y nos cuentan que -salvo nosotras- el resto del grupo (somos 13 en total) ha venido vía París, y allí les han tenido 5 horas retenidos sin despegar (de hecho 2 horas dentro del avíon), pudieron enlazar con otro vuelo de Hanoi sólo porque se trataba de la misma compañía, pero las maletas de todos han quedado en París.

Somos el primer hotel que recoge el autocar, y a continuación pasamos por otros 2 hoteles donde esperan el resto del grupo. Hemos tenido una inmensa suerte con la gente que se ha apuntado a este viaje, absolutamente todos son personas muy gratas y afables con quienes ha sido muy satisfactorio compartir estos días, al final hasta pena daba separarse, espero poder seguir en contacto porque me han resultado una compañía muy agradable.

Nos dirijimos al Mausoleo de Ho Chi Minh, y de camino vemos a un pobre chaval cuyo cargamento de huevos está desparramado y destrozado en el pavimento, probablemente la moto se ha caído y con ello la mercancía, quizás para él esto sea mas grave de lo que nos puede parecer, en Vietman tienen un sueldo medio de unos 100 a 150 dólares al mes y puede que este accidente suponga un serio varapalo para su economía. Pobre chaval. 

El Mausoleo de Ho Chi Minh es una gran construcción de marmol gris situada en el extremo oestte de la plaza de Ba Dinh. Nos ha sorprendido la marcial autoridad con que somos tratados los visitantes, obligándonos sin la menor sonrisa y durante todo el recorrido a ir en parejas y en silencio mientras andamos por la plaza y anteriormente a través del pasadizo cubierto de madera, hasta llegar a la puerta del mausoleo.
Ni que decir tiene que en el mausoleo están prohibidas las fotos (con razón, porque lo que se expone es nada mas y nada menos que un cuerpo humano embalsamado -el de Ho Chi Min-), el interior es sombrío y algo abrumador, muchos vietnamitas vienen a presentar sus respetos.

Ñum nos relata cómo Ho Chi Minh no quería este tipo de tumba, muy al contrario en su testamento especificó sus deseo de ser incinerado y que sus cenizas fueran esparcidas por Vietnam del Norte, Central y del Sur, como símbolo de la unidad nacional a la que había dedicado toda su vida. Pero al morir -en 1969- los dirigentes del polit-buró desoyeron su voluntad y le llevaron a embalsamar a Moscú, por entender que -en aquellos delicados momentos políticos- sería mas efectivo si el pueblo le pudiera seguir visitando y rindiendo homenaje. Nos acercamos al cercano Palacio Presidencial (foto arriba), una pulcra construcción de color albero que pudimos observar sólo desde fuera.

Acto seguido nos llevan a la Casa del Presidente Ho Chi Minh, situada en la parte posterior del palacio presidencial en un rincón de los ámplios jardines del palacio. Atravesando un recoleto camino arbolado por diversas especies que bordea un sugestivo estanque, 

llegamos a un cautivador jardín repleto de fragancias de orquidas, mangos, jazmines y otro sinfín de flores aromáticas y bellas.Ñum nos explica que Ho Chi Minh (Tío Ho como se le llama cariñosamente) fue una persona excepcional de privilegiado intelecto y costumbres sencillas, cuyos mas profundos valores se basaban en el convencimiento de la igualdad entre todos los hombres y su talante pacífico,

y que una vez ganada la revolución y proclamada la independencia en la plaza de Ba Dinh el 2 de septiembre de 1945, renunció a vivir en el palacio presidencial, al opinar que era demasiado ampuloso, grandioso y costoso de mantener para residir una sólo persona, y prefirió hacerse esta pequeña casa de madera sobre pilotes que contaba con sólo 2 cuartos y sin baño -para ajustarse al modelo real original de las casas en las que hasta el momento había vivido-, sirviéndose de pocos y austeros muebles de madera que aún se conservan. Allí vivió y trabajabó a diario los siguientes 11 años y allí finalmente murió. De corazón tengo que decir que me ha resultado fascinante la personalidad de este ser humano.

Nuestra próxima parada es la también cercana Pagoda del Pilar Único o de la Columna, se trata de un pequeño templo de madera que -como su propio nombre indica- se sustenta sobre un único pilar de piedra en el centro de un hermoso estanque de lotos,
en los alrededores hay puestos de venta de frutas locales, allí he probado por segunda vez -la anterior fué en Tailandia el año pasado- la fruta del dragón o pitaya rosa que a pesar de no ser muy sabrosa refresca. Después nos la han servido para desayunar en el hotel de Camboya.

Seguimos por la Pagoda Tam Dien Huu (casi pegada a la de la Columna), en cuyo exterior se alza una estatua de la versión femenina de Buda (de las pocas que hay), y en cuyo interior encontramos los elementos característicos de estos templos.

Deambulando por esta zona vemos la fachada del Museo de Ho Chi Minh. 
Aprovecho para dar otro dato: Ñum dice que la escolarización es buena y obligatoria de los 6 a los 16 años, sólo un 4% de analfabetos. Todos los padres se esfuerzan por la mejor preparación para sus hijos, por ello si quieren enviarles a otro colegio superior que no sea el normal de su zona pagan gustosamente de 500 a 1000 $ (soborno al director del colegio deseado). Además de clases extraescolares que suponen para el profesor otro sueldo de igual cuantía.
Dice que los niños compiten mucho entre sí para ser el mejor estudiante, aunque eso no se refleja cuando llegan al bachillerato porque allí no hay las facilidades que tenemos en otros sitios como buenos mapas y ordenadores.

En la universidad hay predominio de mujeres, pero es de escasa calidad, al parecer la universidad no le interesa al gobierno, que incluso insta a los profesores a enseñar menos de lo que podrían, en un intento de mantener una población con poca capacidad de criterio, por eso los que pueden se van al extranjero sobre todo a Estados Unidos y a Cuba.
Y continuamos hacia otro de los puntos importantes de Hanoi: El Templo de la Literatura. Es -según mi guía- el complejo arquitectónico mas antiguo y posiblemente mas atractivo de Hanoi. Fundado en 1070 en honor a Confucio, fué la primera universidad en Vietnam donde se formaron los mandarines durante mas de 7 siglos.


Accedemos por la Puerta de Van Mieu, y nada mas entrar vemos un grupo de estudiantes ataviadas con el traje típico (el Áo dài) que están celebrando su graduación, me hago fotos con ellas y se prestan encantadas -de hecho me se hacen fotos para ellas con su cámara, ¡qué majas!-. Consta de 5 patios, los 2 primeros están separados por la Puerta Khue Van Cac (o Constelación de la Literatura) con zonas ajardinadas muy cuidadas.


El tercer patio está dominado el Pozo de la Claridad Celestial, un estanque cuadrado rodeado perimetralmente por estructuras que albergan 82 estelas de piedra -que son las reliquias mas preciadas del templo-. Son las Estelas sobre Tortugas, y contienen datos de los estudiantes que superaron los exámenes de Van Mieu, originariamente fueron 112 estelas y datan de entre los siglos XV a XVIII.

En el cuarto patio (donde nos hicimos un montón de fotos con mas estudiantes) se encuentra el Altar de Confucio en la llamada la Casa de las Ceremonias, flanqueado por estatuas de grullas colocadas sobre tortugas

Tras la Casa de Ceremonias se encuentra el Templo de Confucio, decorada con esmaltes rojos y dorados, contiene estatuas de Confucio y de 4 de sus principales discípulos.

Subimos a la planta superior de la sala de Música para ver algunos trajes y algo mas allí expuesto, e inmediatamente bajamos a la planta inferior atraidos por la preciosa música tradicional que venía de allí. Un pequeño conjunto de músicos tocando instrumentos tradicionales nos embelesó. Allí -en la sala de música- compré el imán de las 3 mujeres ataviadas con Áo dài.



La siguiente visita está algo alejada, se trata del Museo Etnográfico, y ha sido muy interesante. Allí hemos podido saber que en Vietman hay 54 etnias muy diferentes entre sí, muestra utensilios cotidianos, instrumentos musicales, trajes típicos, distintos tipos de viviendas según la zona, sus diferentes costumbres... ha sido una visita mas enriquecedora de lo que preveía.


  


Después nos hemos acercado al famoso y pintoresco Puente de Madera rojo,

que partiendo de una estructura blanca con 2 puertas decoradas con motivos de animales, 


desemboca en la Pagoda Ngoc Son. Y desde el puente se distingue muy bien la Torre de la Tortuga que ya vimos ayer.
Aprovecho para dar otro dato: El trabajo por cuenta ajena son de 40 horas semanales, y sólo tienen 15 días de vacaciones siempre que hayan superado 2 años en la empresa (durante los cuales no tienen ninguno). Hay igualdad de sexos a la hora de encontrar trabajo -incluyo se valora mas el tesón de la mujer-.


Ahora un paseo en tuk tuk (movido por bicicleta, no es una moto) por el Barrio Viejo (el llamado de las 36 calles que mencionamos anteriormente), ha sido algo pintoresco y curioso. 



He podido sacar muchas fotos porque el conductor que se esfuerza en ir señalándome lo que considera interesante, cuando además nota que me fijo en algo disminuye aún mas la velocidad (lástima que a mí me salen casi todas las fotos movidas si no estoy absolutamente quieta). Durante este trayecto es cuando he comprobado que el tuk tuk tiene prioridad sobre las motos.


Y como última atracción del día, nos llevan al espectáculo del famoso Teatro de Marionetas sobre el Agua de Hanoi. Se trata de un arte milenario, en donde se representan escenas del antiguo Vientan, las marionetas de madera “caminan” en la superficie de un pequeño foso,  
empujadas desde atrás del telón por un sistema de palos de madera y poleas sumergido en el agua.
Lo que mas me gustó es la pequeña orquesta situada en el lateral izquierdo, que además de ir narrando (en vietnamita) la historia que se está representando cantan y tañen instrumentos musicales tradicionales.







 
Dia 15: BAHÍA DE HALONG

Junto con los templos de Camboya, este es el otro punto que realmente me ha animado a hacer este largo viaje. Tengo mucha ilusión en ver esta maravilla de la naturaleza.

Salimos muy pronto. Unos 300 km nos separan de nuestro destino. Durante todo el trayecto pasamos por muchísimos arrozales (con las dificultades que tuve en Tailandia para sacar una foto a un arrozal sin que saliera movida, y aquí he podido sacar algunas), pasamos también por lo que resulta ser un cementerio.

Atravesamos el río rojo (con barcazas de arrastre faenando), mas arrozales, mucho ganado pastando -algo famélico debido a que estamos en la temporada seca-,
pasamos por pequeñas poblaciones con casas -nuevas y coloridas algunas, otras peores-, 

 
y Ñum nos comenta el motivo de ser tan estrechas (que ya expliqué al principio de Hanoi).
En otro pueblo coincide la hora de salida de los estudiantes y la carretera se llena bicis de escolares uniformados, van charlando y sonrien, se les ve contentos.



Vamos en 3 barcos distintos, paramos a dejar a los primeros y empieza a lloviznar un poquito pero no nos importa y bajamos a sacar alguna foto de los barcos amarrados, la imagen tiene toda la seducción que produce el empezar a inturir lo que nos espera.


Llegamos al nuestro y nos encanta, es un sampán (así llamados los veleros de juncos que pululan por la bahía) blanco -como todos- y muy confortable.
Nuestro dormitorio está en la segunda planta y es una gozada ver la bahía desde la cama, además el restaurante -con grandes ventanales- está muy coqueto, y perimetralmente hay un corredor con alguna mesita para 2 personas.
Aunque el lugar preferido ha sido la cubierta desde la que tienes una vista completa de 360 grados, el viento en la cara, y absoluto silencio sólo roto ocasionalmente por el graznido de alguna gaviota.



Ñum dice que en la bahía lo normal son los días como el de hoy (grises, sin apenas sol) porque hay un microclima, pero afortunadamente no llueve (fueron 2 gotitas y ya pasaron), y esto es una maravilla.



La bahía de Halong -Patrimonio de la Humanidad en 1994 y desde 2011 una de las siete maravillas naturales del mundo-, tiene una dimensión apabullante ya que ocupa 1500 Km2 y tiene mas de 3000 afloramientos en forma de pináculo, que forma un laberíntico paisaje marítimo con islas de formas insólitas muchas de las cuales están cubiertas por vegetación, cuevas aisladas y calas de arena.

Ya imaginaba que me iba a gustar mucho, pero una vez allí realmente me he sentido feliz, no sólo ha sido un bello espectáculo de la naturaleza, la quietud del agua, el ambiente brumoso, el silencio, y el no parar de sorprenderme con un millón de islotes de formas caprichosas... me ha traspasado al plano espiritual, durante este día y medio me he encontrado en un estado de paz y serenidad permanente, he disfrutado muchísimo en la bahía.


Tras comer, nos han acercado -en barquitas pequeñas- a una adorable laguna muy azul, para acceder a la cual hemos tenido que atravesar una oquedad natural erosionada en un gran islote, una vez dentro vemos con asombro algunos monos que nos miran con descaro desde las paredes verticales que rodean la laguna.


De nuevo de regreso al sampán a seguir gozando del crucero durante media hora mas. Definitivamente, estoy segura de estar disfrutando del lugar con más mágia y mas encanto de Vietnam.



En este sampán coincidimos con Julia (que viaja sola y es un encanto) y con Ángeles y Javi (recién casados que viven en Madrid y con quienes me he sentido muy cómoda), me ha gustado mucho conocerlos.


Y de nuevo nos desembarcan a otra lancha -esta vez de tamaño medio- para llevarnos a la Gruta Hang Sung Sot, cuya característica mas famosa es la roca de forma fálica que simboliza la fertilidad, aunque en mi opinión eso es minimizar la maravilla del lugar.


Se accede por un puente de madera levantado sobre el mar a base de pilotes.

Subir hasta la entrada de la cueva es algo cansado (99 escalones) una pequeña proeza y una delicia a la vez. Y desde algunos puntos la vista a la bahía es espectacular. 


El interior de la cueva me recuerda mucho -por su iluminación- a la Cueva de la Flauta de Junco que ví en China, y aunque el guía sólo explica en inglés -por lo que perdemos mucha información- es interesante y se está fresquito, además las cuevas siempre me gustan.

De regreso al sampán, en el salón hay una clase de cocina vietnamita a la que la mayoría del grupo asiste, yo he estado 5 minutos pero quien me conozca sabe que la cocina no es lo mío sino todo lo contrario, 

por eso he preferido salir a seguir admirando esta belleza -que sólo podré hacerlo hoy y mañana-.
cenamos y aún queda algo de luz para seguir en cubierta, embelesada, en ese estado de ensoñación casi hipnótica que aparece cuando te concentras sólo en sentir la quietud y la armonía de un bello y silencioso entorno. Las caprichosas siluetas son ahora distintas bajo otra luz diferente. Las últimas fotos ya casi no se distinguen. A dormir.


Dia 16: BAHIA DE HALONG


Justo hoy es el primer día que no me he despertado a las 5 de la mañana como los 3 días anteriores, sino a las 7h y con un sobresalto tremendo, en mi somnoliencia he visto el reloj y he pensado que ayer dijeron quedesembarcábamos a las 7h. Despierto a Menchu y salgo pitando. Menchu tampoco se enteró ayer porque cree -como yo- que nos vamos y se pone a recojer la maleta. Menos mal que realmente aún queda una hora para desembarcar.

Nuevo día y nuevas experiencias. Tras desayunar, subimos a la cubierta -que es a lo que hemos venido, a disfrutar del paisaje-, algunos de los sampán que vemos tienen ya las velas desplegadas, y al momento vienen a desplegar las del nuestro. ¡qué bonito es un sampán con las velas en forma de abanico ondeando!, de hecho las velas son la principal característica que distingue un sampán de un barco normal. Son de algodón rugoso y están cosidas a mano, las nuestras están teñidas en color ocre rojizo, y siempre se tiñen con tintes vegetales para protegerlas.


Esta mañana nos desembarcan en la isla de Titop que posee una diminuta playa de arena (que Julia aprovecha para darse un largo chapuzón) y un mirador en la cima -al que ciertamente es muy penoso llegar porque hay que subir la friolera de 340 escalones, sí, sí, no es un error, 340- pero que una vez arriba no cabe duda de que el esfuerzo merece la pena, porque ofrece una hermosa vista de parte de la bahía.

Comemos y el crucero va llegando a su fin. Nos recogen para volver a Hanoi.




Dia 16: regreso a HANOI

Como a la ida, constantemente vemos escenas vietnamitas cotidianas como venderores con la moto atiborrada de todo tipo de mercancías desplazandose por esta -que resulta que es una vía principal-, motos con 2 adultos y 3 niños, otras cuyos conductores transportan mercancías imposibles (he llegado a ver transportar una puerta), uno lleva un perro en una jaula -y por la actitud del animal me da mal presagio- pregunto y Ñum me confirma que es para comida, etc.
Nos paran -parada técnica- en una fábrica de perlas, en donde nos enseñan el proceso.

Durante todo el camino Ñum nos ha ido informando de mas cosas sobre la vida allí: por ejemplo que tanto la orientación de las casas como de las tumbas se realiza según el sentido del Fenshuí (en dirección a la pagoda mas cercana), que la prostitución está prohibida, y la homosexualidad no está bien vista, que no hay apenas divorcios porque la mujer tiende a ser sumisa y anteponer el bienestar de los hijos y la familia, que lo ideal son 2 hijos (preferiblemente varones para ayudar en las tareas del campo) pero ni es obligatorio ni está delimitado el número de ellos.


Llegamos al aeropuerto de Hanoi y tomamos un vuelo con destino a Danang. Una vez allí nos recoge un nuevo guía, un chaval muy simpático, se llama Quý y acaba de volver de pasar 8 años en Cuba, es ingeniero hidráulico y nos ha caido muy bien a todos. Debemos seguir, sin tiempo ni para echar pie a la playa de Danang que vemos perfectamente ya que estamos circulando paralela a ella, porque es tarde y debemos llegar a Hoi An donde tenemos el hotel. Quý precisamente vive en Danang y dice que es una ciudad muy agradable, pero no la conoceremos.




Día 17: HOI AN


El hotel es muy bonito (como el resto de los que hemos tenido), da a un brazo del río Thu Bon. Anoche llegamos muy tarde, y me bajé a cenar con Sole y Carlos (ya los mencioné en Hanoi), estuvimos justo enfrente del hotel, en un sitio muy recoleto que nos gustó mucho.

Hoy durante el desayuno aprovecho a sacar algunas fotos del entorno del hotel.

Y nos ponemos en marcha, primero visitamos la típica fábrica de sedas en donde nos enseñan el proceso desde que se extrae la seda de los capullos hasta convertirlo en tejido. 

Esto me lo han mostrado en cada país de Asía que he estado, pero es lógico porque constituye una tradición por estos lares incluídos en la llamada Ruta de la Seda.

Al lado están tallando madera, y en el espacio contiguo varias chicas están bordando. Me gusta ver todo esto.
Otro dato aque nos dió Ñum: La Seguridad Social es sólo para trabajadores con nómina y cubre el 80% de los gastos, también se puede pagar de modo privado la entrada en la Seguridad Social pero es muy caro., por eso la mayoría de la población (campesinos o jornaleros) no tienen seguridad social.
La ciudad de Hoi An fué declarada patrimonio de la Humanidad en 1999, es pequeña pero absolutamente encantadora, muy colorista -con farolillos por todos lados-, muchas flores, casas muy antiguas, todo muy limpio y cuidado... una visita corta pero muy grata
hoy An cuenta con un rico legado cultural, fruto de su pasado como importante puerto pesquero durante los siglos XVI y XVIII, a donde acudían mercaderes de China, japón, e incluso Europeos.

Llegamos al pequeño puente cubierto japonés, de color rojo,  data de 1593 en cuyo espacio central hay instalado un Santuario que muestra una imagen de Bac De (reencarnación del emperador de Jade taoísta) y cuyos extremos están custodiados por guardianes (2 perros en un lado y 2 monos en el opuesto), está instalado sobre un pequeño afluente del rio Thu Bon.
A escasos metros está el Puente Peatonal de hoy An, este ya sobre el propio río.





Y seguimos paseando y observando multitud de fachadas de casas muy antiguas que nos llaman la atención por su pulcritud y belleza, en mi guía destaca que el crisol cultural de la mezca de influencias china, japonesa y francesa resultan evidentes en estas casas.
Hoi An fué relativamente respetada durante la guerra de Vietnam y por ello conserva su encanto antiguo.

Entramos en la casa de Tan Ky, la mas famosa de las numerosas construcciones tradicionales de Hoi An.Está decorada con tallas de madera y cerámica (similares a las de las demás casas tradicionales)
Sigue el esquema de construcción de las casas alargadas vietnamitas: 2 patios, el exterior que separa la zona comercial de la privada, y el interior para las mujeres. 
las casas alargadas vietnamitas (de la que ya nos ilustró Ñum) no son en absoluto oscuras debido a los 2 patios y a no tener paredes interiores, aunque las actuales sólo cuentan con 1 patio, pero la luz entra desde el exterior, desde el patio y desde arriba a través de claraboyas. Por cierto, en el tejado de muchas casas crecen la vegetación como si fuera el propio suelo, ¡qué curiioso!

Continuamos viendo Salas de Asamblea, que realmente son templos comunitarios construidos alrededor de 1700 por comerciantes de las distintas regiones que rinden homenaje a un heroe local, así tenemos la Sala de Asambleas Cantonesa (construida por comerciantes maritimos en 1786, que rinde homenaje al guerrero Quan Cong), la Sala de Asambleas China de Hainan (construida por chinos de Hainan en 1875, dedicada a la memoria de 108 merineros asesinados por un general pirata vietnamita en 1851)y la Sala de Asambleas Phuc Kien (de las que hablaré seguidamente)

Llegamos a la Sala de Asambleas Phuc Kien (construida por comerciantes chinos huidos de Fujian tras la caída de la dinastía Ming en 1644, dedicado a la adoración de Thien Hau la diosa del mar y los navegantes).


Ya en el primer patio encontramos en las escaleras la estela central de dragones y nubes que tantas veces ví en los templos de China. Y a ambos lados del inciensiario los leones (símbolo del poder uno, y de la protección el otro),

En el segundo patio hay una representación de la gran muralla china, y al otro lado un dragón chino.

En la antesala varias espirales de inciensos cuelgan del techo, son ruegos de los fieles a la diosa, se escribe el deseo y se coloca en el incienso que se prende y se consumirá totalmente en unos días.
La Diosa preside el altar mayor de la primera sala flanqueada por 2 guardianes que la protegen y la avisan de los naufragios. Y vemos una maqueta de un velero de juncos en un lateral.

Nos dirijimos al Museo de la Cultura Sa Hung, y me sorprenden las vasijas funerarias de mas de 2000 años de antigüedad.

Comemos en un restaurante de la calle principal, casi frente a la Sala de Asambleas Cantonesa, así es que antes de entrar aprovecho y me escapo un momentín para verla por dentro. 


Tras comer, continuamos nuestra visita a lo largo del río, y de vuelta al minibus que nos acercará al hotel tenemos la oportunidad de ver cómo se hacen las linternas (unas lámparas características de Hoi An, fabricadas a mano pegando pedazos de seda sobre un armazón de bambú).

Tras un pequeño pero reparador descanso volvemos a salir (tenemos tarde libre, sin visitas guiadas). Esta mañana nos llevaron a una tienda donde te hacen cualquier traje en unas horas, y Menchu se ha encargado un traje tradicional (Áo dài) que debe recoger a partir de las 8 o las 9 de la tarde (no recuerdo exactamente).
El hotel ofrece un servicio gratuito de minibús que te acerca al centro, pero hemos perdido el de las 16h, y no queremos esperar al próximo, de modo que decidimos ir andando

Caminando a través de toda la Tran Hung Dao (en la que vamos viendo edificios interesantes y curiosas escenas costumbristas como la de la señora que vende gasolina a la puerta de su casa, mediante un simple cajón con sistema de émbolo, o las motos que acuden a una guardería a recoger a los pequeños y los transportan de pie en la moto o sentados delante con un muñero de peluche que hace las veces de airbag, o unos monjes placidamente sentados én el jardín de su templo que -ante mi petición- nos invitan a pasar).


Volvemos a pesar por todo el casco antiguo que hemos visitado esta mañana, la orilla del río, el puente, etc. Y a la hora convenida nos dirigimos a la tienda de seda para recoger el traje, pero no le gusta como le queda y lo arreglarán y vendrán mañana al hotel a las 7h.
De vuelta, pasamos por el mercado central y el centenar de puestos que hay a su alrededor.

cenamos en un pequeño restaurante a la orilla del río muy cerca del puente peatonal, en la terraza sólo hay 2 mesas (ocupamos una) y pedimos 2 pizzas enormes (hemos tenido que dejar la mitad).





Día 18: MY SON

 
Esta visita es otro de los puntos que me interesan mas del viaje, se trata de un yacimiento religioso de entre los siglos IV a XIII, que me recuerda mucho a los que vi el año pasado en Tailandia (Ayuttaya y Sukhotai).


 

En My Son se conservan restos de unos 70 templos aunque solo se mantienen bien unos 20. Est´n divididos en 11 grupos de los cuales los grupos B,C y D son los mas importantes y por tanto los que se visitan. El yacimiento es de estructura cham (según dice mi guía)





Así tenemos la llamada Torre C1, un santuario (kalán) dedicado a Siva, unas estupendas ruinas en B4 que tienen imágenes religiosas esculpidas sobre pilares de piedra, que también las encontramos en los grupos de B5. En fin... 


lo mejor es disfrutar con tiempo y sosiego de todo el complejo (que es extenso) sin preocuparse de a cual grupo pertenece tal estructura o tal otra.
Por cierto, en este lugar cayeron varias bombas y se puede ver perfectamente el gran cono que hicieron (rodeado por una cinta para evitar caidas).

Me ha encantado este lugar, he disfrutado muchísimo, me gusta mucho este tipo de yacimientos.








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