sábado, 24 de agosto de 2013

SUIZA ENTERA (parte 1)

Del 4 al 12 de Junio de 2010, recorriendo -con Encarna- SUIZA entera

Llevo varios meses preparando este viaje, a partir de la información que he recogido de la propia Oficina de Turismo (que tiene un plan de visita de Suiza en 10 días, en el que comenta los pueblos mas interesantes, los puntos turísticos que hay en cada uno de ellos y el tiempo aproximado que se tarda en visitarlos), también sabemos que la extensión de Suiza es similar a la de Extremadura, con estos datos y basándome en las distancias entre lugares de interés, hemos planificado las rutas de un modo que –a priori- parece coherente:


El campamento base en una preciosa casita que he encontrado en un pueblo próximo a Interlaken, esto es imprescindible si queremos visitar el cercano Junfrauch asegurándonos el poder aprovechar algún día que salga soleado -según Diarios de otros viajeros que han ido, no es tan fácil encontrar el día oportuno-, otro motivo es que (estando justo en el centro, y dado que Turismo dice que Suiza está totalmente conectada a través de una fabulosa red ferroviaria) será mas fácil desplazarnos hacia las distintas zonas desde un lugar céntrico.

Los sitios de interés los he enmarcado por zonas, y (en espera de concretar cuando Encarna vea los trayectos y horarios de trenes) las rutas quedarían así:
a.- un día veremos la zona al Oeste de Interlaken ( Thun, Berna, Friburgo, Murten, Neuchâtel, y bajaremos a Montreux),
b.- otro día iríamos a la zona nordeste (Schaffhausen y acercarnos a ver las Cascadas del Rin”Rheinfall”, a muy pocos kilómetros visitar Stein am Rhein y terminar en Zurich). Aunque estaba proyectado ir primero a Basilea, finalmente hemos aterrizado allí -en Basilea-, por lo que ya lo hemos conocido el primer día (descargando así esta ruta –b-).
c.- otro día, tomamos la misma dirección nordeste pero quedándonos mas cerca de Interlaken (los 2 lagos de Interlaken, la Garganta del río Aare “Aareschlucht”, Lucerna y hacer un crucerito por el Lago de los 4 Cantones que a Encarna le apetece, y Zug.
d.- en la planificación del día de la zona nordeste -frontera con el lago Constanza- parecía fácil poder visitar 4 sitios tan cercanos entre sí que se juntan en el mapa, considerando además que: el primero realmente sólo sirve de punto de partida de tren para empezar el resto de la ruta y cuyo mayor interés turístico es una biblioteca (St Gallen), otro es un pueblito que sólo tiene una calle de interés (Appenzell), y los otros 2 puntos visitables son: un sendero en la montaña para encontrarnos con una oquedad horadada en la roca que descubre una iglesia en su interior (Wasserauen), y el otro es la subida a un monte en funicular (Schwa-Santis), pero cuando Encarna vio los horarios de trenes me comentó la dificultad de llegar a todo porque trayectos cortísimos se eternizan en el tren, además no hay modo de enlazar unos con otros sin necesidad de pernoctar allí… en fin, es algo con lo que –una vez allí- nos hemos encontrado frecuentemente, de modo que se reestructura este día y sólo nos quedamos con la visita al pequeño pueblo de Appenzell, que está cerca de Stein am Rhein y ya que el día que visitamos Stein am Rhein (ruta b) no tendremos que ocupar tiempo en ver Basilea (como estaba previsto), nos planteamos incluir Appenzell en la ruta que hemos llamado (b) y olvidarnos del resto de lugares de esta ruta (d).
e.- excursión al Junfrauch “Top of Europe”
f.- al sur, hacia Zermat y subir a la montaña Gornegrat “el Cervino Italiano”, y desde allí tomar un tren panorámico el Glaciar Express” que nos acerque a ver el Glaciar Aletsch.
La planificación abarca sólo 6 días, que además han quedado reducidos a 5 –al suprimir toda la ruta (d) y unir Appenzell a la ruta (b)-. Vamos a estar del 4 al 12 de Junio (9 días en total), que quedarán reducidos a 7 al descontars el primero y el último día (aunque llegamos por la mañana y pasaremos todo el día allí, pero no lo tomamos en cuenta para la planificación de rutas, salvo que veremos Basilea y así descargamos la ruta (b))-. Por tanto nos siguen sobrando 2 días que dejamos abiertos para hacer recorridos en trenes panorámicos.
Encarna ha comprado en Madrid sendos billetes “SwisTravel System, Saver Pass”, nos hemos decidido por el de viajes ilimitados durante 15 días (pues vamos a estar 9, y si compramos el de 8 la diferencia que supone de 50€ es lo que nos costaría el tren de regreso al aeropuerto el día 9), así es que por 270 €/persona podremos utilizar cualquier tren, bus, barco, etc… ilimitadamente durante 15 días, tenemos entradas gratuitas a museos (que no aprovechamos por falta de tiempo) y nos hacen descuento del 50% en algunos trenes de cremallera y del 25% en funiculares de montaña.
Promete ser un viaje sosegado (de hecho nos sobran 2 días), le comento a Encarna que podemos tomárnoslo de relax, porque Suiza es sobre todo Naturaleza, y en mi opinión no es preciso subir a todas las montañas (con subir a la emblemática Junfrauch sería suficiente, pues es la estación mas alta de toda Europa, con 3.454 m de altitud), con ver una Garganta espectacular, un Glaciar, unas Cascadas, un Valle…. No hace falta ver mas glaciares, gargantas, valles… Y las ciudades son preciosas pero muy similares, así es que será un viaje cómodo. Meto en la maleta un CD de Bethoven para amenizarnos los ratos maravillosos que vamos a pasar en la casa admirando el lago…. ¡¡¡ Qué equivocadas estábamos!!!, ja,ja,ja… ya iremos comentado sobre la marcha
Es buen momento para señalar que Suiza es maravillosa, tiene unos paisajes que son todos de postal, la gente es educadísima, amabilísima, está todo muy cuidado y limpio,
Hemos hecho muchas cosas: visitar ciudades encantadoras, subir todo tipo de montañas (algunas altísimas y nevadas, otras desnudas y rocosas), entrar en una cueva de hielo, ver un Glaciar, recorrer grandes valles de pastos, disfrutar de los pequeños ríos que hay por doquier, acceder a las espectaculares Cascadas del Rin, y transitar la no menos impresionante Garganta del Aare, visitar varios lagos –incluso hemos hecho un crucero-…, nos ha encantado Suiza, hasta al punto que ambas pensamos volver en otra ocasión, es un lujo poder estar allí.
El diario lo puedo hacer pormenorizado gracias al diario que ha escrito Encarna, porque yo no he tomado ni una sola anotación en todo el viaje, -lo cierto es que he ido algo enferma, con poquísima energía física y mental, que afortunadamente ya se me ha pasado, y no he tenido fuerzas para casi nada-. Gracias Encarna, eres un sol.

Dia 4
Nos encontramos casualmente en el andén de Nuevos Ministerios, y seguimos juntas a Barajas. Buen vuelo y preciosas fotos de los Pirineos y después de Los Alpes, todo nevado y con nubes bajas. Precioso.
Y ya empezamos con la guasa de todos los viajes, Encarna dice que es notable que cada vez que me subo a un avión empiezo a hablar cursi, ja,ja,ja… todo empezó cuando en el avión de vuelta de Londres, le comenté que se veían abajo núcleos poblacionales muy coquetos.

Es que no me parecían tan grandes como para decir “ciudades” pero tampoco eran “pueblos” o al menos me parecían “pueblos grandes”, total que dije eso, y… con lo guasona que es…. ¡qué has hecho! Ja,ja,ja… He tenido “núcleos poblacionales” desde entonces. Así es que ahora me esfuerzo por hablar fiiiiino -pero fino, fino-, cada vez que estamos volando. Ja,ja,ja…



BASILEA:

Llegamos a Basilea, y allí mismo cogemos el bus 50 que nos lleva desde la parte Suiza del Aeropuerto Internacional (pertenece a 3 Paises) hasta el centro de Basilea, una vez allí lo primero es encontrar las consignas de la estación de tren, para dejar ambas maletas y las dos bolsas que llevamos, cogemos 2 taquillas para que entre todo, el precio es de 6 CFH (francos suizos) cada una (válido para 24h), y a empezar a conocer este precioso País.





Basilea es bonita y siendo la primera que vemos nos ha encantado –después en mi opinión hemos visto otros lugares que me han gustado aún mas, pero esta era el primer contacto y ha sido fabuloso-, teníamos previsto pasar allí sólo 2 horas, pero nos hemos demorado el doble y hemos pasado 4 horitas allí, ¡¡¡ cómo se nota que aún no sabemos de los problemas de desplazarse en tren, y nos lo tomamos con calma!!! ja, ja,ja…. Después lo cuento.

Vamos por Steinen-Vordstat, BarfusserPlaztz, y terminamos en una iglesia que creemos –equivocadamente- que es la Catedral, desde allí preguntamos para ir al río, pero no nos enteramos bien, nosotras preguntamos por el Rhin, y nos contestan sobre el Rain, y otros sobre el Reno… ¡qué lío!.





 
Vale, pues justo está en la otra dirección, seguimos hacia el río, y vemos la Catedral, que nos gustó mucho,





vimos la Cripta, los Claustros, y la preciosa vista sobre el río que ofrece la terraza posterior (fotos abajo).




Continuamos a Markt Platz y seguimos por la calle de tiendas Freiestrasse, donde Encarna reparó en que todos los escaparates estaban rotos por lo que sin dudas eran actos vandálicos, porque se distinguía perfectamente el punto de impacto.


 

Seguimos bajando al Rathaus, que es muy bonito porque tiene muchos frescos, pero está en obras y la foto es casi imposible.







Desde aquí nos dirigimos al Barrio Viejo, que es precioso, subimos una escalera que tenía un millón de peldaños y encima empinadísimos, casi nos da un ataque, y arriba paseamos por la Universidad, el Museo de la Aphoteca y Encarna se quedó prendada de un pequeño atelier de violines que había por allí (fotos aquí y abajo).


A las 16h tomamos el tren que nos llevará a Dárligen, gracias al diario de Encarna hemos podido recordar una anécdota graciosa, estamos paradas en Berna y hay gente esperando a salir, y Encarna me pregunta cómo se dice en alemán “te quiero” (hacía unas horas le había comentado algunas frases que me aprendí en el viaje a Alemania) y yo le contesto algo así como “Ich Libidich”, pero quizás lo he hecho en un tono algo elevado porque un chaval se vuelve y me mira atónito, y lo peor es que yo -al verle- me pongo como la grana y me empieza el ataque de risa, y ya… ataque de risa de las dos, y el personal mirándonos como si fuéramos marcianas. Ja,ja,ja,

a las 18,40h cambiamos de tren en SPIEZ (como hemos tenido que hacer casi todos los días) media hora de espera que aprovechamos viendo el lago Thun que nos deja maravilladas, es precioso, y el castillo de Spiez recortando su silueta sobre las aguas azules del lago es una imagen de postal.
En Darligen nos espera la preciosa casita que hemos alquilado para pasar toda la estancia en Suiza, aunque ahora que ha pasado debería decir que lo que hemos hecho ha sido “pernoctar” más que “pasar los días”, todo esto viene a colación de la dificultad de moverse en tren.
Al bajar, en el andén está el dueño de la casa y ya subimos con él, y menos mal porque ha sido amabilísimo y nos ha subido las maletas…. La casa es preciosa, parece de cuento, y con unas vistas impresionantes, pero…. ¡Dios, qué pedazo de cuesta, impresionante de verdad! Para subirla a diario ha sido durita, pero con maletas pesadas…. Hubiera sido desfondarnos ya el primer día, ¡qué suerte la ayuda recibida!, se lo agradecimos mucho.
Y ya estamos allí, conocemos a la mujer y los 2 nenes que son preciosos y muy juguetones, pasan con nosotras un ratito y finalmente nos quedamos relajadas mirando el lago y disfrutando de esa tarde sin más que hacer que perder la mirada en el horizonte del lago y preparar la ruta de mañana.

Día 5
Hoy vamos a conocer la zona Oeste, muy cerquita de nuestra casa, recorreremos: Thun, Berna, Friburgo, Murten, Neuchâtel y bajar a Montreux para ver el Castillo de Chillón: Thun está al ladito de casa y se ve en 1 hora, Berna está a pocos kilómetros y necesita 2 horas y media pare conocerla bien, Friburgo se ve en 1 hora porque es pequeño, y Murten y Neuchâtel están cercanos al lago de Neuchâtel y son lugares preciosos que tienen apenas unas calles turísticas pero con mucho encanto, así es que … allá que nos vamos.
Para poder aprovechar el día, tomamos el tren de Darligen de las 8,27h (siempre hemos tomado el mismo tren, salvo un día en que me olvidé poner la batería a la cámara de fotos y tuvimos que volver a casa)


THUN:
según mis fotos hemos llegado a las 9h, hay una oficina de turismo al salir de la estación, allí nos dan un mapa muy manejable en el que sólo hay que seguir “el camino de baldosas amarillas” para conocer bien esta preciosa localidad, la señorita nos confirma que en una hora lo habremos visto sobradamente, así es que nos lo tomamos con calma,





primero cruzamos el Puente de madera (nuestro primer puente de madera cubierto de este viaje, después vendrán varios mas), es interesante el entramado del puente, viendo las aguas –realmente bravas- del río, además resulta un punto muy fotogénico,










seguimos al centro de la localidad, y paseamos por la calle principal, seguimos al Kornhaus (granero de maderas entramadas del siglo XIII),















y bordeando la muralla nos animamos a subir al Castillo ¡vaya escaleritas!, pero el sitio y las vistas merecen el esfuerzo, bajamos por otras escaleras estrechas y cubiertas de madera.
Terminada la visita nos vamos a la estación de tren para ir a Berna, salimos en el tren de las 10,33h y llegaremos a las 11h.




BERNA:
quizás es la ciudad que mas nos ha gustado de toda Suiza. Por las fuentes decoradas, por la amplitud de sus calles, por los tranvías, etc. Además es un cambio de tren casi obligado en cualquier desplazamiento (incluso aunque salgas del centro del País y te dirijas al Sur, casi seguro que deberás cambiar de tren aquí, al Oeste…. cosas de la orografía Suiza).



Saliendo de la estación tomamos la SpitalGasse hacia la BarenPlatz, desde aquí nos dirigimos al norte a WaisenPz. y nos acercamos a ver el Kuntmuseum y volvemos sobre nuestros pasos hacia BundesPz., ahora por una callejuela a la izquierda la Zeughausgasse donde vemos el Rathaus des Ausseren Standes y una iglesia,

y salimos a la calle principal Marktgasse que va cambiando de nombre según van sucediéndose las plazoletas donde se ubican lasfamosas y típicas fuentes de Berna,
en Kornhausplatz está la torre del reloj astronómico (ambos lados del reloj son bonitos, pero el mas famoso es el que da a la espalda de la plaza)



llegamos al Casino y nos dirigimos a la Catedral -Munster-, la visitamos y










después la rodeamos para ver su arquitectura y llegar a una terraza donde han instalado un pequeño mercadillo, y gozar de unas fantásticas vistas sobre el río y los tejados de las casitas de la ribera, es precioso.



Seguimos a Post Gasse y vemos el Ayuntamiento y la Iglesia de S.Pedro y S.Pablo, y ahora tomamos la paralela hacia Junker gasse,




y cruzamos el puente Nyddggsbrucke, toda esta zona es muy bonita, con callejuelas estrecha y empinadas, conjuntos de casitas muy bonitos, son las 12,40h y decidimos regresar al tren para seguir con nuestra ruta, para ello tomaos e Tram 12 que nos dajará en la estación.





FRIBURGO:

llegamos a las 13,45h, en Turismo nos dan un mapa con el itinerario recomendado y nos confirman que en una hora se ve bien, tomamos la via Lausanne y llegamos a la Pz. Hotel de Ville, continuamos por Gran Rue y vemos la Basílica de Notre Dame y la Iglesia des Cordeliers, ambas cercanas a la Catedral de S.Nicolás,





paseando por las empinadas calles llegamos al Puente de Berna –de madera originario de 1653 aunque reconstruido, y como ocurre con otros puentes similares, muy pintoresco-, desde allí hay una imagen muy bonita del río con la Catedral sobresaliendo del conjunto –abigarrado pero bien proporcionado- de casas.


Cruzando por el puente que está al otro lado –el du Milieu-, pasamos por la pequeña Iglesia de S.Juan (del silo XIII) y nos dirigimos hacia el funicular, que nos subirá a la zona alta de Friburgo donde tomaremos el tren, son las 15,10h y estamos esperando que funcione el funicular, el anterior se había estropeado pero el conductor –que habla muy bien español- nos ha aconsejado que esperemos a que se arregle la avería, finalmente sube el anterior completo y nosotras nos quedamos esperando a subir en el siguiente con una señora -que va con su bicicleta-, mientras tanto nos comenta que el funicular va impulsado por la fuerza del agua, ¡qué curioso!, la verdad es que olía como a agua estancada (no exactamente mal, sino a pozo mas bien, ahora lo comprendemos, je,je).
Bueno, pues el anterior ya ha subido, pero nosotros no… esperamos, y esperamos, y finalmente el conductor nos dice que va para largo, pero nos informa que justo al salir está la parada del autobús 4 que nos llevará a la estación de tren, y así lo hacemos, tarda sólo unos minutos en aparecer por la parada y otros tantos en llegar al tren, subiendo una cuesta de un solo carril… que parece una cabra escalando no un bus regular, nos ha recordado aquel autobús de línea regular que tomamos en Innsbruck, y que -como este- trepaba montaña arriba. ¡Espectacular!.
Llegamos justo cuando el tren de las 15,32h está empezando a salir, así es que toca esperar al de las 16,32h, aprovechamos para comprar una cerveza en el “Kiosk” (los mas caros de los autoservicios, después de los “Migros” y de los más baratos que son los “Coop” , la calidad idéntica en todos)


MURTEN:

llegamos a las 17hy cerca de la estación encontramos una oficina de Turismo donde nos dan un plano con los sitios de interés, esto nos facilita la visita porque se nos está retrasando todo el día, ya que en visitar las ciudades hemos tardado mas de lo previsto por Turismo (que está siendo nuestra referencia por ahora) y además la frecuencia de trenes y los tiempos de espera están demorando mucho toda la planificación, pero bueno,


estamos en Murten y lo vamos a disfrutar, no será difícil porque vemos que la zona turística se reduce al interior de la muralla, es un sitio pequeño compuesto por el paseo de 2 calles cortas “Rathausgasse” y “Hauptgasse”,




y la subida por el Paseo de Ronda de la muralla del Castillo, imprescindible por las vistas del interior –los tejados de las casas de intramuros- y de lago Morat, ha sido una visita corta, pero quizás de las que mas nos ha gustado, porque el caminito por la muralla ha resultado encantador, lo hemos disfrutado mucho, poco tiempo de visita pero ha sido suficiente, de hecho nos lo hemos tomado con calma, pero Murten es como la esencia: una visita corta pero intensa y perdurable en la memoria, nos alegramos mucho de haber venido.

Comprendemos que ya será imposible bajar a Montreux –nos quedaremos sin ver el Castillo de Chillón y el Lago Leman-, y la duda es si seguir hacia Neuchâtel u olvidarnos definitivamente de visitar esta localidad también, pero estando tan cerca, y resultando tan sugerente por las vistas al precioso lago, decidimos que al menos Neuchâtel la veremos –fugazmente, si es necesario- y allá que vamos



NEUCHÂTEL:
hemos salido de Muten en el tren de las 18h, y llegamos a las 18,40h, la verdad es que me ha decepcionado un poco, a la localidad en sí no le veo gran interés arquitectónico, pero las vistas del lago de Neuchâtel son preciosas –como viene siendo habitual en todos los lagos que estamos viendo-, y suple de algún modo el no haber ido al Lago Leman. Como en todos los lugares que hemos visto de Suiza, está todo cuidadísimo, y el paseo del lago está muy bonito. No hemos estado ni media hora, verdaderamente no hay mucho que ver salvo un vistazo al lago, así es que ponemos rumbo a casa, a descansar de un día intenso –que cuando se planificó no auguraba ser así, pero estamos descubriendo que las visitas demoran mas de lo recomendado por Turismo-.
Saliendo en el tren de las 19,33h –vía Berna- donde paramos a hacer una pequeña compra en el Migros, llegamos a Spiez a las 21h y allí debemos esperar al autobús de las 21,38h que nos llevará a la casa, porque el último tren que llega a Darligen (desde los dos sentidos) es el de las 20h, a partir de ahí un autobús sale de la estación cada hora y 38 minutos y en otros 15 minutos -bordeando el lago- nos deja en Darligen. Sólo hay 3 autobuses: a las 21,38h, las 22,38h, y las 23,38h. A partir de allí Darligen queda comunicado sólo por medio de taxis. Y creo que hemos cogido los 3, tenemos fotos del castillo y lago en Spiez sacadas todos los días y a todas horas, je,je… es que media hora de espera en una estación de tren a diario sería aburrido si no fuera por el deleite de sentarte viendo el lago.

Día 6:
El principal motivo por el que alquilamos la casita cerca de Interlaken, es poder elegir el día que hiciera buen tiempo para subir al Junfrauch, pensábamos que si teníamos mala suerte y llovía todos los días, era mejor estar cerca del Junfrauch para aprovechar si algún día salía despejado, afortunadamente todos los días han salido soleados, pero estaba bien la previsión.
Cuando estamos esperando el tren de las 8,15h me percato de que he olvidado el cargador de la cámara …. ¡qué rabia, que fallo mas tonto!, le pido mil disculpas a Encarna –que me acepta sin problemas- es que mi amiga es muy rica. Y empezamos de nuevo el día.
Volvemos a subir la empinadísima cuesta para recoger la batería y tomaremos el próximo tren (una hora después), Encarna aprovecha para visitar Darligen, y a su vuelta me convence para acompañarla y me enseña el pueblo, es mas bonito y cuidado de lo que me imaginaba, aunque realmente no se puede llamar “pueblo”, son un conjunto de casitas en la ladera de la montaña, todas de madera, preciosas, con sus pequeños huertos de consumo que sirven casi de ornamentales porque están muy cuidados, flores en las ventanas… muy pintoresco.

JUNFRAUCH
La subida es espectacular, quizás algo cara –la verdad- porque ha salido por 124 francos cada una –equivalente en ese momento a 92 € cada una (eso tras un buen descuento al mostrar la Swiss Pass que llevamos), a pesar de que hace un sol radiante, según vamos subiendo empiezan a aparecer las nubes y llegando arriba se ve sólo a ratos y nunca totalmente despejado, pero aún así merece la pena, aunque sólo sea por la experiencia de haber subido a esa altísima montaña de 3571m, entrar en una cueva de hielo donde nos hemos reído a gusto, haber jugado con la nieve y terminar montadas en unas vacas de plástico.

El trayecto es tan espectacular como la propia llegada a la cima, subimos desde Lauterbrunnen y bajaremos hacia Grindewald, para así conocer todos los lados (que son muy diferentes), la subida en el tren cremallera impone, y después cuando vas por dentro de la montaña no dejas de pensar en la obra faraónica que ha supuesto el túnel por el que va circulando, en este túnel han abierto 3 plataformas donde para el tren unos 5 minutos para poder ver –a través de cristales- las torrenteras y el glaciar.


Una vez arriba, empiezan las curiosidades, entramos en la cueva de hielo, Encarna se ha dejado los guantes y la cazadora en la casa, y aunque va abrigada con un jersey gordito, creo que se me va a morir de frío, y en cierto momento me comenta que tiene los dedos congelados, le ofrezco un guante pero no lo quiere, se mete la mano al bolsillo y se alivia. Yo voy bien pertrechada, como soy extremadamente friolera, llevaba la maleta como si fuera al Polo Norte –sólo pensando en este día y algún otro de visita similar- y ¡cómo me he alegrado!, jersey gordote, parka y guantes… y no me sobraba nada.

La cueva podría parecer una turistada, pero en realidad es mas que eso, se ve perfectamente las distintas épocas del hielo, el corte trasversal del glaciar… es muy curioso, y además está decorado con esculturas de hielo y alguna cosa simpática –como el muñeco de la película The Ice Age, que se ha quedado atrapado y congelado allí en la cueva, ja,ja. Desde aquí salimos a la plataforma, unas cuerdas ayudan a no resbalarse... pero hay muchas caídas porque la nieve está helada.

Por el ascensor Sphenix salimos a la terraza observatorio, supongo que en un día clarísimo debe tener unas vistas increíbles, pero no me quejo porque no han sido malas, sólo a ratos cubierto de neblina. Se ve el Monch de 4107m, mucha gente esquiando, el comienzo del Glaciar Aletsch (aunque como aquí todo está nevado, si no lo sabes se confunde con el resto de la nieve depositada, otro día veremos el Glaciar entre montañas de roca desnuda y ahí sí que se distingue perfectamente la lengua de hielo que baja.
Desde la plataforma salen unas escaleras y una pasarela circundante, toda la estructura es de rejilla sobre el vacío, yo he sido literalmente incapaz de permanecer mas de 10 segundos allí (tengo vértigo) pero Encarna (que también tiene vértigo pero es una chicarrona del norte y no la amedrenta nada) se ha paseado y hay cumplida foto de la proeza.
A la salida de la terraza un cartel que enumera las Grandes Obras de Dios, nos hemos puesto debajo porque se habían olvidado de incluirnos a nosotras, pero así ya está solucionado… sin rencores, ja,ja.

Y ahora al Plateau, a jugar con la nieve, hacernos fotos y ver las grietas que amenazan desprender trozos inmensos en forma de talud.

A la salida veo 2 vacas (y quiero foto con las vacas, que para eso estamos en Suiza), y a Encarna casi le da un patatús cuando me ve tan decidida y con el culo en pompa intentando subir a aquella altísima vaca… tengo que decir en mi defensa que primero empecé intentando subir a lo femenino (a la usanza y el modo de sentarse en las motos o en los caballos las mujeres de hace años, aupándome con los brazos para intentar voltearme y sentarme fiiiiiina, fiiiiiina, fiiiiiina…) pero -tras varios intentos y viendo que aquello estaba tan alto que no me daban ni la fuerza de los brazos ni el pataleo de las piernas- y siendo como soy, que cuando quiero hacer algo, no se me pone nada por delante-,… terminé a saltos como los niños, y en uno de ellos conseguí pasar la pierna a horcajadas, y a partir de ahí… todo fue fácil. Encarna mientras tanto no paraba de decirme que me estuviera quieta, que no me conocía de nada y que estaba haciendo el ridículo…. Ja,ja,ja… ¡si ya me conoce! Ja,ja, al final unas risas, aunque no conseguí convencerla de que subiera ella también, y …¡como no! Cuando bajamos, ya había cola para subirse a las vacas… si es que no hay como tener “carisma” para que todo el mundo te copie, ja,ja,ja,ja. Atención, experimento: coge tu cámara de fotos y haz una foto a una piedra del pavimento –cualquiera, da igual-, y vete… vuelve a mirar y verás cientos de cámaras haciendo foto a la piedra… ¡los humanos cuando vamos de turistas, somos así…, ja,ja,ja!

La bajada la hacemos hacia Grindewald, y en el primer trayecto seguiremos viendo montañas nevadas, pero mas tarde el paisaje se vuelve verde y todo el camino recorreremos valles y pequeños pueblos con cientos de vacas. Y yo haciendo fotos desde ambos lados del tren, desde la derecha porque estamos sentadas ahí, y en el de la izquierda porque me he hecho amiga de unos chicos que van sentados, Encarna al principio me ha regañado cuando me ha visto levantarme y meterle la cámara en la cara al pobre chaval, pero yo opino que la sonrisa es un lenguaje universal, y el chaval no sólo no se ha molestado sino que despuésnos hemos pasado el trayecto avisándonos para sacar fotos por ambos lados.

INTERLAKEN
Son sólo las 16,45h y se ha terminado esta maravillosa excursión, llegamos a Interlaken a las 17,30h y nos gustaría aprovechar algo mas de día, pero de nuevo nos topamos con el problema de los trenes, y es que cualquier trayecto dura unas 2 horas mínimo, con lo que si nos vamos a algún sitio (por cercano que parezca) nos darán las 19,30h y ya no podremos regresar fácilmente a casa. Así es que nos conformamos con dar un paseo por Interlaken (hace sol),


y merendar algo, sentadas en un parque con vistas al Junfraunch, cuando de sopetón cae un chaparrón que nos deja caladas hasta los huesos, no hay donde resguardarse y nos quedamos esperando el autobús que nos acerque a la estación, empapadas.



Una curiosidad, que nos saltó a la vista primero en Junfraunch y luego en Interlaken, es la cantidad de ciudadanos de la India que hay en Suiza, tienen hasta tiendas especializadas para ellos, restaurantes, etc. Son familias enteras. Nos resultó muy curioso. Aquí dejo unas fotos que sacamos esta mañana en Interlaken.

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