miércoles, 5 de marzo de 2014

INDIA Y NEPAL (parte 2)

ORCHHA

Temprano vienen a buscarnos porque el tren sale a las 8,10h, viajaremos solas hasta la 4ª parada (Jhansi) a donde llegaremos a las 10,45h. El viaje en tren ha sido entretenido, pregunté al guía si nos iba a resultar incómodo de algún modo (tenía una idea de vagones atestados, malolientes o mugrientos) y nos aseguró que no, efectivamente, ha sido un viaje como en cualquier sitio de Europa, tanto por el propio tren como por los viajeros, al poquito de salir nos han repartido una botella grande de agua y un desayuno, y he ido entretenida mirando por la ventanilla los pequeños pueblos que íbamos pasando, las estaciones de tren, la gente, la vida.

Nada mas bajar del tren vemos al representante de IndianRoutes en Orchha que lleva un cartel con nuestro nombre. A partir de ahora el viaje lo continuamos sólo nosotras 2 y cambiaremos de guía y conductor en cada nueva ciudad, y ya no volveremos a ir en minibús sino en coches particulares -todos absolutamente nuevos y muy confortables- con cabida sólo para nosotros 4 (nosotras 2, el guía y por supuesto el conductor), en este caso es un Toyota 4x4.

Durante todo el trayecto por estas zonas rurales, vemos muchos pastores y muchos niños jugando despreocupadamente, los pequeños corretean, los mas mayorcitos jugando a cricket (herencia británica), debo decir que no he visto miseria ni pobreza extrema, no he visto ningún niño con mala cara, no, siempre jugando.
Tras media hora de camino hemos llegado a Orchha.

Fue la capital de los reyes bundela hasta 1738 y hoy sólo quedan en pie 3 Palacios (2 de ellos situados alrededor de un gran patio o explanada: Jahangiri Mahal es el principal, en el ala derecha está Sheesh Mahal hoy convertido en hotel (foto dcha) y frente al 1º está el Raj Mahal (foto izq) 

y algo separado está el otro palacio, el Raj Praveen Mahal, además hay 2 o 3 templos -el Templo Chaturbhuj es el que asoma por detrás del Raj Mahal  (foto dcha)-. Y algunos aún en uso, y un total de 14 cenotafios a lo largo del rio Betwa.






Comenzamos la visita en el Palacio Jahangiri Mahal que tiene un aspecto impresionante, supone un excelente ejemplo de la arqutectura rajput bundela.



De planta cuadrada, rematado en la planta superior con 8 pabellones coronados por sus correspondientes 8 grandes cúpulas, además de varias pequeñas cúpulas chhatris, que le dan un aspecto refinado y ligero, todas ellas conectadas por balaustradas y elegantemente ornamentado a base de azulejos vidriados de lapislázuli, 4 bastiones fortificados protegen cada esquina



Hemos recorrido el palacio todo el tiempo que hemos querido (a Menchu le gusta ir sola y así lo ha hecho todo el viaje, aunque yo me he juntado con Ana y Diego salvo en Taj Mahal -que querían disfrutarlo románticamente porque era un deseo de Ana desde hace años-, pero una vez acabado Taj Mahal seguimos visitando juntos los 3 el Fuerte Rojo y todo lo demás, pero ahora vamos sólo las dos, así es que a partir de ahora y hasta el final veremos los sitios cada una por su cuenta, lo que me ha dado oportunidad de pedir hacerme fotos con mucha gente local que de otro modo quizás no lo hubiera hecho, no sé)

Tiene varios niveles alrededor de un gran patio central y alberga 132 estancias que se abren en una galería corrida a lo largo del perímetro del patio, y otras tantas salas subterráneas.
Desde la galería superior se tienen unas vistas excelentes de los alrededores y la multitud de pequeños templos y palacios que hay diseminados (fotos aquí y arriba izq)
.

Salimos del Palacio por la fachada posterior, que realmente es la Puerta Principal de entrada y es la que da al río Betwa, toda esta fachada principal es impresionante con sus celosías de piedra, las balaustradas, las cornisas..., y la puerta está flanqueada por elefantes de piedra y exquisitamente rematada, preciosa.
 
Una curiosidad es ver las 3 alturas de las escaleras, el guía nos explicó que era para que el rey pudiera subir a las distintas monturas: desde la superior montaba en elefante, la siguiente tenía la altura ideal para subir a camello, y la mas baja para caballo.



Atravesando la explanada y bajando unos pocos peldaños accedemos al Palacio Raj Mahal: construido en el s.XVII por Madhukar Shah -personaje profundamente religioso-.

 
El exterior no destaca demasiado (sobre todo si lo comparamos con el que acabamos de ver) ya que es bastante austero, pero cambia cuando entramos.




Con 2 patios alrededor de los cuales se estructura el Palacio, fachadas interiores de piedra, mármol y celosías, arcos lobulados, chatris, filigranas hechas en madera,etc..., en el primer patio vemos lo que fue en sus tiempos un baño,



lo que más destaca en este palacio son los techos pintados de la cámara real y de otras habitaciones, así como pinturas en las paredes con dibujos del Ramayana.
Desde su recinto exterior se enmarca la elegante silueta del vecino Palacio Jahangiri Mahal
Y desde sus torres se ve perfectamente la elegante forma del templo Chaturbhuj, que visitaremos después.

Salimos y nos dirigimos a la zona de templos. Por cierto que las fotos de los santones que puse nada mas comenzar la entrada de la primera parte están tomadas justo al salir del Palacio.


Caminamos a través de una animadísima calle repleta de tiendas a ambos lados, que une el Jahangiri Mahal con el primer templo al que accedemos: el Templo Ram Raja,




aunque realmente no hemos entrado en el templo sino que nos hemos quedado pululando por los alrededores repletos de gente que vienen aquí para compartir y disfrutar del día,
 

hay una orquesta y gente bailando, otros sentados en el suelo charlando,
una colorida estampa producida por los saris de las mujeres allí reunidas,



a ambos lados también hay gente sentada en meras esterillas que claramente se ven que no están integradas en la fiesta aunque ignoro qué hacen porque realmente no nos piden limosna ni nada, sólo están ahí (o eso nos ha parecido), y por primera vez en el viaje veo niños que sonríen y miran a la cámara, lo curioso es que esta vez no se lo ha dicho nadie.
Al parecer todos los días entre las 18h y las 19h se realiza aquí la ceremonia de la “puja” (ofrenda).




A la izquierda hay unas empinadas escaleras que nos conducen a otro espectacular templo: el Templo Chaturbhuj, situado en una gigantesca plataforma de piedra, es una impresionante estructura en la que destacan sus estilizadas torres en forma de aguja (shikhara) típica de los templos hinduistas, y talladas con flores de loto.

el interior tiene planta cruciforme, arcos ciegos, balcones... es muy interesante.
Y  de nuevo podemos ver una estupenda panorámica, que -obviqmente- incluye todo el templo Ram Raja, y se pierde en el horizonte, 





El último templo que yo llevaba anotado para ver es el de lakshmini Narayan, pero el guía dice que no tiene nada de extraordinario, y ahora documentándome mas veo que todo el mundo coincide en que no merece la pena, así es que hemos hecho bien en no ir, porque sin embargo ha accedido a darnos tiempo para que veamos por nuestra cuenta los cenotafios.


Le pedimos que nos indique dónde podemos comer, y nos dice que justo frente a los cenotafios hay un hotel con restaurante muy bueno, se lo indica al conductor y allí se despide de nosotras. Por cierto, que en lo que estuvimos esperando al conductor aproveché para comprar un sello de madera similar al que usaban en el taller textil para estampar dibujos en las telas.

Llegamos a los cenotafios y deambulamos un poco por esa zona que concentra algunos de ellos, en el río hay gente -alguno parece que pescando-, una familia que debe vivir por allí, una señora con su precioso sari azul haciendo comida al aire libre, hasta un “santón” está tranquilamente allí meditando y dormitando a ratos.

tenemos hambre y ya hemos terminado de ver la zona de cenotafios, así es que nos dirigimos al restaurante, al momento se presenta un señor -que se ve claramente que es el jefe- por si nos puede ayudar a elegir algún plato de la carta que nos guste ¡qué atento!, una vez terminamos de comer volvió a acercarse y nos dijo que en realidad era el director del hotel, que esperaba que nos hubiese gustado, efectivamente así ha sido, por si a alguien interesa se trata del restaurante del resort “Kaleva” cerquísima de los cenotafios.

Y emprendemos un largo camino de 4 horas por la carretera local que une Orchha con Khajuraho, con sólo una brevísima parada en una tienda-restaurante de la carretera.
Vamos solas con el conductor, que amablemente nos ha dicho que si necesitamos parar se lo digamos, incluso nos ha pedido perdón por hacer sonar el claxon en el último tramo llegando a Kajuraho, cosa sorprendente porque venimos habituadas a estar oyendo miles de claxon durante todos los días que llevamos en India.

En las zonas rurales las mujeres moldean grandes “tortas” de algo que parece barro para dejarlas secar -bien apiladas o bien paralelamente en el suelo-, pero no es barro, no, es caca de vaca que utilizan para abono y combustible con el que cocinar.
También hemos visto frecuentemente barberos en la misma calle (esto ya lo hemos visto en otros sitios de Asia, por allí es mas habitual de lo que nos parece a nosotros)
los pequeños negocios que se ven a ambos lados de la carretera son simplemente pequeños cubículos hecho de chapa, en los que unos venden, otros preparan comida, otros afeitan... su vida cotidiana.




KHAJURAHO

Llegamos ayer bastante tarde, el hotel es el Ramada catalogado de Primera Superior, nos recibe en el hall el representante de IndianRoutes en Khajuraho, y el personal del hotel se muestran solícitos y amables (como en todos los hoteles del viaje, salvo Agra), el director “front Office manager” se interesa porque todo esté de nuestro agrado, nos ayudan a conectar nuestros móviles al wifi del hotel (esto lo han venido haciendo también en todos los hoteles porque a veces hemos tenido dificultades con la clave), y me entrega una tarjeta suya. Al momento vienen otros 2 señores -uno de ellos vistiendo todo el uniforme de cocinero- y nos indican si queremos cenar algo, estamos cansadas y realmente no hemos cenado ningún día -vamos aún con un jet lag raro- y con su mejor sonrisa el otro señor me entrega también su tarjeta -es el “Manager & F & B Operations”. Nos están tratando a cuerpo de rey. Tengo muy claro que IndianRoutes se tomó en serio mi queja antes de llegar y que está respondiendo como lo que es, una estupenda empresa seria y preocupada por que el cliente esté feliz con su atención. Por eso lo estoy recomendando porque “de bien nacidos es ser agradecidos” y desde luego que ojalá todas las empresas fueran así.

Por la mañana, y tras un desayuno digno de este hotelazo, conocemos al nuevo guía que nos acompañará esta mañana para visitar los famosísimos templos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco,

Datan de los siglos IX y X, de la dinastía Chandela (que dominaba la India central), en total perduran 25 templos aunque se cree que llegaron a ser 85, durante 700 años estuvieron ocultos tras el espeso bosque-

Se dividen en 3 grandes grupos: los del Oeste que son los mas importantes y son los que visitamos primero, los del Este que están a escasa distancia de los anteriores son mucho mas básicos aunque también interesantes, y quedan los del Sur a los que no fuimos porque el guía nos dijo que estaban lejos y que siempre que había llevado allí a turistas todos habían terminado desilusionados de haber hecho la caminata para nada (ahora estoy informándome al respecto y lleva razón).


Pues ya estamos en las taquillas de entrada del recinto Oeste: un estrecho camino de tierra dirige tus pasos hacia los templos que están sobre plataformas elevadas de piedra,


 
Kandariya Mahadev Temple es el más importante y conocido por sus famosas escenas eróticas, aunque realmente debo decir que a mí me gustaron mas algunas otras que tienen una gracia especial, como la chica en una contorsionada postura que va cubierta tan sólo con un velo (un “velo” de piedra) ¡increíble!, o la gracilidad de la chica que se ha clavado algo en el pie y se lo muestra al niño. No sólo hay escenas eróticas, también podemos ver esculturas de la vida de la corte,

bailarinas, música, varios animales, y por supuesto muchos representaciones de dioses y diosas, e igualmente esculpidos en la propia piedra vemos motivos florales y geométricos,



Compartiendo plataforma está el Templo Lakshmana dedicado a Vishnú, es uno de los templos mas antiguos ya que data de entre el 925 al 950,

El pequeño Templo Varaha está justo frente al anterior y alberga una escultura de un jabalí que representa al dios Varaha.

El cercano Templo de Dulhadev, bastante mas sencillo y pequeño
Bajamos la plataforma y caminando por un sendero de arena entre todo el césped circundante, llegamos al Templo Visvanatha situado a pocos metros, en su interior tiene esculturas muy bien conservada, comparte plataforma con el Templo Nandi de tejado de forma piramidal

Una visita sorprendente e imprescindible, si he de ser totalmente sincera creo que hubieran hecho mejor en no ajardinar totalmente el recinto porque ver las plataformas de piedra en donde están los templos emergiendo de un extenso manto de césped da al sitio un aspecto algo artificial, cuando no es así en absoluto, supongo que si estuvieran en su estado natural -por ejemplo recuerdo los templos de Ankor en Camboya- sería mucho mas impresionante, pero es sólo una opinión.



Dejamos la zona Oeste y caminando llegamos a los templos del Este, y lo primero que encontramos es un templo de color blanco-ocre, mas moderno y totalmente en uso, el Shri Shantinath Temple, cuyos monjes profesan el nudismo como estilo de vida purificador, en los alrededores varias fotos con algunos de los más conocidos entre los acólitos y otras de una reunión de monjes y acólitos rezando y meditando, las familias de los monjes viven allí mismo pero ellos van vestidos -el nudismo es sólo para los monjes-.


Y pegado al anterior, está el único templo antiguo importante de la zona Este, es el Parsvanatha construido en el 950. De estructura similar a los que hemos visto en la zona Oeste,




de nuevo adornado con figuras de de Shiva y Parvati y de apsaras -las ninfas celestiales que ya hemos visto en el Oeste y que me está recordando a las que ya he tenido la fortuna de ver en Tailandia y Camboya-, me gustan tanto que fue el recuerdo que compré en sendos viajes.




Ya hemos visto los templos y nos sobra mucho tiempo hasta que nos trasladen al aeropuerto con destino a Benarés, y Menchu le insiste al guía para que la enseñe el pueblo y allá que nos vamos, nos lleva a su propia casa y nos presenta a su amable madre, su encantadora esposa y su bebé (me resulta curioso la costumbre de pintar con khol los ojos de los bebés y los niños, al parecer es para ahuyentar a los malos espíritus), nos enseñan la gran casa que tienen (de sus padres, y al parecer muy buena casa) y me sorprende encontrarme con una tabla en vez de colchón, cuando en el dormitorio nos hace sentarnos en la cama para enseñarnos fotos.
Aunque en este viaje no hemos podido sacar fotos costumbristas que tanto me gustan (porque vamos siempre subidas a un vehículo y lo ves pero no da tiempo a sacar la foto), pues -como intuía- el paseo no da para ello porque aquí no veremos ninguna escena exótica como un barbero trabajando en la calle, o un santón, o algún genuino local sentado en una estera como hemos visto en las ciudades... no, sólo hemos visto: una señora sacando agua de un pozo, un grupo de señores sentados jugando cartas, niños en las puertas de sus casas que ni siquiera está jugando entre ellos, y alguna vaca.


Nos despedimos del guía -casi a la puerta de su casa, jeje-, y seguimos con el conductor hasta el aeropuerto. La sala de espera del aeropuerto es pequeña y destartalada, yo me he quedado sin batería en la cámara de fotos y es una pena porque esta tarde llegaremos a Benarés y tenemos mucho que fotografiar alli, pero -brujuleando- veo un enchufe y le pregunto al señor de la tienda si me deja usarlo, accede, y me he tirado las 2 horas que faltan hasta tomar el avión con el brazo levantado desde el codo sujetando la batería porque el enchufe está muy alto y el cable no me da, y ni por un minuto se me ocurre dejarlo colgando no sea que al final con las prisas se me olvide y me deje la batería y el cargador en el aeropuerto de Kajuraho. ¡qué bien!


BENARÉS (VARANASI)

Al salir del aeropuerto ya nos espera el guía que nos acompañará esta tarde y mañana por esta ciudad.

Vamos en coche hasta una plaza central de la que arranca la Vishwanath Gali, una calle comercial muy ancha (diríamos que de 2 o 3 carriles por sentido, separados por una mediana infranqueable) en donde hay tiendas de todo (incluso alguna con unos saris espectaculares), pulseras y brocados... pero mayoritariamente son comercios dedicados a los objetos religiosos necesarios para realizar las ceremonias que tienen lugar en el Ganges; venden vasijas laqueadas, bermellón, agua embotellada del propio Ganges, y garrafas de plástico blanco para coger agua del Ganges y llevársela a casa o para familiares que no pueden venir.


Esta zona es un hervidero de gente que vienen para participar con fervor en la ceremonia Aarti, hasta el punto de que el guía nos ruega que no nos separemos de él -aunque eso no es tan fácil porque entre tanta gente tendríamos que ir cosidos- pero a base de poner empeño conseguimos ir los 3 prácticamente juntos, y él a cada 2 pasos busca si alguna se le ha perdido (pero lo único que puede ocurrir es que en ese momento alguna haya quedado unos pasos mas atrás porque alguien se ha metido en medio). Además de gente, también hay vacas y bueyes.

la Vishwanath Gali desemboca en el “Dasashvamedha ghat” (foto izq) en donde -desde el río- veremos en breve la ceremonia Aarti (foto dcha).
El Dasashvamedha ghat (se supone que el lugar más sagrado de Varanasi) está levemente iluminado por las luces que enmarcan perimetralmente los parasoles de bambú, bajo los cuales los sacerdotes conducen las oraciones rituales durante todo el día, y ahora se usarán para la ceremonia.

Tomamos una barca y nos colocamos entre decenas de ellas que como nosotras quieren contemplar la ceremonia Aarti desde el agua. 7 sacerdotes -cada 1 bajo un parasol- son los encargados de realizar toda la ceremonia, mediante mantras y cánticos, -y ayudados por el tintineo de campanas, la suave percusión de tambores y a intervalos el golpe reverberante del gong ceremonial-, van realizando los movimientos que componen cada una de las 5 partes de la ceremonia, 5 saludos: al espacio (akash), al viento (vayu), la luz (tej), el agua (jal) y la tierra (pruthvi), para lo cual levantan y “hacen bailar” distintos elementos en cada parte: primero una caracola, después lamparitas de fuego, abanicos de pavo real, y grandes candelabros de fuego

En el río comienzan a verse (con dificultad porque está muy oscuro) pequeñas ofrendas con una flor y una velita (que venden en el mismo ghat), me sorprende comprobar que el río no huele en absoluto (como me habían dicho),

terminada la Aarti, comenzamos la travesía por el Ganges hacia el este, reconozco que esta parte me preocupaba porque me habían hablado de la desagradable sensación que puede causar en una mente occidental una cremación a cielo raso -tanto por lo que podías llegar a ver como por el olor-, una de las personas que me lo ha dicho me merece toda confianza porque es mi hermana, pero ella fue hace 30 años y puede que en el preciso momento en que estuvo allí quizás coincidieran muchas cremaciones (por el olor lo digo) y entre ellas muchas personas no podrían permitirse el precio de suficiente madera y de calidad por lo que puede que los cuerpos no terminaran de quemarse, dando lugar a escenas que a nuestra mentalidad occidental nos espantan: partes del pobre difunto enteras, y perros rebuscando.

Llegamos al Ghat Manikarnika (1 de los 2 únicos aptos para hacer cremaciones) pero hoy sólo hay una cremación, y nos hemos acercado muchísimo (aunque por supuesto no permiten hacer fotos de algo que -a pesar de que para nosotros es insólito- no tiene nada de turístico ni de frívolo, se trata de un hombre que acaba de morir y de su familia que le está despidiendo y facilitándole el tránsito a otra vida, es algo muy serio y penoso que merece un respeto máximo, como decía el guía “no sabemos si veremos alguna cremación, porque la gente no se muere para que lo vea el turista”,

en otro ghat vemos otra ceremonia Aarti mucho más modesta, se trata de 4 sacerdontes sin parasoles ni parafernalia pero que están realizando la misma ceremonia, aunque sin fieles ni turistas alrededor.

Volvemos al ghat central y desde allí al hotel a descansar que de madrugada vendrán a por nosotras para un paseo interesante.

Un nuevo día en el que nos espera -junto con la de anoche- una de las experiencias mas espirituales del viaje, comenzamos nuestra andadura por el mismo sitio por el que lo hicimos ayer: la Vishwanath Gali que nos llevará al muy sagrado Dasashvamedha ghat, y aquí otra preocupación que se desvanece: traía la idea de que por las calles había muchos enfermos graves incluso moribundos, y en algún caso fallecidos durante la noche a la espera de que pasaran a recogerlos, pero a estas horas y por esta calle no hemos visto nada de eso.
 
No digo que eso no sea así, ha de ocurrir forzosamente ya que Varanasi es el lugar sagrado adonde todo aquel hinduista -que puede- quiere ir a morir, para ellos es un motivo de celebración ya que garantiza la salvación instantánea sin volver al ciclo de reencarnaciones, pero hay personas cuyos recursos económicos no les permiten mas que deambular y dormir en la calle y eso hacen, por lo que -intuyo- no deben ser tan inusuales las escenas que he descrito anteriormente, pero yo no vi nada de esto.

En el ghat he podido ver algún santón“sadhu” con sus típico atuendo color azafrán, el larguísimo pelo que no se cortan jamás y la cara -especialmente la frente- pintada, también hay gente preparando las ofrendas de flores y velas que los devotos dejarán flotando en el río,
y por supuesto varias personas metidas ya en el Ganges haciendo los baños rituales, las escrituras hinduistas recomiendan bañarse a diario en el Ganges como medio de preparación para la transición a la otra vida sin tener que pasar por mas reencarnaciones aquí.
En el este río sagrado, he visto además de darse el baño ritual y lavar ropa, a mucha gente bebiendo sorbitos -al parecer para purificarse-, y bien sagrado debe ser para que en ese momento no hayan caído fulminados

En una barca hemos recorrido todos los ghats que van desde este en que nos encontramos (que es el mas sagrado) primero río arriba,
pasando por Prayag Ghat,
Ahilyabal Ghat,
Munsi Ghat,


a los 15 minutos de embarcar  podemos sacar unas fotos preciosas del amanecer en el Ganges en el que flotan ya algunas ofrendas de flores y velas.




el contiguio y espectacular Darbhanga Ghat fácil de reconocer por las torretas y las columnas de estilo griego que adornan estas preciosas havelis que unos principes construyeron a principios de los 90,



Rana Mahal Ghat,
Digpatiya Ghat,
vamos casi pegado a la orilla para poder ver lo mejor posible,cuando terminemos y demos la vuelta lo haremos algo mas alejados para poder ver la panorámica
Raja Ghat de aspecto fortificado,
 
el muy colorido Kedar Ghat con sus escaleras rojas y blancas y el templo coronado de esculturas hinduistas,
compartiendo escaleras, el contiguo Vijayanagaram Ghat con una preciosa haveli asomando atrás


Harishchandra Ghat (el otro ghat en el que se efectuan cremaciones):  pasamos a pocos metros y podemos ver una gran montaña de troncos en lo alto de las escaleras esperando a ser utilizado, en las propias escaleras hay un chico separando las cenizas de los restos de las piras de anoche.


Shivala Ghat, Mahanirvani Ghat, Niranjani Ghat,
hasta llegar al Chet Singh Ghat inconfundible por su palacete coronado por 2 chatris rematados en sendas cúpulas bulbosas.


Aprovecho para comentar algo que nos explicaron ayer: al parecer el tipo de madera va en función al poder adquisitivo del difunto, yendo desde el uso de (maderas aromáticas que arden bien), hasta una madera muy empobrecida que prácticamente no arde y produce un humo negro y denso, incluso a veces en vez de madera se usa gas que es mucho mas barato.

Sólo 5 tipos de personas no pueden quemarse en el Ganges, sino que deben ser lanzados al río bien provistos de una pesada carga de piedras para que se hundan: los santones, las mujeres embarazadas y los niños pequeños (estos 3 porque se consideran ya puros y no necesitan pasar por el proceso de cremación) y por otro lado los envenenados por mordedura de serpiente y los delincuentes (estos 2 porque son tan impuros que sus cenizas podrían contaminar). Pregunté al guía si era cierto aquello de que en ocasiones se veían cadáveres o trozos flotando, y me contestó que es imposible porque los animales dan buena cuenta de ellos (tanto si hubo una cremación lo suficientemente barata, en cuyo caso ya hemos visto perros pululando, como si se trata de alguien no incinerado, en cuyo caso son los cocodrilos y demás animales del río).


Ya toca dar la vuelta y observar de nuevo los ghats por los que hemos pasado, hasta llegar al Dasashvamedha Ghat (que fue del que partimos) , ya comenté que navegando río abajo lo hacemos bastate mas alejados de la orilla lo que nos permite una panorámica muy interesante.
Una vez pasado Dasashvamedha Ghat volvemos a acercarnos a la orilla y continuamos río abajo hasta Manikarnika Ghat (el otro ghat de cremaciones).

Así pasamos por el Man Mandir Ghat, y llegamos al Palacio del Dom Raja que requiere bastante explicación: Los Dom son una casta muy rica porque durante siglos han tenido derechos exclusivos sobre los ghats de cremación, son ellos quienes venden la madera, su personal se encarga del proceso, y al final su personal será el responsable de recoger las cenizas, cobrando por el material y por el proceso,

Seguimos por otros pequeños ghats: Tripura Bhairavi Ghat y Mir Ghat, el algo mayor Jalasen Ghat, y llegamos al Manikarnika Ghat (el de cremación),
y mas allá las elaboradas estructuras de Scindia Ghat con forma de agujas piramidales (que se derrumbaron por su excesivo peso, y fueron reconstruidas, una de ellas podemos verla donde quedó sumergida en la orilla, y algo más allá las 3 cúpulas doradas sobre el pequeño templo que corona el Sankatha Ghat,


Manikarnika Ghat es inconfundible desde la distancia porque permanentemente hay alguna pira y sale humo. Desembarcamos justo en este ghat y subimos las escaleras, lo que nos da lugar a sacar alguna foto desde la distancia (por puro respeto, obviamente) de cómo unos hombres están metiendo en el río el cuerpo de su familiar, va amortajado y protegido por una tela amarilla, le echan agua por encima para comenzar el proceso de purificación.

Nos dice el guía que el proceso es lento: primero lo lavarán (lo que estamos viendo), después algún familiar irá a la casa del Dom a comprar la leña, y cuando esté todo preparado empezarán la cremación que generalmente durará unas 3 a 5 horas, durante todo este tiempo los familiares (todos hombres) permanecen allí acompañando a su familiar, parece ser que lo tienen tan asumido que nadie derrama una lágrima -lo cual no significa que no le quisieran, todo lo contrario, porque le quieren deben facilitarle el tránsito a la eternidad-. También nos explicó que ese es el motivo de que no haya mujeres -mas débiles a la hora de aguantar el llanto-, ellas esperan en casa, porque si el alma del difunto ve sufrimiento a su alrededor quizás no pueda liberarse como debiera.


Por las escaleras que suben desde el ghat, lo primero que vemos -obviamente- son toneladas de madera dispuesta para ser usada, y después nos metemos en un laberinto de estrechas calles, debiendo compartir en ocasiones este minúsculo espacio con alguna que otra vaca, que te tienes que echar contra la pared porque casi no cabe y no sea que le de por revolverse, ¡que tiene cuernos y están pegaditos a tu cara!

Si los estrechos callejones que arrancan del ghat estaban casi vacíos, no pasa lo mismo con las callejuelas que nos encontramos ahora, repletas de gente y con minúsculos comercios de apenas un metro y medio cuadrado a ambos lados, estamos pasando por el “templo de oro” llamado así por estar rematado en una imponente aguja cubierta por 750 kilos de oro, el guía nos dice que debemos dejar todo (bolso, cámara de fotos, móvil... todo) en una tienda cercana en la que ya hay un montón de turistas haciendo lo propio, nosotras sólo hemos cogido el dinero y el pasaporte y -a regañadientes, no por los indios sino porque vemos que nadie custodia nada- hemos dejado todo allí, la calle es un caos total, porque encima de que es estrecha hay mucha gente apelotonada en un punto: son las 2 colas de entrada al templo porque -aunque sólo los hindúes tienen acceso al interior-, a los extranjeros se nos permite entrar pero poco mas allá de un pasillo de un metro de ancho por 2 de largo que es justo donde está la puerta custodiada por un policía, para lo cual hemos tenido que esperar una cola de mil demonios (hay 2, una para hombres y otra para mujeres) en donde nos cachean (aunque eso ha sido habitual en muchos de los sitios que hemos visitado durante el viaje, yo suelo llevar el dinero en una faltriquera pegada al cuerpo y en muchos sitios la policía (mujer, por supuesto) me ha hecho casi desnudarme para mostrarle que realmente era dinero) , y después de tanto trámite entramos y sólo nos dejan ver eso, y encima ni fotos... en fin.


Tras este fiasco y tras recoger nuestras cosas, seguimos por calles mas anchas contemplando una arquitectura singular: junto a casas destartaladas y con falta de una mano de pintura desde hace ya demasiado, vemos otras cuyas paredes están decoradas con unas pinturas florales, y lo mas extraño es ver entre ellos edificios mucho mejores -con celosías y filigranas- que con seguridad vienen de aquellos tiempos en que fueron colonia inglesa,

Terminada la visita de Benarés, el guía nos pregunta si queremos ir a conocer un “museo” llamado “Gran madre india” accedemos porque nos sobra mucho tiempo hasta tomar el avión que nos llevará a Katmandú, aunque de haber sabido en qué consistía puede que hubiéramos declinado la oferta porque para entrar necesitas quitarte también los calcetines y entras a un suelo de mármol que te congela hasta las pestañas, y lo que ves dentro es un mapa de la India hecho en mármol en un nivel inferior al del suelo, pero bueno, lo hemos visto y está bien.

Regresamos al hotel y desayunamos, son las 8 de la mañana, y nos recogerán a las 8,30h para ir al aeropuerto.
Parece increíble pero todo lo que hemos hecho esta mañana nos ha llevado sólo un poco mas de 2 horas desde que empezamos a navegar por el Ganges hasta que terminamos en el museo.

Por primera vez en el viaje tomo un desayuno mas abundante porque al ser más tarde y no estar recién levantada me apetece, y obviamente el buffet es digo de este hotel de 5 estrellas (como viene siendo en todo el viaje, con excepción de Agra).

El aeropuerto Internacional no es grande y además tienen salas cerradas, y mientras Menchu está brujuleando por ahí yo entablo conversación con 3 españolas que están viajando de por libre, y nos hemos dado los email.

A partir de aquí vienen 3 días y medio visitando NEPAL, este país lo edito en entrada aparte 2014. NEPAL para no cargar más esta entrada que ya se está extendiendo mucho.
Tras conocer el sorprendente país vecino, volvemos a INDIA al aeropuerto de Delhi, pero como ya desde el principio del viaje sabemos que la llegada la tenemos prevista a las 15,35h y no volveremos a tomar un avión hasta la 1,45h de la madrugada, para no cansarnos de estar tantas horas en el aeropuerto innecesariamente, desde el primer momento le pedimos a IndianRoutes que nos vengan a recoger y nos hagan una excursión para ver lo que nos ha faltado de Delhi, y después nos devuelvan al aeropuerto, y -como viene siendo habitual- IndianRoutes no ha puesto ningún problema, al contrario, nos ha facilitado todo lo que puede: iremos con conductor (nos dió la opción de también guía pero honestamente nos salía demasiado caro para pocas horas) y nos mostrará lo que queremos ver: interior del Templo de Birla Mandir, interior del Templo Sij (con ceremonia incluída), entrar algo mas por la zona de edificios gubernamentales, y poco más.

DELHI (última tarde)

Efectivamente, el conductor nos espera a la salida del avión, es un señor muy atento que se está esforzando incluso más de lo que es su obligación -es conductor, no guía, pero nos va señalando las cosas que vamos viendo y ayudando en lo que puede.

Nada mas recogernos, ya le ha telefoneado el ejecutivo de IndianRoutes para preguntarme si todo ha ido bien, y si necesitamos algo, le propongo si podemos visitar el Fuerte Rojo (que no lo vimos) pero está ya cerrado porque -tras estar mas de media hora en un gran atasco para salir del aeropuerto- cuando lleguemos serán las 17h.

Primero nos acercan a la zona de edificios gubernamentales, que con el minibús no permitían el acceso, aunque ahora también debemos contentarnos con verlo desde el coche porque la zona está atestada de policía y no han permitido parar, pero al menos con este coche podemos entrar hasta la misma puerta,

El día es horrible, está muy oscuro y completamente gris, llovizna, y ha debido caer una buena tormenta porque el suelo está muy mojado... lo que no contribuye precisamente a sacar buenas fotos, han salido de pena.atravesamos una ajardinada avenida en donde se ubican los bungalós coloniales, que hoy son las residencias de ministros y altos cargos del gobierno.


vemos los 2 grandes edificios que forman los llamados South Block (que alberga la oficina del primer ministro y el Ministerio de Defensa) y North Block (destinado a otros usos igualmente institucionales),




al fondo la Residencia del Presidente de India “Rashtrapati Bhavan”
algo más allá el Sansad Bhavan inconfundible por su forma redondeada (que es la actual sede del Parlamento).
Y continuamos hacia India Gate, todo esto bajo un cielo plomizo a mas no poder.




Nuestra siguiente visita será el Templo Sij (sikh), tenemos muchas ganas porque nos aseguran que siempre hay rituales dentro, aparca en la puerta y nos pregunta si con media hora tenemos suficiente, por supuesto.
El templo por fuera es precioso,todo de mármol blanco rematado en fabulosas cúpulas doradas, en realidad es un complejo que perimetralmente tiene unas galerías con columnas donde hay decenas de hombres sentados,

Aunque no lo hemos visto, sé porque me informé que en este recinto hay una gran sala donde cocinan y dan alimento 3 veces al día a todo el que lo necesite, sólo ha de cumplirse las normas de estar descalzo y con la cabeza cubierta (como cualquier sij que entre al templo) y pedirlo con humildad (la misma humildad que reza en la doctrina sij para cualquier miembro)

El sikhismo es una religión producto de la unión del hinduismo e islamismo, con unos principios encomiables ya que se basan en el servicio al prójimo, la humildad, y la negación de las castas -el sistema de castas rige toda la vida en la India como algo natural-, en cuanto a creencias rinden culto a un solo Dios.
Nuestro ánimo se desvanece cuando vemos que para entrar debemos quitarnos también los calcetines, los fieles incluso meten los pies en un pequeño receptáculo de agua que hay justo en la base de las escaleras de acceso al templo, y ninguna de las dos nos atrevemos a hacerlo porque -como dije- ha llovido y el suelo de mármol está helado, además de que hace frío y no queremos terminar el viaje enfermas -que hace falta tener mucha fe y mucha costumbre para descalzarse en estas condiciones-, así es que nos contentamos con verlo por fuera y estar un ratillo por ahí observando a los fieles -todos ellos con el característico turbante sij que llevan como seña de identidad en su vida diaria desde que se levantan hasta que se acuestan.

Aunque no lo hemos visto, sé porque me informé que aquí A la izquierda del templo hay como una gran estancia, también de mármol, en la que cada día se dan de comer 3 veces al día a todo el que lo solicite, tan sólo hay que pedirlo con humildad, estar descalzo y la cabeza cubierta.
Salimos de allí con pena de no haber entrado a ver la ceremonia pero convencidas de que hemos hecho lo mejor, el conductor no nos esperaba hasta dentro de media hora y lo hemos visto en 20 minutos, nos va a sobrar mucho tiempo aunque ya es de noche así es que tampoco podemos ver mucho mas. Ahora nos damos cuenta de que quizás no fue buena idea haber contratado esta visita de la última tarde porque de noche no hay nada que visitar pero lo hicimos por no darnos el palizón de estar en el aeropuerto desde las 15,30h hasta la 1,45h del día siguiente, así es que está bien.

Continuamos hacia el Templo de Birla Mandir que hace unos días no lo pudimos ver por dentro, nuevamente debemos quitarnos los zapatos, menos mal que el conductor habla con alguien de allí y nos meten a las dos en una pequeña sala (contigua a la tienda de recuerdos) y allí vemos unas zapatillas de un hotel que alguien ha dejado allí y nos las calzamos -con los calcetines puestos-. No permiten hacer fotos y nos obligan a dejar en unas taquillas las cámaras y los móviles. En el interior continúa el colorido crema y terracota del exterior, algunas estatuas de divinidades en cada pequeño altar y poco mas. El conductor que entró con nosotras va rezando de altar en altar, lo está disfrutando él mas que nosotras, jeje.


Al salir vemos unas luces que está claro que se trata de una boda de gente con recursos, yo ya las voy reconociendo (ya me invitaron a entrar a una en Agra), le pregunto al conductor si podemos pasar y contesta que no porque es una fiesta privada, pero tras dar 3 pasos decido que quiero intentarlo y le digo que espere un rato, y allá que me meto y Menchu detrás, de nuevo pregunto a un hombre de la entrada que resulta ser un trabajador pero de inmediato aparece un señor de mediana edad y muy elegante que me invita a entrar, es un espacio grande y muy iluminado en donde ya se encuentran muchos invitados tomando algo -de nuevo, como en Agra, nos han ofrecido bebida pero evidentemente hemos agradecido y declinado la oferta-, 2 preciosas jóvenes ataviadas con saris bordados están sentadas tomando algo y acceden gustosas y sonrientes a hacerse una foto conmigo.

Salimos del recinto y de camino al coche aún vemos un grupo de gente rezando ante un pequeño altar, pero está tan oscuro que no se ve prácticamente nada.

Con esto damos por concluida esta última visita a Delhi, y el final del viaje. Y nos conduce ya al aeropuerto, es increíble el atasco que hay en esta carretera a todas horas pero como vamos con horas de adelanto no nos preocupa. Y ya a esperar y esperar en el aeropuerto, me habían dicho que había unas tumbonas y es cierto pero son pocas y hay centenares de personas así es que están todas cogidas supongo que desde hace horas, jaja.

Volamos a París y desde allí a Madrid, aunque a punto hemos estado de perder este último avión. En el avión he avisado a una azafata de que estaremos en tránsito y tenemos sólo una hora, para que lo sepa por si hay algún problema, me dice que todo ok. Para ir de una terminal a otra debemos pasar por control de maletas, yo paso la mía sin problema (llevo sólo una pequeña maleta) y me dirijo al control de pasaportes que está justo enfrente, y me quedo de charla con el encargado de revisar papeles y organizar la cola de entrada a pasaportes, me dice que entre pero le indico que estoy esperando a Menchu -que está retenida en la otra cola en la que se puso (ya dije que le gusta ir sóla)-, es muy amistoso y nos ponemos a hablar de cómo es India, de París... y Menchu ahí con la maleta retenida y la hora de margen que se va consumiendo, el señor me insiste en que pase porque perderé el avión pero no me atrevo a dejar a mi compañera de viaje sóla (aunque ya sé que me ha dicho centenares de veces que no le gusta esperar ni que la esperen, pero bueno), al final me acerco y con mi mejor sonrisa y toda la humildad con que soy capaz de impostar la voz, le digo en francés a la señora policía que “por favor, si puede telefonear al avión para decir que estamos aún allí, porque estamos en tránsito”, me contesta amablemente que no tiene teléfono (ya lo sabía, pero fue la manera que se me ocurrió de hacerle saber que estábamos en tránsito) pero de inmediato termina el control de los 3 bultos que lleva. Ahora a correr a la cola de los pasaportes, el encargado según estamos llegando ya está abriendo cintas para permitirnos colarnos, y una vez estamos en posición nos cuela directamente delante de la primera persona que espera, gracias, gracias, gracias.... Pasamos rápido control de pasaportes y ahora a correr como si nos fuera la vida en ello, llegamos en “última llamada” y cómo nos verán que el auxiliar de cabina que nos recibe en el avión directamente nos ofrece un vaso de agua, ok, ya estamos sentadas. Ahora llegar a Madrid y fin de viaje.


RESUMEN DE IMPRESIONES

Dicen que INDIA o lo odias o lo amas, yo no diría tanto pero sí que es un destino difícil de valorar:
He visto monumentos impresionantes (y no sólo estoy pensando en el famosísimo Taj Mahal, sino en otros que me han gustado tanto como aquel, por ejemplo la Tumba de Humayun, la de Safdarjung, la de Itimad-ud-Daulah, setc), pero las ciudades tinen aspect sucio y polvoriento -aunque se ven a menudo mujeres barriendo con esas pequeñas escobas que les obliga a agacharse-, lo que pasa es que intuyo que es polvo de años, las fachadas de las viviendas están muy deterioradas quizás por los frecuenten monzones, en fin... ciudades pobres y con mal mantenimiento que abrigan monumentos excepcionales. Esa es mi honesta opinión.

Por otro lado, debo desmontar algunos mitos que yo no he visto, y me refiero a 2 temas importantes: por un lado la miseria y por otro el horror relacionado con las cremaciones y el Ganges.

No hemos visto miseria, al menos no mas que en otros países de Asia, de hecho es una economía emergente en la que el Gobierno -según nos han dicho- está intentando ayudar a la casta baja (aún siguen el sistema de 4 castas: los sacerdotes, los guerreros, los comerciantes, y la baja) ofreciendo educación gratuita y comida en el colegio también gratuita, aunque parece ser que los padres prefieren que en vez de estudiar trabajen con ellos, otra medida para favorecer a la casta baja es que tienen reservados un 30% de puestos de trabajo.
La sanidad es gratuita aunque hay tanta gente que la espera es interminable.
También es justo decir que el hecho de no haber visto miseria quizás no significa que no la haya, ya que hemos hecho un viaje muy rápido y por zonas muy céntricas, y no conozco tanto de la India como para poder sentar cátedra, sólo digo lo que he visto, no sé.

El tema del Ganges y las cremaciones ya lo expliqué cuando hablé de Benarés, no huele, no se ve nada macabro, de hecho ha sido una experiencia que me ha gustado muchísimo, y quien me conozca sabe que yo no tengo nada de morbosa, lejos de sentir nada desagradable lo que he visto es espiritualidad, fervor, respeto, ternura,... tanto en la ceremonia aarti, como en las abluciones en el Ganges, y por descontado en las cremaciones, Benarés es una visita que no debe omitirse al viajar a la India porque es la parte mas espiritual y por tanto mas emocional de todo el viaje.

los matrimonios pactados son práctica habitual, de hecho todos nuestros guías han tenido ese matrimonio, y están contentos con ese sistema porque piensan que, como la elección la hacen los padres pero siguiendo directrices de los astrólogos y debiendo tener no recuerdo si 16 o 23 rasgos del carácter en común entre ellos, es difícil llevarse mal en la convivencia, siendo muy infrecuente que alguien casado de este modo quiera separarse, mientras que los casados por amor frecuentemente se separan. Bueno, eso es lo que nos han dicho, lo que ignoro es si el llevarse bien es realmente porque tienen tantos rasgos en común o porque la mentalidad y las circunstancias así lo exigen, pero al fin esto es sólo una impresión, ellos son los protagonistas y ellos son los únicos que deben valorarlo.

India ha sido un destino muy interesante.

A MODO DE RECORDATORIO: EL VIAJE TAMBIÉN HA INCLUÍDO NEPAL (lo editaré en otra aparte)

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