viernes, 12 de septiembre de 2014

JORDANIA

VIAJE A JORDANIA E ISRAEL (20 a 27 de Julio)

Tengo muchas ganas de conocer algunos puntos de estos Países, en esta ocasión viajo con Ana (gran terapeuta -por eso nos conocemos porque llevo años siendo paciente suya- y formidable persona lo que nos ha llevado a otro nivel de amistad -es una persona amable, respetuosa y muy espiritual, me gusta mucho como es-), es nuestro primer viaje juntas pero -como medio parafraseando a la película: “es el comienzo de una gran andadura” porque tras volver ya hemos pensado nuevos destinos.

Salimos de Barajas el día 20 de Julio, a las 12´50h, por eso ayer se vino Ana a casa de mi madre (también es paciente suya desde hace años y tienen muchísimo en común por lo que -a pesar de la diferencia de edad- también ellas tienen una relación muy intensa). Dormiremos aquí y saldremos juntas. Mi madre -como siempre- se ha esmerado en todo lo que puede, ayer nos hizo cena rica y esta mañana ha madrugado para tenernos el desayuno preparado y despedirnos.


Día 20: 
 
Tras un buen vuelo y llegamos a Amman.
El viaje lo contratamos hace casi 2 meses, pero -desafortunadamente- llevan algunas semanas con conflicto armado entre Israel y Palestina. Y hay opiniones enfrentadas: desde quien nos aconseja directamente renunciar al viaje, hasta quien nos dice que no pasa nada, yo he estado los últimos días preguntando tanto en la Embajada de Israel como en Asuntos Exteriores sobre la conveniencia -o no- de ir. Y tanto unos como otros nos tranquilizan: totalmente desaconsejado acercarse a la zona de Gaza (en donde sí que hay muertos a diario por el cruce de misiles entre unos y otros., de hecho es una noticia constante a nivel mundial porque los enfrentamientos están siendo muy serios y se teme lo peor, Naciones Unidas Europa y USA están intentando mediar en el conflicto) pero como sólo vamos a Jerusalén y Belén no creen que haya problema, además -nos dicen- si lo hubiera cuando estemos allí simplemente nos repatrían y ya está.
Como curiosidad del momento puntual en que vivimos, hemos sobrevolado el norte de África y -en vez de atajar hasta Amman directamente- han preferido bajar toda la Península del Sinaí y volver a subir, para no sobrevolar Israel. No sé si es porque hoy ya está cerrado parte de este espacio aéreo (en unos días cerrarán Tel Aviv, justo coincidirá cuando estemos ya en Israel, incluso unos compañeros del grupo que terminan allí su viaje están con gran incertidumbre de si podrán salir de allí o tendrán que volver a Amman y desde allí regresar, aunque finalmente salieron por una tregua de 24 horas que se dieron Israel y Palestina), o porque hace unos días ha sido derribado un avió de pasajeros que sobrevolaba la zona de Ucrania (que también está en conflicto armado ahora) y no han querido arriesgar (cosa que todos agradecemos mucho, porque la situación está complicada).

No hay casi público en el aeropuerto, y nos dirigimos a la ventanilla del Policía que nos emitirá el Visado, son 40 Dínares Jordanos (JOD) que se supone que están casi a la par con el euro (y así nos lo han cambiado cualquier comerciante en Jordania, aceptan exactamente igual euros que jod y la conversión la hacen a la par), pero no, nos manda a la oficina de cambio que hay enfrente en donde nos cambian fatal 80 € por 66 Jod.
Como no hemos facturado salimos las primeras, debemos esperar media hora larga hasta que salgan los últimos que componen el grupo de Españoles (unos 10 en total) pero curiosamente una vez recibidos todos (lo que nos ha dado lugar a conocernos) resulta que vamos en diferentes tours y no volvemos a vernos hasta el regreso que volveremos a coincidir con una madre y su hija -con las que, casualidades de la vida- es justo con quienes hemos hablado en esta espera). El guía nos conduce a Ana y a mi a un taxi para que nos lleve al hotel y allí nos recibe otro chico del receptivo (que no volvemos a ver hasta que vuelva a recibirnos cuando regresemos de Israel), el hotel tiene una decoración curiosa ya que a base de trampantojos muy conseguidos imita un patio interior donde no hay mas que pared, y la habitación es muy ámplia. El tema del dormir ya es otra cosa... porque en la habitación contigua suena sin cesar música árabe desde las 9 que es cuando llegamos y a las 12 de la noche -aburridas ya de que no apagan- bajamos a recepción y... resulta que la habitación está vacía y con música puesta, nos ofrecen cambiarnos pero el hotel está lleno (es Ramadán y está cerca de una zona universitaria) por lo que la habitación es mas pequeña que la nuestra y no aceptamos, así es que el encargado entra a apagar la música. ¡¡¡ bien !!! por fin podremos dormir ¿¿¿??? pues no.... a eso de las 2 o las 3 de la mañana llegan un grupo de chavales a la habitación hablando fuerte, riéndose... vienen de celebrar la salida de Ramadán y con muchas ganas de juerga. Les decimos que se callen y piden perdón pero se les olvida a los 2 minutos... en fin... noche en vela. Por cierto que el hotel está pegado a una mezquita, con lo que también nos “despierta” -si hubiéramos estado dormidas- el canto del almuecín. Bueno, no importa... estamos de viaje y felices.


Día 21: MADABA, MOTE NEBO, CASTILLO SOUBAK, PEQUEÑA PETRA

Tras un desayuno correcto, conocemos al que será nuestro guía en Jordania, es un chico agradable y atento, es licenciado en Historia y sabe tanto como cabe esperar en alguien con esa formación. Y a nuestros compañeros de viaje: primero recogemos a Teresa y Quique (con quienes ha sido todo un gusto viajar, y ojalá podamos hacerlo de nuevo, os mando un saludo que sé que me estáis leyendo), y a Omar y Arturo (2 mexicanos -padre e hijo- con quienes también hemos compartido muy a gusto porque han sido también excelentes compañeros de viaje). Vamos en una van de 3 filas de asientos: alante el conductor y el guía, después nosotras y Omar, y atrás Teresa Quique y Arturo, lo que da lugar a sentirnos todos mucho mas en grupo que si fuéramos en autocar por parejas, eso creo yo.

Nos dirigimos a la ciudad de MADABA, y de camino nos asombra cómo está construida AMMAN, casi todos son edificios nuevos y absolutamente todos de piedra blanca, nos explica que a pesar de ser enclave antiguo de civilizaciones, -tras sufrir varios terremotos y desastres- en 1921 el rey Abdullah I la convirtió en capital del reino de Jordania y hay una ordenanza urbanística en virtud de la cual ningún edificio puede hacerse con otro materia o estructura diferente a la que vemos.

MADABA
situada a 35 km de Amman,es muy conocida por sus mosaicos que datan de la época Bizantina y posteriormente de la Omeya, por lo que también se la conoce como la “Ciudad de los mosaicos”. Llegando a Madaba casi todos bajamos del coche a cambiar dinero en una oficina de cambio.


la colorista Iglesia Ortodoxa de San Jorge, en cuyo suelo se encuentra el primer mapa-mosaico de Palestina, data del siglo VI y su importancia radica en que se trata del mapa geográfico mas antiguo que se conoce, muestra cómo era la cartografía de Jerusalén y Tierra Santa en la era Bizantina y a la relativa buena conservación con que nos ha llegado -a pesar de terremotos e incendios-.

Aunque debo decir que las fotos desmerecen mucho porque los mosaicos son de tonos muy suaves y por eso en las fotos no resaltan demasiado (habrá que conformarse así porque no tengo ningún programa que suba el color a las fotos). 

Se ve perfectamene como era Jerusalén y otras ciudades.
Algo a tener en cuenta cuando se examina el mosaico es que no se oriente de norte a sur (como estamos habituados a ver los mapas) sino de este a oeste.
Se puede ver el Mar Muerto y peces que huyen de él a través del río Jordán, Jericó con su afamado palmeral, Belén, y Jerusalén en el centro del mapa con un gran detalle topográfico de la ciudad lo que permite reconocer construcciones que podemos ver en la actualidad, como al final del viaje podremos comprobar.
La iglesia está decorada con pinturas y mosaicos modernos -como no podía ser de otro modo-.

Después a una fábrica estatal de mosaicos, nos han mostrado cómo se realizan y es muy bonito, además hemos visto piezas únicas -algunas impactantes como 2 juegos de comedor-, y allí he comprado mis primeros imanes (uno de Jordania y otro Petra), todos hemos aprovechado para comprar algo de comer y así no ha hecho falta parar para después para comer formalmente.




MONTE NEBO:
 
Seguimos hacia el Monte Nebo, desde donde podremos ver la vista panorámica del Valle del Jordán. Este lugar es importante porque fue el último lugar visitado por Moisés y desde donde el profeta divisó la Tierra de Canaán también llamada la “Tierra Prometida” a la que nunca llegaría. Aunque la definición es sorprendente viendo el terreno árido que es en la actualidad, al parecer era un lugar fértil en aquel entonces. A pesar de ser un terreno yermo, la panorámica que ofrece desde sus 817 metros de altura resulta muy interesante porque se distinguen varios puntos conocidos por la Biblia y la Historia.

Entramos al recinto, a lo largo del camino hay piedras conmemorativas y arriba el humilde monasterio y una cruz de hierro con una serpiente enroscada que es una escultura moderna

Dentro del recinto encontramos una iglesia que reedificaron los franciscanos en el sXX (la original databa del s IV) que preserva importantes mosaicos bizantinos del s.VI a ras de suelo. La Basilica de Moisés. El gran mosaico mide 9 metros de largo por 3 de ancho y representa escenas de caza. También hay una zona de museo con interesantes muestras antiguas.


CASTILLO DE SOUBAK (o de Shobak)

Continuamos nuestras visitas del día, dirigiéndonos ahora al Castillo de Soubak, en ruta nos pregunta el guía si queremos parar a comer en restaurante o cómo, porque como es Ramadán no hay sitios abiertos y debemos pensarlo para buscar algo durante el trayecto, le decimos que preferimos comprar algo y tomarlo sobre la marcha, nos para en una tienda muy grande y compramos frutos secos y algo mas y lo tomamos allí sentados. Veo la guía de Petra de Fabio Bourbon (descatalogada en España y que sé que la puedo comprar en Petra) me piden 25 € así es que desisto porque sé que en Petra me costará 10 €. Terminado el breve almuerzo seguimos ruta.

Llegamos al Castillo (al que sus constructores en el año 1.115 le pusieron el nombre de “Crac de Montreal”, mandado construir por el rey Balduido I de Jerusalén para controlar el comercio entre Siria y Arabia y cobrar por permitir el paso), desde el que tenemos una vista estupenda del valle del mismo nombre.

De este castillo de los Cruzados realmente queda poco en pie, pero se observa la factura de sus muros y torres decorados con grabados y una pequeña iglesia,

La fortaleza cayó en manos de Saladino tan sólo 75 años después de su construcción, y dejó constancia de su conquista en las inscripciones que hizo en las murallas. Según la wiki el motivo fué la afrenta de Reinaldo de Chatillon -dueño de la fortaleza desde 1.177 que -además de atacar a las caravanas que pasaban por este lugar, construyó barcos con la intención de atacar La Meca atravesando el Mar Rojo, y esto último fue intolerable para el sultán Ayubí Saladino que lo invadió en 1.187


PEQUEÑA PETRA “Al BARID”


Aunque las visitas programadas para hoy ya han concluido, nos sobra tiempo, en parte debido a que somos un grupo muy marchoso que vamos rapidito por todos sitios y no nos entretenemos mas de lo normal, y en parte porque ninguno paramos expresamente para comer con lo que todo ese tiempo lo ganamos a diario.

Por eso el guía nos propone terminar hoy viendo Pequeña Petra, lo que -por un lado nos beneficia porque así mañana damos mas tiempo a Petra, y por otro también es mejor empezar con un plato menos fuerte y así poder maravillarnos ahora de Pequeña Petra y mañana del plato fuerte-, bien pensado.

Pequeña Petra es una maravilla que data del siglo I, al parecer no se trata de una antigua ciudad funeraria, sino todo lo contrario, probablemente era una ciudad dedicada al comercio y como campamento para las caravanas que se dirigían a Petra.

Se aparca en una gran explanada y nada mas acceder encontramos pequeños tenderetes de souvenirs y bebidas (en uno de ellos he comprado la típica botella decorada con arena del lugar, pero lo he hecho a la salida)

la primera estructura que aparece a la derecha es una espectacular fachada labrada en la piedra caliza, es de tipo frontón -de las que mañana veremos unas cuantas- y la puerta está delimitada por sendos dinteles con capiteles nabateos y rematada en un bonito friso dórico nabateo que a su vez se corona con un frontón curvilineo, para acceder hay que subir una pequeña escalera también labrada en la misma piedra.

A la izquierda vemos mas aberturas en la piedra que dan acceso a oquedades utilizadas quizás como almacén de mercancías.

Y de frente las paredes rocosas llegan casi a tocarse conformando un estrecho pasillo -casi un Siq en miniatura (preludio del largo Siq que cruzaremos mañana en Petra)

Este Siq da acceso a una explanada en donde encontramos otra admirable fachada esculpida en una posición mas elevada del suelo, y en su parte baja otras oberturas que no corresponden a la misma estructura -de hecho son de momentos diferentes-, la estructura superior bien pudiera ser un templo atendiendo a su forma externa, al estar sustentada por 2 formidables columnas que rematan en capitales nabateos y un friso liso, e interna ya que no tiene nichos ni asientos corridos como sí los tienen otras del recinto.


En este terreno árido también hay vida.
Entramos en otras cavidades del recinto y podemos observar a un lado un pequeño depósito en donde los dromedarios podían beber, y un asiento que recorre perimetralmente los 3 lados que probablemente lo usaban los mercaderes a modo de asiento y por la noche se extendían pieles y se convertían en camas de piedra.

Vamos embelesados contemplando las bellas formas y los colores de la piedra erosionada que nos rodea por todos lados, y que le confiere un aspecto mágico a este delicioso lugar. Y si buscamos con detenimiento se puede apreciar las canalizaciones en la piedra que servían para recibir agua de la lluvia
Un nuevo paso estrecho, flanqueado por 2 coloridas adelfas -que parecen plantadas a propósito para embellecer la foto- nos conduce a una segunda explanada donde encontramos mas monumentos similares a los de la primera.

Incluso nos atrevemos a subir a otra considerable abertura que se distingue desde abajo, se trata dela Casa Pintada, las escaleras son empinadas y estrechas por lo que subimos con mucho cuidado de no resbalar, pero las pinturas que aún se conservan en su techo bien merecen el esfuerzo, vemos racimos de uvas, pájaros, flores... y aunque queda sólo una pequeña muestra, nos hace pensar en cómo debía ser esto en su día.

Al fondo una empinadísima escalera excavada entre 2 moles de rocas lleva teóricamente a un lugar alto del sacrificio, pero el guía nos dice que no se ve nada y sólo Quique se anima a subir mientras los demás nos quedamos deambulando y saboreando este escenario tan extraordinario.

Mi libro dice que si se tiene la suerte de estar sólos en Pequeña Petra, si se puede disfrutar del silencio, de la increíble luz y extasiarse ante la preciosa piedra arenisca erosionada, se tiene una experiencia en verdad sugestiva e inolvidable, que fácilmente te permite imaginar a los antiguos mercaderes en estos lugares, y hemos tenido esa gran fortuna. Me ha emocionado Pequeña Petra.

Terminada esta fascinante visita, nos conducen ya a Petra donde dormiremos, vamos a 3 hoteles distintos, el nuestro y el de Teresa y Quique están justo frente a la puerta de acceso a Petra como mañana descubriremos. A descansar, hablar con la familia, bañera y cenita rica, hasta mañana.



Dia 22: PETRA


Anoche cenamos en la terraza del hotel y resulta que estamos a 10 minutos andando de la puerta principal del recinto arqueológico de Petra. Ayer le dije al guía (tras haberlo hablado con todo el grupo y estar todos de acuerdo en ello) que tenemos interés en subir al alto lugar del sacrificio (que no está incluido en la visita con él) por lo que sería conveniente entrar lo mas temprano posible y no entretenernos mas de lo necesario en la visita, y así podremos verlo nosotros. Al principio nos desaconsejó subir porque dijo que eran muchas horas, pero viendo que insistimos, nos ha dicho por donde debemos hacerlo y ha puesto todo de su parte para que nos de tiempo. Y ha sido fantástico.


Quienes me conocen saben que antes de viajar preparo mucho todo lo que vamos a ver (incluso aunque lo hagamos en viaje organizado prefiero saber todo lo que el destino me ofrece de antemano), cuando preparé Petra fue algo difícil porque no encontraba rutas sino fotos y monumentos pero no el trayecto entre ellos, hasta que di con 2 blogs ¡¡¡gracias compañeros!!! que además de explicar la experiencia incluían el plano que dan con el tiket de entrada, por eso le he sacado una foto, si estás leyendo para preparar tu viaje te vendrá bien tenerlo a la vista para saber y organizar tu paseo como quieras, además pongo la foto del completísimo libro de Petra (la famosa Guia Arqueológica de F.Bourbon) que no encontrarás en España pero la venden a la entrada de Petra, una pena no poder llevarla desde aquí porque este libro es la biblia de Petra.

Por fin estamos antes esta maravilla del mundo. Uno de los lugares mas impresionantes que he visto nunca (y afortunadamente ya he visto unos cuantos, jeje). No voy a pormenorizar toda la experiencia de Petra porque para eso necesitaría escribir un libro no un sencillo blog, y además sobre Petra hay mucho en internet, lo que no encontré es un mapa pero por eso lo he puesto arriba. Prefiero guiarme y resumir las extensas explicaciones arqueológicas que voy leyendo en el libro de F.Bourbon:

Hemos llegado incluso antes de las 8 que es la apertura y podremos quedarnos hasta las 18h, a pocos metros de la entrada se ven 3 curiosos monumentos en forma de dados monolíticos: los Cubos Djinn de entre 6 y 9 metros, que datan del s.I a.C y se cree que eran tumbas. 
 
Unos metros mas alante y a la izquierda aparece la impresionante estructura de la Tumba de los Obeliscos llamada así por los 4 obeliscos de unos 7 metros de altura esculpidos en la fachada y que -según F.Bourbon, se trataría de unos “nefesh” es decir representaciones sin iconos del alma de los difuntos
Justo debajo del monumento -aunque no perfectamente alineado en el eje vertical- está el llamado Triclino de Bab el Siq, que como su propio nombre indica- no es una tumba sino un triclinio para alojar banquetes y festines que se hacían periódicamente para honrar a los difuntos. 
 
Y ya estamos embocando la entrada del enorme desfiladero que tantas veces hemos visto en reportajes y películas: El Siq en ambas paredes aún se conservan restos esculpidos en la roca que es lo que queda del gran arco monumental que en tiempos remotos enmarcaba el comienzo del Siq (en mi foto se puede observar las columnas y el nicho central que probablemente albergaba estatuas)
Aquí (y a lo largo de todo el trayecto) se notan excavados en ambos lados profundas hendiduras que servían para llevar agua a Petra, a veces corriendo por un canal sin tapar, y otras entubada es decir tapado el canal mediante barro seco u otro material.

En determinados puntos podemos ver motivos esculpidos en la roca, son altares dedicados a alguna divinidad, testigos de la religiosidad de estos mercaderes nabateos, al menos hay medio centenar de ellos a lo largo del Siq.
Los restos de un grupo escultórico que representaban 2 camelleros y sus monturas,
Además hacia la mitad del Siq emerge una pequeña estructura de arenisca con un bonito nicho rodeado pr una pequeña verja para que nadie lo toque, la piedra se ve labrada con un pórtico y en cuyo interior vemos -muy difusamente- 2 ojos y una nariz que es la representación de la diosa Al Uzza.

Además del valor histórico innegable del conjunto, el Siq supone un paseo delicioso, los colores y las caprichosas formas de la piedra nos obliga irremediablemente a pararnos cada 2 pasos para deleitarnos y fotografiar detalles.
Al fondo -escenográficamente enmarcado a través del claroscuro que ocasiona aquí el Siq- que de improviso se ha hecho mas estrecho y ha doblado hacia la derecha, asoma el Tesoro del Faraón monumento bien conocido gracias a películas y reportajes, que tanto entusiasmó en la película a Indiana Jones, jeje, y hoy nos entusiasma a nosotros. Aunque justo y mucho mas riguroso es recordar que a quien verdaderamente debemos el poder visitarlo actualmente es al explorador Ludwing Burckhardt que lo descubrió valiéndose de estratagemas en 1812.


Es una asombrosa fachada tanto por sus ingentes dimensiones como por su delicada factura, las columnas y sus capiteles que aparentemente sustentan un delicado pórtico con frontón, el friso corrido sobre la columnata profusamente labrado con guirnaldas, el tímpano con una cabeza de medusa en el centro, y los 3 elementos de la planta superior, en cuyo centro está “la urna del tesoro”, la leyenda reza que allí se guardaba el tesoro del faraón y es por eso -para intentar acceder a ese tesoro- por lo que generaciones de beduinos apuntaron sus fusiles hacia ella en un intento de derribarla.


El sendero sigue hacia la derecha y comienza el llamado “Siq Externo”, y en ambas paredes vemos nuevas tumbas, aquí destaca el conjunto de fachadas de las tumbas 67,68,69,70 y 71 (según la clasificación de Brünnnow) en mi foto se ven de izquierda a derecha la 67,68 y 69 que se diferencia claramente de las otras por las 4 semicolumnas, y cuya parte inferior está sacada en la otra foto. En dicha foto sale también la tumba 70 coronada por almenas escalares de tipo asirio y con un gran tajo longitudinal que la recorre en todo el eje vertical (lástima que está en sombra, si se amplía la foto se ve mejor). 
 



Enfrente otro conjunto de 6 tumbas escalonadas y en el que se aprecia muy bien el conducto que está sobre 4 de ellas y surca las 2 últimas mas altas -la 825 y 826-, como en toda Petra estaba destinado a llevar el agua, dicho conducto contenía un tubo de terracota y estaba sellado con argamasa para evitar la evaporación, 
 
Poco mas allá y en una posición mas elevada está la Tumba 813 llamada la Tumba de Uneishu por un fragmento encontrado en las inmediaciones, es de tipo de doble arco.

Ahora la pared oeste del valle aparece literalmente repleta de decenas de tumbas a distintos niveles, estamos en la Calle de las fachadas están casi adosadas y muestran distinto estilos: de arco, asirio, etc.
Y algo mas alla, junto a esta necrópolis vemos la enorme cuenca del Teatro Romano.


Y enfrente podemos echar un vistazo rápido a las Tumbas Reales, no paramos ahora a verlas porque queremos continuar hacia el final del trayecto y las veremos con otra luz a la vuelta, la tumba de la foto es la mayor de ellas: la fasciante Tumba de la Urna, de la que luego hablaremos.

Por eso embocamos la Via Columnada -arteria principal de Petra- que aún conserva restos de las columnas que la flanqueaban y algo del pavimento de losas de mármol que la recubría, albergaba edificios públicos, templos y tiendas,

A la izquierda de la Via Columnada se abre el Mercado en u nivel algo superior.

Y el edificio que aparece al final de la Via Columnada es el Qasr al Bint, probablemente el principal templo de la capital nabatea, y el espacio que lo circunda, el “temenos” estaba abierto a los fieles del pueblo, se distinguen aún 2 filas de asientos para los asistentes a las ceremonias religiosas.


El guía se queda en un restaurante grande que hay por aquí y nosotros comenzamos a subir al Monasterio. Confieso que la subida se me hace dura porque además de que es fuerte -800 peldaños tallados en la roca y absolutamente irregulares, como es obvio- es que hace un calor terrible, 


estamos empapados de sudor, pero el esfuerzo merece la pena, Teresa y Quique se adelantan y nosotros 4 subimos juntos. La grandiosidad del entorno por el que estamos pasando es irrepetible,según se va subiendo se ven fascinantes panorámicas de Petra, mejor dejo unas fotos.

Y por fin la explanada del Monasterio, es una auténtica obra maestra que nos ha llegado casi en perfecto estado, tiene unas medidas extraordinarias (50m de ancho por 45 de alto) y aún así una apariencia casi liviana debido fundamentalmente a la pureza de líneas, consta de 2 planos. No se sabe si fue una tumba o un templo o ambas cosas. 
 

Y aún seguimos subiendo mucho mas, hasta una última cima que nos permite ver el Monasterio allá abajo y al otro lado una espectacular vista de Wadi Siyyagh incluso el mucho mas lejano Wadi Arabah donde tras mucho escrudiñar incluso podemos distinguir la cúpula blanca de la tumba de Aarón
Allá arriba vemos muchas piedrecitas dispuestas en forma casi votiva, Ana y yo hacemos nuestro montoncito y nos quedamos guardando silencio compartiendo un momento de comunión con nuestros seres queridos en general y fundiéndonos espiritualmente con un ser querido en particular que sigue con nosotros pero ya no está en este plano terrenal.
Una vez disfrutado de áquel magnífico emplazamiento, volvemos a bajar, y en la bajada le compro a una beduína 2 collares que me gustan mucho (uno rojo y otro azul, son muy bonitos). Hasta la explanada del Monasterio donde nos quedamos descansando un momentito y Ana entra en el Monasterio,
Y enfilamos la Calle Columnada, esta vez en dirección a las Tumbas Reales, volvemos a pasar por Qasr el-Bint. Y en un kiosko paramos a comprar agua y nos sentamos a comernos nuestros frutos secos y descansar otro poquito.
es hora de visitar estas espléndidas construcciones: Las Tumbas Reales, pero desafortunadamente en la subida a la primera a Ana se le despega la suela de la zapatilla, con la ayuda de Arturo consigue sujetarla con los cordones pero ya en este momento decide que no subirá después al Alto Altar del Sacrificio.


Empezamos a subir para ver las Tumbas Reales (que están a un nivel alto superior al resto del camino) de derecha a izquierda: la Tumba de la Urna, la Tumba de la Seda, la Tumba Corintia y la Tumba Palacio:

la Tumba de la Urna es sorprendente por sus dimensiones y por la doble arcada sobre la que se sustenta, y al entrar nos maravillan los colores de la piedra, estamos en la ciudad rosa.







La siguiente es la Tumba de la Seda y aquí ya los muchos matices de colores y las texturas y formas de la piedra arenisca de la fachada son realmente fascinantes -no en vano se la conoce también como “Tumba Arco Iris”, realmente esta ciudad debería llamarse multiculor en vez de rosa, . Pasamos la tarde explorando sus fachadas e interiores, así como observando a los beduinos locales.
Seguimos visitando la Tumba Corintia de gran belleza a pesar de estar muy erosionada, mide 24´5m de ancho por 28 de alto, la parte inferior está dividida por 8 semicolumnas y la superior incorpora los 3 elementos que hemos visto en El Tesoro y en El Monasterio, se supone que fue la postrera morada del último soberano nabateo -Rabbel II-.
Por último, la Tumba Palacio, a pesar de estar mutilada en toda su parte superior, con sus 49 m de ancho y mas de 45 de alto es aún hoy la más monumental de Petra, según la erudita opinión de F.Bourbon: por sus dimensiones , la estructura en la que se levanta algo del suelo, etc... hace que parezca un escenario por lo que pudiera ser utilizada para apariciones públicas de la familia real


Desde allí podemos echar un vistazo a lo lejos y ver perfectamente la calle columnada y las montañas que esconden El Monasterio.








Ahora comienza la subida que quiero hacer desde antes de empezar el viaje: llegar al Alto Altar del Sacrificio, Teresa y Quique ya están subiendo, Ana y Arturo se quedan esperándonos tomando algo fresco en la cafetería que hay frente al Tesoro, y Omar y yo vamos a subir.

La subida al Gebel Attuf que es la montaña en cuya cima está el “Lugar Alto de los Sacrificios” es bastante complicada y fatigosa, y así lo reconocen todas las guías, F.Bourbon sigue diciendo que “incluso mas que la que conduce al Monasterio, pero que aún así merece subir, tanto por los monumentos como por la panorámica”, y suscribo todo, fué rompedora -de hecho casi mes y medio después sigo con ambas uñas del dedo gordo totalmente moradas esperando que se caigan, y fue en esta subida... fatigosísima, pero espectacular.

Sé por otros viajeros (y ahora por la guia de F.Bourbon) que tiene 2 caminos, pero el guía nos dice que lo hagamos por e del Siq Externo, y eso hacemos.
Si volviera algún día lo haría por el otro (o mejor, subir por uno y bajar por otro) porque así se pueden ver mas monumentos por el camino, pero obviamente esto sólo se puede hacer si coges la entrada de 2 días para que dé tiempo a todo. 

Y el orden es subir por Wadi Farasa y bajar por donde hemos subido porque según la guía el sendero que hemos subido es empinadísimo, aunque también lo señala como “el camino procesional mas espectacular de Petra, por el color de la roca y las vistas sobre el Siq externo.

De todos modos diré de donde parten ambos por si algún lector quiere elegir uno u otro: el que hicimos desde el Siq externo arrancan unas escaleras al lado justo de la tienda “why not” y supone una interminable sucesión de escalinatas entalladas en la roca viva, muy sugestivas pero bastante empinadas y sin posibilidad de sombra en ningún sitio, el segundo camino es a través de Wadi Farasa es bastante mas gradual pero necesita mas tiempo para hacerlo, además tiene 4 tumbas en las que parar y fotografiar.


Y empezamos a subir y subir y subir... estoy reventada pero es un paisaje tan bello que en ningún momento me planteo abandonar, todo lo contrario, cada vez estoy mas motivada en conseguir ver esta maravilla en toda su plenitud. De camino le compro a una beduina mi segunda botella de arena con el camello, es preciosa y así tengo recuerdo de Pequeña Petra y de Petra. Y seguimos deleitandonos con esta privilegiada “avenida”, jeje.
El camino procesional -“a trechos muy aéreo” que dice F.Bourbon y que yo traduzco por “mejor no tener vértigo”- llega a la cima de una montaña custodiada por 2 impresionantes Obeliscos esculpidos directamente de la roca, vamos bastante agotados y nos dirigimos a ellos despistados pensando que allí es el Altar. Desde abajo una beduina que regenta un puesto de souvenirs y agua nos avisa que debemos bajar y subir otra montaña que está al otro lado. En efecto la cima del Gebel Attuf (1.041 metros) está dividida en dos: en una parte están los obeliscos y en la otra el Lugar Alto de los Sacrificios.

¡Ay madre, que ahora hay que bajar y volver a subir!... además la verdad es que no está señalizado y tanto nosotros como 2 chicos japoneses estamos desorientados del camino a “trepar”. Estos últimos metros se hacen aún mas durillos porque al cansancio acumulado se añade la incertidumbre de no saber por donde hemos de subir.
Por fin Omar trepa una gran piedra de unos 5 o 7 metros muy redondeada y me dice que trepe porque es allí, por un momento me detengo con verdadero miedo, no me atrevo a trepar esa roca porque por ningún sitio veo ninguna sujección a donde agarrarme si doy un mal paso, realmente no la tiene y no sé donde terminaría una caída desde allí, pero tras pensarlo un minuto -y con extremada precaución- la trepé a cuatro patas y allí estamos.... en el “Alto Lugar de los Sacrificios”

La proeza de los nabateos en explanar la cima de la montaña hasta conseguir este santuario al aire libre es memorable: tuvieron que devastar la roca hasta conseguir una plataforma de unos 14´5 m de arga por unos 6´5m de ancha. En medio hay una plataforma elevada sólo unos 15 cm que es la Mesa Sagrada donde probablemente se depositaban las ofrendas no cruentas, también hay un altar elevado aproximadamente un metro del suelo, y por último un gran cuenco redondo con un canal colocado a la izquierda del altar en donde se sacrificaban animales y se dejaba fluir la sangre


Desde aquí tenemos una panorámica estupenda de las Tumbas Reales, del pueblo de Wadi Musa a lo lejos, y de todo el entorno de Petra, es una gozada.

El camino de bajada es mucho mas fácil. Hacia la salida nos reencontramos -como habíamos quedado- con Ana y Arturo y nos quedaos tomando algo con ellos sentados justo frente a la fachada del Tesoro ¿se puede estar en un sitio mejor?

Y nos dirigimos a la salida: de nuevo atravesando el Siq, los cubos... pero todos muy cansados. Nos ofrecieron caballos al entrar (incluidos en el precio) pero los rechazamos... ¡ay, que bien venían ahora!, llegamos a la salida a las 16 h, pero el guía no nos espera hasta las 18h, en la tienda en donde compramos Ana y yo el libro de F.Bourbon le pedimos que llame al guía y como en media hora viene a buscarnos.

¡¡¡¡PETRA HA SIDO FASCINANTE!!!!

Antes de ir cada cual a su hotel nos citamos para tomar a las 8 de la noche una cerveza en una cueva nabatea del siglo I restaurada, que hay dentro del recinto de Petra, se llama el “Cave Bar”.

Y el mismo ritual que ayer: hablar con la familia, bañera y cena en la terraza del hotel seguida de una larga sobremesa charlando las dos. ¡Qué casualidad! En el hotel de Amman coincidimos con un madrileño que es agente de viajes desde hace poco y está indagando distintos sitios para ofertarlos, y ahora aparece por la terraza ¡el mundo es un pañuelo y mas en los viajes! Viene con 4 chicas que se ha encontrado o es un grupo al que se ha juntado... no sé... nos han preguntado si sabíamos de algún sitio para salir y les hemos dicho si quieren venir al Cave Bar, aunque finalmente no han venido.

Apenas 700 metros separan el hotel de la entrada al recinto arqueológico de Petra (donde se encuentra el Cave Bar) y hemos salido con tiempo, de camino vemos muchos restaurantes (ayer subimos pronto al hotel y no los vimos) y muchos artesanos haciendo botellitas de arena, y aprovechamos para comprar algunas, Ana 4 y yo otra mas, además le pedimos si puede hacerlo ahora para poder grabarle y accede, ¡qué delicadeza se requiere para elaborar los dibujos en estas botellitas! ¡increible!.

Ya están Teresa y Quique, y -aunque Omar y Arturo ya avisaron de que probablemente no venían- les esperamos unos minutos por si aparecen, y entramos... la cueva es una pasada, la entrada está con luces rojas sobre la piedra exterior, y por dentro es muy acogedora, los 3 -salvo Ana- pedimos cerveza y nos dicen que están en Ramadán y tienen prohibido servirlo incluso a turistas católicos. Lo pasamos fenomenal los 4, charlando de viajes y de la vida, son una pareja encantadora y nos hemos caído de maravilla. Con desgana nos despedimos porque mañana madrugamos para ir al Desierto Wadi Rum.



Día 23: Desierto Lunar Wadi Rum


Emprendemos la marcha que tras 2 horas de carretera nos llevará al desierto Wadi Rum. A nosotros 4 nos recogen al tiempo ya que los 2 hoteles están cerca, y nos dirigimos al hotel de Omar y Arturo bastante mas alejado pero que como su propio nombre indica “Panorama” tiene unas vistas excepcionales de Petra al fondo, nosotros estabamos enfrente pero las vistas buenas son desde lejos. Ana y yo bajamos a la zona de piscina para sacar alguna foto desde allí y continuamos camino.

Toda esta zona es desertica, de vez en cuando vemos alguna mezquita a lo largo de la carretera -lo que sugiere población que en ocasiones no se ve- pero dificil sacar la foto desde el coche.

Una breve parada en un tren en desuso -que realmente no recuerdo a qué obedece-, momento que aprovechamos para echar pie a tierra y además compartimos unos dulces típicos Jordanos que nos ha regalado el guía que están buenísimos (inmediatamente después nos ha regalado una caja a cada uno, que bonito detalle!)

Cambiamos de vehículo, dejamos la van que nos ha acompañado desde el primer día y subimos en un 4x4 conducido por un beduíno para empezar la incursión de 2 horas por el desierto.



Wadi Rum es también conocido como “Valle de la luna” y Patrimonio de la Humanidad desde 2011, un desierto “lunar” es decir un paisaje con sorprendentes formaciones geológicas de rocas erosionadas por la lluvia y el viento que emergen de planicies y en ocasiones pequeñas dunas de arena -dorada en algunos lugares, roja en la mayor parte-, el contraste entre esta arena y el rojo ocre, gris, incluso negro de las rocas, unido a la belleza de formas que la naturaleza ha esculpido en la roca viva, hace de este paisaje algo único.
Un desierto que parece se haya equivocado de sitio porque realmente parece no ser de este planeta, sino como se le suele llamar “lunar”, motivo por el cual ha sido escenarios de películas como “El Planeta rojo”

a Wadi Rum también se le conoce como el desierto de (cuyo nombre real era Thomas Edward Lawrence, que era agente del Foreign Office) por ser aquí donde comenzó su lucha en la Rebelión Árabe contra la ocupación turca, aquí montó campamentos guerrilleros del ejercito árabe. Hoy se puede visitar: la Fuente de Lauwrence, donde se supone que acampaba y para rendirle homenaje han esculpido 2 caras en la piedra que se supone son sus rasgos.

Wadi Rum me ha emocionado tanto como esperaba, era una visita que yo tenía como imprescindible en la lista de lugares que quiero visitar en el mundo, aunque he de confesar que ha habido 2 situaciones que preferiría no haber vivido, pero todo acabó bien así es que no pasa nada. Tengo mucho vértigo y además las bajadas bruscas me dan pavor, no soporto ni los toboganes, como me conozco pregunté al guía si iban a hacer subidas y bajadas de dunas porque si era así prefería no ir, me tranquilizó y por eso me subí al 4x4, íbamos 4 coches -el nuestro lo conducía un señor de cierta edad-,

y de pronto se sale de la fila y adelanta a todos y acaba subiendo una loma -que para los demás era pequeña- y bajándola...., golpeé el cristal con todas mis fuerzas para que pararan (me hice polvo los nudillos) y tanto el guía como el conductor se disculparon (yo ya había avisado de que es superior a mi, y de hecho incluso había ofrecido quedarme a esperar si esa era la solución). Bueno, no pasa nada, me calmé y pude disfrutar de la visita, (aunque creo que mis compañeros preferían algo mas de marcha pero entendieron y además a esas alturas ya nos conocíamos y nos llevábamos bien, así es que no hubo problemas)

Seguimos gozando de aquella maravilla natural, y -aunque un poco preocupada porque ya no me fiaba demasiado- gocé muchísimo de esta vivencia, era la primera vez en mi vida que recorría un desierto lunar y es fascinante, en cualquier dirección ves un paisaje tan increíble que no paras de hacer fotos.

Pararon bajo una gran duna y todos la subimos a pie, es una sensación estupenda y fue una divertida experiencia que me encantó,

después nos llevaron a ver unos petroglifos en el cañon Khaz'ali muy anteriores al islam, son dibujos tallados en la pura roca por los nabateos hace mas de dos mil años y representan escenas de caza, dromedarios e incluso algún texto

Y algo mas tarde llegamos a la famosa Fuente de Lawrence, donde los beduinos tienen preparada una grandísima carpa y reciben gustosos a los visitantes invitándonos a una taza de té.




Ya descansados y recuperados con el té, seguimos excursión hasta el campamento donde nos alojaremos hasta mañana. Se trata de cabañas de lona (no son jaimas propiamente dichas, sino varios receptáculos cuadrados adosados unos a otros), cada cabaña dispone de baño propio en la zona detrás del espacio que ocupan las camas, pero todos los baños están comunicados por la zona superior.

El campamento está muy bien, tiene una zona inmensa llena de mesas y con bancos corridos, para albergar a los muchos visitantes que tienen. Nos despedimos por el momento de Omar y Arturo porque ellos tienen contratado otro paquete turístico algo distinto y ahora se van a Jerasha.
Están sirviendo comidas, nosotros pedimos unas bebidas y comemos y charlamos, hace muchísimo calor, yo aguanto mucho el calor sin problema -de hecho me gusta- pero reconozco que de verdad que es asfixiante, hay una máquina de aire acondicionado y nos vamos flechados frente a ella pero ni por esas. Nos entretenemos jugando al mus ¡qué buena idea la de Teresa de traerse una baraja!.




A las 4 nos llaman para hacer la excursión de la tarde. Esta mañana nos propusieron hacer otras 4 horas de excursión por 20 € por cabeza, todos dijimos que se, la cuestión es que debemos ser al menos 6 para llenar un coche y el guía nos dice que intentará completarlo con alguien de otra excursión, después viendo el calor tan horrible que hacía en el campamento tuvimos la certeza de haber elegido bien y con tanta gente que hay en el campamento es fácil que se llene el coche, pero yo después del soponcio de esta mañana ya tengo dudas y se lo digo (delante de mis compañeros) al guía, que me vuelve a jurar que no hay problema, que no hay dunas, que no me preocupe, ¡qué bien! ¡entonces sí! Porque la verdad es que Wadi Rum era una de las visitas imprescindible para mí.

Subimos los 4 al coche (parece que no hay problema de que seamos sólo 4) y veo con estupor que el conductor es un chaval -que no es el señor de esta mañana que ya sabe de mis miedos-, el guía se ha ido con Omar y Arturo pero sigue por allí el conductor de la van (de hecho durante todo Jordania estuvo con nosotros), me muestro reticente a subir, le explicamos al chaval la situación ¡todos se lo decimos, el conductor de la agencia, mis compañeros y por supuesto -con mucha intensidad- yo misma! El chaval jura que irá despacio y sin subidas y bajadas, subo con todos y el conductor me sonríe y me desea que disfrute del paseo.

Vamos 4 coches, y no llevamos ni 10 minutos cuando el menda les adelanta, sube una duna y para rematar hace un gran derrape arriba!!! Por poco me destrozo de nuevo los nudillos para que parara en ese mismo instante, mis gritos se oyeron mas allá del Valle de la Luna, quizás llegaron a la Luna, si me vale le estrangulo. 
La cosa se solucionó fácilmente: primero por supuesto me pidió perdón “me dijo que se había olvidado”, y después mis 3 compañeros se acomodaron en los otros coches y yo entré dentro de la cabina con mi Fitipaldi particular que volvió a jurar que se comportaría. Y el resto del trayecto fue estupendo, sin sobresaltos y saboreando placenteramente el desierto, Además mis compañeros también pudieron divertirse mas porque ellos sí querían mas acción.



Supongo que no fueron las mismas sensaciones: ellos con el viento en la cara y el traqueteo y velocidad que se nota mas cuando vas en la caja del 4x4. Yo dentro de otro coche, con aire acondicionado y música árabe, y sobre todo relajada y feliz. Todos disfrutamos.  Las fotos mas claras las tomaron ellos, las mas oscuras son mías porque al ir dentro del coche no puedes elegir que el sol no te dé de frente pero las pongo porque -a pesar del reflejo del sol- me recuerda a cómo yo iba viéndolo y sintiéndolo.

Llegamos a otra zona donde había mas petroglifos en una roca muy vertical que alguno se atrevió a trepar,

Seguimos hacia uno de los “puentes” de piedra, tallados en la propia roca a través de siglos de erosión, el de Kharaz y paramos para sacarnos fotos todos y darnos unos pocos minutos de contemplación.




Después seguimos hacia otro puente de piedra, el de Burdah que es el mas alto de Wadi Rum, y nos dan bastante tiempo para que los que queramos subamos, lo hacemos todos,


hemos subido las 3 chicas y Quique se ha quedado abajo para sacarnos las fotos, después hemos bajado Ana y yo para hacerles las fotos a la pareja ¡qué paradisiaco es este desierto! ¡cómo estamos gozando!




Al cabo de un rato paramos todos los coches en un pozo donde nos muestran como en mitad del desierto hay aguas subterráneas, momento en que uno de los conductores -yo creo recordar que era el de mi coche- se adentra por un desfiladero y casi todos los turistas (ninguno de nosotros 4) le siguen a ver qué hay.... jajaja... ¡¡¡que especie rara somos los turistas!!! el muchacho pensaría que ni ir al baño se puede ir tranquilo sin que te sigan decenas de persona. ¡somos la monda!


Terminamos la incursión viendo atardecer en un sitio precioso, subidos a una gran inmensa y preciosa duna roja a cuyos pies parecía que hubiera un lago salado -ignoro qué es, pero no creo que sea realmente sal porque aquí estamos muy lejos del mar, quizás sea simplemente arena blanca brillante, no sé-. 

Es curioso el contraste de colores y texturas entre la suave arena roja, la horadada piedra gris y el impactante blanco brillante del fondo.
Pero mas allá de la extrema belleza del lugar, de la espléndida puesta del sol que se está escondiendo entre las rocas frente a nosotros... mas allá de la quietud y el silencio...

Mas allá de todas estas sublimes sensaciones que este lugar tan increíble nos está regalando... Mas allá … sentimos, gozamos, vivimos algo mágico, trascendente, de comunión, fue una experiencia inolvidable casi mística.





Vueltos a la realidad, la fascinante realidad que nos lleva rodeando todo el día, nos dirigimos al campamento, ya se ha puesto el sol y nos espera una riquísima cena. Los beduinos nos dirigen a todos hacia un lugar mas alejado de la zona de mesas, donde se está haciendo el cordero, al mas puro estilo beduino, esto es: la carne se cuece en un gran receptáculo de hierro que se entierra en el suelo, el momento de sacarla es de gran regocijo por lo que de exótico tiene para nosotros, destapa la lona que lo ha cubierto y se sirve en bandejas apilables. 

Cenamos muy bien, una comida muy rica y abundante, y la compañía estupenda. Y ahora llega el espectáculo, debo ser sincera y reconocer que ninguno de nosotros 4 nos sentimos integrados porque pensábamos que era algún baile o cante de los propios beduinos, pero realmente ellos salieron a bailar pero para sacar a todo el mundo que hicieron una gran rueda -tipo la conga-, la gente se lo pasó muy bien -a juzgar por como bailaban-, pero nosotros nos quedamos sentados. Lo cual no quiere decir que lo pasáramos mal, muy al contrario, disfrutamos de nuestra charla y de un cielo estrellado, al rato se sentó con nosotros un beduino y nos contó que vivía allí desde hacía años, y cómo era su vida, nos instruyó sobre la estrellas que estábamos viendo... estuvo fenomenal, tanto que fuimos de los últimos -creo que debo decir los últimos- en acostarnos. Una noche mágica para terminar un día de ensueño.



Día 24: Desierto Lunar Wadi Rum (amanecer) y MAR MUERTO

Aún no han terminado nuestras vivencias en Wadi Rum, son las 5 de la mañana y está amaneciendo, noto que Ana sale de la cabaña, me desperezo un poco e intento salir con ella pero ¡oh! Estoy encerrada (las tiendas tienen cerrojo a ambos lados, y obviamente Ana no ha querido despertarme y al salir no ha tenido mas remedio que cerrar por fuera, si no lo hubiera hecho yo me habría quedado con la puerta abierta de par en par). Pero la fortuna quiere que vuelva en unos minutos -ha vuelto a coger algo- y nos vamos a ver amanecer juntas.

Indescriptible, espectacular, inenarrable, asombroso... busco adjetivos que puedan expresar la magnitud de la emoción con que hemos vivido el amanecer en el desierto y parece que me quedo corta, tengo la absoluta seguridad de que -aunque quisiera describirlo con cien adjetivos mas- jamás llegaría a comunicar lo que experimentamos.

Estoy habituada a ver amanecer en el mar, y a ver atardecer entre montañas,... pues -siendo sitios preciosos- ninguno se puede comparar con la misma situación en el desierto. También contribuye el hecho de que Ana y yo nos llevamos de maravilla y somos muy parecidas en nuestra ¿cómo diriámos... espiritualidad? Con lo que, momentos como este y el atardecer de anoche se disfrutan mas porque se comparten.

Al rato vuelven la caravana de camellos que salió -según me dice Ana- muy temprano de nuestro campamento (por supuesto cada camello con un turista), les preguntamos y dicen que ha sido genial.

Según veo por las fotos, hemos estado allí algo mas de una hora, después bajamos al campamento, a recoger la tienda y desayunar con Teresa y Quique.

Nos despedimos de este enigmático lugar que es el desierto Wadi Rum. Y tomamos carretera hasta el Mar Muert, ahora vamos nosotros 4 y el conductor y durante este trayecto hemos hablado mucho, prácticamente nos hemos contado nuestra vida y nos ha acercado.


MAR MUERTO

¡qué ganas tengo de bañarme en el Mar Muerto! ¡tiene que ser algo único! porque... ¡a ver! ¿en que otro lugar del mundo puedes bañarte sin posibilidad de hundirte aunque quieras? ¿en donde puedes sentir en la piel la sensación que vas a experimentar aquí?... en ningún otro sitio. Y es que el Mar Muerto es único.

La verdad es que -así como en otros paquetes turísticos pone claramente “posibilidad de baño”-, en el que contratamos decía sólo “visita al mar muerto” y podía ser echar un vistazo ¡hubiera sido un fiasco!, me preocupaba porque (según me había informado) para el baño sólo se puede acceder desde 2 complejos turísticos y obviamente lo cobraban, así es que bien pudiera haber sido que nos pararan en cualquier lugar que pillara de paso hasta la frontera (que es nuestra ruta) y así no ocupaban tiempo ni ticket, y realmente no hubieran incurrido en engaño ya que estrictamente en ningún sitio ponía lo contrario. lo había comentado con mis compañeros y quedamos en que -si era necesario- insistiríamos para que nos llevaran a bañarnos y si era necesario se pagaba la entrada y ya está, pero no ha hecho falta, ¡qué bien!



Nos llevan al “Oh Beach Resort” ¡¡¡qué sitio tan bonito!!! estas instalaciones tienen de todo: jardines con bonitas flores, vestuarios estupendos, una cafetería muy grande, una preciosísima piscina sobre el mar, tumbonas en las que relajarse... todo... y por supuesto lo imprescindible: entrada directa a una zona habilitada para entrar al Mar Muerto.

¡¡¡ qué divertido!!! hemos disfrutado y jugado como si tuviéramos 8 años, ahora juntando los pies, ahora un molinillo, ahora hago como que estoy leyendo dentro del mar, ¡¡¡ fantástico!!!



me cuesta nadar porque si me pongo boca abajo el agua me ladea y termino con las piernas hacia arriba intentando estabilizarme para no meter la cara. ¡¡¡ importantísimo que no te salpique ni una micro gota en los ojos si no quieres ver las estrellas pero bien!!!

La piel se siente como aceitosa, pero por supuesto no es la sensación pringosa que puedes imaginar si te cae por ejemplo aceite de oliva, mas bien es como si te embadurnas de aceite suavizante y regenerador de los utilizados en cosmética,

El Mar Muerto está a 400 metros bajo el nivel de cualquier otro mar y no hay vida (salvo cuando se bañan los turistas) debido a las altas concentraciones de Magnesio, Calcio, Sodio y Potasio, que además moldean caprichosas formaciones en las rocas -que estando allí me recordaron a Pamukale, de hecho es el mismo fenómeno-,

Me gusta situarme de cara a la otra orilla y ver Israel, que está allí... tan cerquita que se ve perfectamente. Mañana estaremos allí.
Al rato aparecen Omar y Arturo pero no se quieren bañar y se quedan sentados con el conductor y 2 empleados del recinto, y nosotros 4 seguimos jugando y tonteando... es difícil permanecer sin reírse dentro de este agua porque es muy divertido, si quieres nadar hacia alguien tardas una eternidad -sobre todo por el tema de los ojos-, además el agua está calentita, a mí me encanta porque me gusta el agua super caliente, sin embargo Quique está un poco agobiado por la temperatura.

Salimos a embadurnarnos con el barro del Mar Muerto, es negro y suave y según parece es bastante eficaz contra enfermedades de la piel (como la soriasis) nosotros no tenemos nada en la piel pero es una gozada darse los barros, además de que es otro motivo de chanza y regocijo ¡cómo lo estamos pasando! Y además cuando ya te lo quitas, se queda la piel muy suave

Ana ya no aguanta mas (no sé si de bañarse o de reirse) y sale con Omar y Arturo, nos quedamos nosotros 3 unos minutos mas, y finalmente terminamos en la piscina. La piscina es fascinante porque tiene un marco incomparable: me quedé en el borde (como las otras 4 personas que están ahora mismo en la piscina, parece que nadie queremos nadar, sólo relajarnos) y desde el borde se ve primero unas matas de flores de un exuberante color fucsia, detrás el mar en donde nos hemos bañado y algo mas allá -en la otra orilla del mar- se ve Israel.

Nos ofrecen -no recuerdo si menú o buffet libre en la cafetería- pero casualmente hemos coincido 6 personas de poco comer (así ha sido todo el viaje) y preguntamos si nos dan un bocadillo o sandwich o una ración de algo... pero como no puede ser nos pedimos bebida y nos tomamos nuestros frutos secos.

Mientras estaba yo en la piscina mirando por el borde, vi subir a 2 chicos y que se metieron en la piscina, de hecho creo recordar que uno le sacaba fotos al otro (Samuel a Jairo), pues ya estamos esperando el coche para salir del recinto y nos dicen que esperamos a otras dos personas, y resulta que son los chicos que vi, dos estupendos compañeros con quienes hemos hecho muy buenas migas.
Vamos a la frontera de ISRAEL (lo tengo editado en otra entrada)

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