viernes, 16 de octubre de 2009

VIAJE A BÉLGICA Y HOLANDA (septiembre 2009)

BÉLGICA (BRUSELAS, AMBERES, GANTES, BRUJAS) Y HOLANDA (AMSTERDAM)
Cuantísimas ganas tenía de volver a Bélgica. Como a nadie le quedan vacaciones para poder acompañarme, he ido sola –aunque disfruto un millón de veces mas cuando voy con una amiga, y ya no digamos si es con Juan Carlos- también me lo paso bien sola, así es que no hay problema.
El resumen de impresiones: todas las ciudades me han gustado muchísimo, quizás Gantes no tanto porque esta totalmente levantada y muchos edificios con andamios, y claro… así no hay quien se emocione, pero reconozco que es bonita también. Los Belgas, absolutamente todos con los que he hablado, o a quienes he preguntado, todos sin excepción han sido súper amables. Y Los Holandeses ya son mención aparte, parece que viven para hacer agradable la vida al turista, ya me extenderé cuando llegue a ese punto, pero vamos… un 10 para los habitantes de Ámsterdam.

Día 21 Lunes: BRUSELAS
llegada a las 17,35h al aeropuerto de Charleroi, nada mas salir se toma un autobús que en una hora y por sólo 13 € te deja en la Gare de Midi (el tiket hay que comprarlo en una caseta del interior, no en el autobús).
Ya en Gare de Midi, metro a la estación Botanique –donde está ubicado el hotel-, chekin y a recorrer Bruselas la nuit.
Bajando la Rue Royale, encuentro la Colonnade de la Plaza du Congrès, y sigo hasta –casi de sorpresa- encontrar la Catedral de St. Michel, hemos comenzado por un plato fuerte, es grandiosa, preciosa, me recuerda muchísimo a Notre Dame de París, y esta muy bonita con la iluminación nocturna, son las 20,40h-. y doblo hacia Rue de la Montagne para sumergirme en la vida nocturna de las animadas Galerías St. Hubert. Hace una noche fenomenal, de hecho en Bélgica no ha llovido ni un solo día ni ha hecho ni pizca de frío, en Ámsterdam ya sí bajaron las temperaturas y llovió aunque poco.


Frente a las St. Hubert me he topado con la gatita ciclista, como los belgas son tan aficionados al comic –incluso tienen un museo destinado a ello- este año están haciendo exposiciones por toda Bélgica con murales repartidos por toda la ciudad, muñecos, eventos promocionados por las autoridades belgas, etc, todo esto encuadrado en el llamado BD Comics Strip Brussels 2009.




Desde las St. Hubert a la Grand Place, que por la noche tiene un aspecto y un ambiente totalmente diferente al de día. Me parece fascinante, la majestuosidad del eficicio del Ayuntamiento, la Maison du Roi, y todas las casas que conforman la plaza (como en mi guía vienen explicadas todas y cada una pormenorizadamente, me he quedado dando vueltas y vueltas a la plaza, escrudiñando cada detalle, cada figura)… precioso. Me alegré de haberla visto ahora porque la siguiente noche que la he estado allí han sido fiestas de la “comunidad francesa” que ya explicaré en su momento, y había un escenario ocupando gran parte de la misma y mucha gente, divertido pero claro, te da poco espacio para ver bien los edificios y menos para hacer alguna foto, así es que la he podido disfrutar doblemente: hoy contemplándola arquitectónicamente, y la próxima noche imbuyéndome del ambiente de la fiesta y la música.


Desde aquí me he acercado para ver el Manneken Pis, se sabe perfectamente donde está porque –a pesar de ser tan pequeño- el grupo de gente que lo está fotografiando abulta lo suyo, no hay pérdida.






Y he seguido hacia Albertina, los jardines están muy bonitos con la iluminación de distintos colores, como soy tan mala fotógrafa, cuando no hay mucha luz las fotos me salen movidas (me sucede con las fotos nocturnas y las de interiores poco iluminados) pero bueno, -a pesar de que las fotos han salido horrible- las pongo para que se vea el aspecto colorista.

Y tras subir los jardines se llega a la Place Royale, monumental gracias a los edificios neoclásicos que la rodean, y con unas vistas estupendas (ya que está mucho mas alta que otras zonas de la ciudad). La última foto que he tomado en esa plaza es a las 21,39h y desde aquí emprendo el regreso al hotel, siguiendo la Rue Royale hasta Botanique.



Día 22 Martes: BRUSELAS

Tanto este como el resto de los días he madrugado muchísimo –el desayuno tiene poco margen-, y ahora compruebo que la primera foto de este día es a las 8,57h y es del Jardín Botánico.

Vale, hoy volveré a ver lo que ya conocí ayer, pero ahora con luz diurna, por consiguiente bajo toda la Rue Royale, saco la foto a la Columna de la Plaza del Congreso, y me voy derechita a la Catedral de St. Michel, por cierto, de camino me he encontrado con el primer mural de los que veré en Bruselas.



Tiene 110 me largo y 27 de altura, y unas vidrieras maravillosas, un espectacular púlpito… No me quiero extender porque eso se puede encontrar en cualquier guía, pero de verdad que me ha gustado muchísimo. Mejor dejo 4 fotos (2 aquí y 2 abajo)

 
Hacia la Plaza Albertina, pasando antes por la pequeña
iglesia La Madeleine y un breve vistazo a la Gare Central, y ahora disfrutar un poco de la Plaza Madeleine, viendo la Galería Portier -dedicada a la venta de libros antiguos- (foto abajo izq), Por cierto, la Plaza Madeleine tiene un ambiente estupendo de noche, aquí me he comprado la última noche un conjunto azul muy bonito de collar y pendientes.


Y pegado ya sí, subir a la Plaza Albertina, una inmensa plaza, muuuy abierta, en la que, alrededor del epicentro formado por las dos estatuas de la pareja real –Alberto a caballo en un extremo, e Isabel en el otro-, se levantan edificios sobrios que conforman el llamado complejo arquitectónico Mont des Arts, a final de la plaza surge el Palacio Real –ubicado ya en la Place Royale- que se ve desde aquí.



Desde Albertina vuelvo a bajar hacia el Manneken Pis (hoy vestidito), de camino he visto otro de los murales que hay repartidos por las fachadas de Bruselas. Y muy cerca me he comprado otras gafas de sol (las que llevo son un recuerdo de Grecia, las compré hace unos días, estas serán recuerdo de Bélgica).



Y por la Rue de l’Eruve llegar a la Grad Place para disfrutarla con luz diurna, he sacado un millón de fotos, si viviera en Bruselas terminaría por aprenderme de memoria los detalles de estos edificios porque me gustan muchísimo (fotos aquí y arriba).



En pocos pasos enlazo con la ruta de los Barrios Noroccidentales de mi guía, empezando por la Iglesia de San Nicolás, sin ser de las mas espectaculares me ha gustado, posee todos los ingredientes: púlpito, sillería barroca, etc.

Enfrente se alza el descomunal edificio neoclásico de la Bolsa, le he sacado fotos a diferentes fachadas, es imponente.


Y sigo hacia Notre Dame de Bon Secours, y de paso veo una pintoresca vivienda con una fachada decorada con un curioso trampantojo, y a lo largo de las calles otros 2 murales de la exposición que he mencionado, alguna casa bonita… y ya estamos en Notre Dame de Bon Secours, ¡a mí.. es que me gustan todas las iglesias, a poco que tengan siempre les encuentro la gracia en la decoración, las columnas, capitales…, esta es de estilo renacentista flamenco!

Desde aquí siguiendo la ruta marcada en la guía, me dirijo a Notre Dame aux Riches Claires, de las que menos me ha gustado (aunque ya dije que todas me gustan), pero la he visto bastante sencilla.

Regresando hacia La Bolsa, continúo hacia el Norte, hasta la Plaza de Bruckere, que es muy grande, está muy animada, y tiene edificios interesantes, lástima que no se pueden sacar bien las fotos porque tiene mucho tráfico y además grandes árboles que los esconden parcialmente si pretendes sacar una acera desde la otra de enfrente.


Muy cerca se encuentra la iglesia de St.Juan Bautista au Béguinage, al parecer- es una visita imprescindible: , pero he intentado entrar en 3 ocasiones distintas, en distintos días a distintas horas, y siempre cerrada, así es que… incógnita.
La que sí he podido ver por dentro es la –también cercana- Iglesia de Sta.Catalina, ubicada en la plaza del mismo nombre (foto izq), y al ladito justo está la llamada “Torre Negra” (foto dcha), que al parecer es un vestigio de la muralla que había aquí


Una de las fachadas de Sta. Catalina da al Quai au Bois à Brûler que es una anchísima calle, tanto como para albergar una gran fuente-estanque en el centro, se trata del monumento-fuente al burgomaestre Anspach, tiene 4 figuras de dragones emergiendo del agua

De vuelta a la Plaza de Brouckére, y paseando me encuentro en el “Pasagge du Nord” otra galería cubierta que une los aledaños de la plaza con la Rue Neuve, todo esto es una zona comercial peatonal muy agradable de pasear.


El pasage sale casi frente a la Plaza de los Mártires, a estas horas hay gente tomando un sándwich sentada en los escalones del monumento. Y ahora me empeño en encontrar el Centre Belga de la Bande Dessinée… ¡que vaya tela si me ha costado, he dado mas vueltas que una peonza, he preguntado a 4 personas distintas hasta dar con el camino!, je,je



El edificio que alberga el Centro Belga del Tebeo, fue construido por Víctor Horta, y se nota, cualquier lugar donde poses la mirada tiene detalles art Nouveau: la escalera de hierro decorada con motivos vegetales, los cristales perimetrales del techo de la planta baja,… . Como no soy muy entusiasta de los comics pensaba pasarlo por alto, pero cuando vi el cohete de Tin-tin, pensé que… ¡que caramba! ¿es que no tengo ya fotos al ladito de otros cohetes, pues por qué no de este? Y me la saqué para hacer la broma… Claro que los otros cohetes estaban en Cabo Cañaveral y habían regresado de la luna … ¡igual no tenían comparación,ja,ja, pero… a mí me hacia gracia la tontería!, je,je.


Ahora a la Plaza de la Moneda, aquí el Teatro Real de la Monnaie y una escultura delante… rara, pero rara, rara. Me quedo curioseando por ahí y por el Pasage del Norte, y finalmente a las Galerías St. Hubert, busco la cervecería “La Mort Subíte” porque tengo una foto tomada allí cuando estuve con mi hermana. Una de las salidas de las Galerías me han llevado a una calle llena de restaurantes que ofertan los famosos mejillones, y esto me recuerda las muchas veces que comimos en esta calle.


la Plaza Albertina, inmensa y muy abierta, en realidad la vista abarca un conjunto de varias plazas grandes y contiguas. Detrás de Albertina está el ámplio complejo Mont des Arts -donde están ubicados varios de los principales museos, aquí está el parque iluminado de distintos colores que vi anoche-, y la perspectiva se cierra con en el Palacio Real –que ya está en la Place Royal-.


Continuando por la rue Montagne se ven en la acera izquierda una ristra de viviendas (supongo) a cual mas bonita, y entre ellas el emblemático Old England (se trata de un antiguo almacén de hierro y cristal, que me recuerda mucho, pero mucho, al famoso edificio Singer del Soho -en Nueva York-). Cruzo enfrente y entro en el Palacio de Charles de Lorrane, que vuelve a tener unas dimensiones colosales, y la rue du Musée da acceso a mas edificios blancos inmaculados que –supongo- albergan mas museos que no he visto.


Y ya estamos en la Place Royale, anoche me gustó pero hoy mucho mas, porque puedo apreciar los detalles de la iglesia de St.Jacques –que tiene frescos en el frontón-, y sobre todo, ver la perspectiva en sentido inverso que ni siquiera tiene cierre frontal, se ve el Ayuntamiento, la figura ecuestre, a ambos lados los museos, y enfrente una perspectiva de Bruselas que termina en el horizonte.


Tras ver la iglesia (cuyo interior no me dice mucho), continúo por la ancha rue Regence y unos metros mas allá veo un edificio precioso -pero precioso-, resulta que es el Tribunal de Cuentas, y enfrente el Museo de Bellas Artes , con una fachada neoclásica estupenda, al final de la calle se vislumbra un edificio soberbio con una cúpula impresionante, se trata del Palacio de Justicia, rodeado de andamios -que según dicen es su envoltura permanente-, una pena porque parece muy bonito.


En la acera de la derecha está la Iglesia de Nuestra Sra de Sablón, una maravillosa construcción gótica, que me ha gustado muchísimo, tiene unas vidrieras preciosas, las del altar me recordaron mucho –por su aspecto alargado y estrecho- a las de la capilla superior de la Sainte-Chapelle en País, son preciosas –lástima que en la foto no se pueden apreciar bien, porque se han cegado con la cantidad de sol que entraba por ellas.



Enfrente los Jardines del Petit Sablon, coloridos parterres y césped enmarcan una fuente con una figura de bronce, atravieso el jardín para echar un vistazo al Parque d’Egmont que aparece detrás, y vuelvo a la rue Régence hasta el Palacio de Justicia, pasando antes por el Conservatorio de Música, me he metido para ver la fachada con esculturas en el frontón y en los laterales.

Ya estoy en el Palacio de Justicia. Como soy tan curiosa y me meto por todos sitios, creo que acabo de ver un ascensor a la derecha, y allá que voy, desde aquí se pueden tomar buenas fotos del barrio que está allá abajo, que resulta que es Les Marolles, así es que bajo y me dedico a pasearlo tal como indica mi guía, desde arriba ya se veía un grupo grande de gente con cámaras y tal, están rodando y un chaval se acerca a mí y me sugiere si quiero participar como extra, invitación que declino con una sonrisa, y empiezo a caminar este barrio –que la verdad, no me ha gustado, hay que ser sinceros-. Pero aún así he hecho todo el recorrido para verlo todo.


Recorrido de los Marolles: he subido por la rue Haute hasta la Iglesia de Notre Dame de la Chapelle , la iglesia sí me ha gustado, -curiosamente la decoración del techo me ha vuelto a recordar a la Ste. Chapelle de París, en este caso a la capilla inferior- la nave central tiene estatuas de los apóstoles (s XVII), el púlpito es de Plumier (1720). Sí, sí que me ha gustado.


he bajado por rue Blaes a la Plaza de Jeu de Balle (que no me ha gustado, la verdad), por cierto que he visto otro mural. A la Puerta Hal -resto de la muralla que había en el siglo XIV, inicio del Boulevard Waterloo, que pretendo subir para llegar al norte, pero no tiene ningún encanto, sólo un tráfico inmenso, y lo abandono a la altura del Palacio de Justicia, ahora he podido sacar una foto a una fachada lateral y es muy bonita (es foto que he puesto arriba). Un rato tonteando por la plaza y ya me encamino a rue Regence para llegar al Parque de Bruselas (que es lo que me falta).


¡Qué diferencia de paseo!, es un gusto caminar por la rue Regence. Llego al precioso Palacio Real, ¡y con ganas! entro en el Parque de Bruselas, ahí me he tomado una cervecita en la terraza de un kiosko del parque, ¡que falta me hace!, según explicaba un audiovisual que vi, el Parque está diseñado de manera que contenga todos los elementos masónicos.

Son las 17,45h y ya estoy descansada, y quiero seguir ¡soy hiperactiva, que le vamos a hacer,!. He salido del parque por el lado del Teatro Nacional y el Palais de la Nation, y tomando la rue de la Loi me dirijo al Parque del Cincuentenario,

en 15 minutos estoy allí, aunque me quedo sólo estoy un ratito porque, aunque es un buen sitio para ir con un libro o pasar un rato de charla, pues tiene poco que ver, así es que 15 minutos después ya estoy retrocediendo el camino,

foto al edificio de cristal en forma de cruz "Rond-pont Schuman", y me dirigo por rue Belliard al Parque Leopoldo, entro a sentarme en un banco del estanque a ver los cisnes. A las 18,45h me levanto para seguir pero ¡horror! un tirón terrible en la pierna derecha no me deja caminar, tomaré el metro (estación Schuman) y de allí al hotel. Por cierto, el tirón se pasó rápido, sin problemas.

Ya en el hotel compruebo que he recorrido casi todo lo que quería de Bruselas, me falta por conocer: el Atomium, el parque Laeken, 2 iglesias que están fuera de los bulevares, y entrar a 2 famosas cervecerías concretas. Así es que -aprovechando que está haciendo un clima estupendo- decido que mañana me voy a Amberes, y lo que falta ya lo veré mas adelante.


día 23 Miércoles: AMBERES

Salgo del hotel a las 7,45h. El billete i/v me ha costado13€. Cojo el tren a las 9,14h y llego a las 9,56h. La estación de ferrocarril es preciosa, creo que es neoclásica, y está clasificada como la cuarta estación más bonita del mundo, tiene una cubierta de metal y cristal con un reloj y una preciosa ornamentación, la cúpula mide 40m de altura, con grandes zonas acristaladas, y me gustaron las escaleras de piedra con muchos recovecos, saqué varias fotos.


Nada mas salir me dirijo al centro por la De Keyser Lei, pero al cruzar la V Ertborn veo un edificio impresionante que sobresale por tamaño y majestuosidad –y claro, allá que me voy a indagar-, lo rodeo por la plaza Franklin Roosevelt, y resulta que es el Teatro de la Ópera, que mi guía sólo lo menciona someramente cuando habla de la plaza en la que se encuentra, y no lo entiendo porque es una maravilla de edificio, me dirijo a la fachada delantera y mas fotos.



Satisfecha la curiosidad, retomo el camino que abandoné hasta la Teniers Plein, que es la antesala de la pequeña calle Leys, aquí están estos 2 impresionantes edificios –cada uno en una acera- que sirven de telón de fondo para encuadrar la escultura de la plaza.


Y la propia calle Leys continúa repleta de edificios a cual más espléndidos –se pueden ver en las fotos-, siendo cortita lo cierto es que es una maravilla de calle.


Leys a su vez supone el comienzo de la famosísima calle Meir. Toda esta zona es un autentico gozo, Amberes me está impactando (ahora recuerdo como me gustó esta zona la otra vez). Meir es una zona –creo que no peatonal pero con poquísimo tráfico- y muy comercial, repleta de maravillosos edificios antiguos que conviven en perfecta armonía arquitectónica con otros modernos, así encontramos el Palacio Osterrieth, el Palacio del Rey, etc, y al final de la avenida se ve cerrando la perspectiva un rascacielos moderno -el Torengebouw-.


Una curiosidad: es sabido que por toda Bélgica y Holanda la gente se mueve en bicicleta, hay que llevar cuidado para que no te atropellen, aunque tienen un manejo que salva muchas situaciones. Bueno, pues vi una chavala en una bici que llevaba delante un carrito de bebé –por supuesto adaptado-, y además iba rapidito ¿eh?. No me dio tiempo a sacarle foto ¡que lástima, hubiera estado curiosa!. Por suerte, al regresar al tren -una vez terminado el día- pude ver otra y esta vez no se me escapó la foto aunque ya sólo pude cogerle de espaldas.


Amberes es una ciudad limpia, cuidadísima, con edificios impresionantes –especialmente los que están en esta zona-, gente amable,… Amberes me chifla.

Llego a la Groenplaats, una bonita plaza con la estatua de Rubens en el centro y detrás de ella asoma la fastuosa Catedral de Nuestra Señora, en un lado de la plaza el hotel Milton, y en otro lado –el que mas me gusta- casas del siglo XVI con ese aspecto tan típico de las casas belgas , como la casa de los Diamantes y otras, convertidas hoy en restaurantes. Me he demorado 15 minutos sólo curioseando en esta plaza.
 

A pocos metros otra pequeña plaza en donde se levanta la Catedral de Nuestra Señora, según mi guía es una de las más importantes iglesias góticas de Europa y la mas grande de Bélgica, es fascinante, la torre mide 123 m, tiene un carillón de 547 campanas, la entrada cuesta 5 € y merece mucho la vispena, no sólo arquitectónicamente es una maravilla, además tiene elementos muy interesantes, un púlpito barroco, la sillería neogótica del altar mayor, etc.


Además tiene una estupenda exposición de pintura, entre toda la obra expuesta destacan 4 lienzos de Rubens: ”el Descendimiento de la Cruz”, “la Resurrección” “la Asunción de la Virgen”y “la Elevación de la Cruz”, en total son 13 grandes lienzos y trípticos y algún tesoro mas como esculturas, sepulturas, bajorrelieves…

Me lo he pasado bomba en la Catedral. He comenzado la visita del interior a las 11h y he salido a las 12h. ¡sí Señor, me he tirado una hora enterita dentro de la Catedral, tanto me ha gustado, eso y que además permitían hacer fotos así es que me he puesto las botas!.



Ahora al otro plato fuerte de Amberes: la Grote Mark, muy querida por sus habitantes por su significado histórico, me senté un ratito en un banco y un señor se puso a relatarme el significado de la fuente, la historia del mítico legionario romano que arrojó al agua la mano del gigante y de ahí el nombre de Amberes. Un momento antes había conocido a unos catalanes a los que me acerqué para pedirles que me echaran una foto, y ya el cachondeo: sesión de fotos, ahora una a mí, ahora otra al matrimonio, y ahora a los 3, y ahora a las 2 mujeres, y otra a mí… nos juntamos 4 españoles y ¡mira que nos gusta la guasa!.

mi guía describe el Ayuntamiento y uno por uno todos los edificios, me tiré un buen rato investigándolos y buscando los detalles.

Contigua a la Grote Mark, se abre otra pequeña plaza triangular que también tiene unas casas bien bonitas, y allá que me fui (fotos aquí)

Al Museo del Folklore, y al volver vi una callecita que me apeteció –la pequeña Suikerrui- da al río y allí está el Palacio de Hansahuis, muy bonito (aunque con andamios) y enfrente el Museo Etnográfico.

Ahora voy a buscar la “Vlaeykensgang”, la mas corta y característica calle medieval, está habitada, hay una consulta de un médico (y por supuesto con tránsito de gente, aunque sólo me crucé con unos señores que entraban y la enfermera que les abría la puerta)


Y ahora a ver el río, vuelvo por Suikerrui y llego a Steen, que es el paseo que conforma la orilla del río. Ya comenté en el viaje a Austria que me encantan las ciudades con ríos cuando tanto el agua como los paseos están bien cuidados y limpios, lo he disfrutado mucho.


El puente con los leones en la entrada y la figura estilizada en la parte superior, el río cristalino y bien ancho…hasta llegar al curioso Castillo que hoy es sede del Museo Nacional de la Marina, en la entrada la figura de Gullivert y los enanos (o eso creo), he entrado y muy chulo el patio interior.


Me interno en la ciudad tomando como referencia justo enfrente del castillo y he visto casas de ladrillo muy curiosas, algunas con patios interiores que se abren con arcos a la calle, y lo que en principio me parece una iglesia –también de sillares rojos y blancos- resulta que es el edificio que voy buscando –el Vleeshuis- que era la antigua Casa de los Carniceros convertida hoy enMuseo de Arqueología.

 
Caminando por Oude Boeurs llego al Palacio de la Bolsa, y desde allí la Iglesia de Sint Paulus –que la he encontrado cerrada porque son las 13,30h.

A veces la guía marca como visitas unos sitios que…., bueno pues siguiendo la ruta he llegado a Brouwershuis, que está “donde da la vuelta el aire” -esta es la expresión mas fina que me ha salido, que también tenía otras en mente- está al norte y es la visita mas tonta que he hecho en mi vida, así es que algo malhumorada por la bobada, me vuelvo hacia el centro, pasando antes por el Archivo y Museo de la Cultura Flamenca y la Academia de Bellas Artes (que como no voy a entrar, y las fachadas son mas bien feas, pues estos últimos paseos no me están gustando un pelo).

Bueno, pues voy a comer algo que -aunque no tengo hambre- me vendrá bien para descansar y esperar a que abran las iglesias que están cerradas, son las 13,50h así es que entro en una pizzería que me ha gustado y está frente a la iglesia San Carlos que luego querré ver. La pizza y la cervecita ricas y bien de precio.

Y a las 14,20h ya estoy de nuevo en la Iglesia San Carlos, creo que fue construida por un Jesuita, y eso siempre me da garantía de que me gustarán, quizás esta es algo mas sobria de lo que esperaba, pero aún así muy pero que muy bonita.


Vuelvo a la Iglesia de San Pablo –que antes estaba cerrada-, y según voy entrando veo a la derecha lo que parece un claustro y allá que voy, pues no, es un jardín con un gran Calvario del siglo XVIII, curiosísimo en el que me he entretenido bastante rato curioseando la cueva que hay al final, y esperando el momento en que no hubiera nadie para sacar la foto, pero imposible, así es que lo tomaremos por el lado optimista y el que salga gente da idea del tamaño de las esculturas por comparación –que quizás de otro modo no se hubiera podido apreciar-.


Me ha gustado mucho, está repleta de óleos –entre ellas varios cuadros de Rubens, de Teniers el Viejo, de Van Dick, etc-, el órgano (s XVII) al parece es uno de los mas importantes de Bélgica, y la sillería estupenda -creo que es barroca- . He visto abierta una puerta y me he colado, va a la Sacristía y a corredores con sillería y otros que guardan mas cuadros y alguna escultura.

Al salir he vuelto a intentar la foto sin gente en el Jardín del Calvario, pero es misión imposible, bueno, así lo he visto otra vez que me gustaba.

Desde aquí me he dado la gran caminata para llegar al Beginhof, que me apetecía mucho ver un beguinaje y es el primero que veo, es cierto la tranquilidad que se respira aún hoy, silencio absoluto (de hecho en otros beguinajes mas visitados he visto carteles que ruegan silencio, aunque actualmente se debe a que son viviendas, se supone que antaño el recogimiento y la oración era lo que predominaba aquí.

Me dirijo a la Iglesia de San Jacobo que está cerrada, snif, y bajando la Lange Niew Straat, hasta llegar al Rubershuis, vuelvo a la encantadora calle Meir, y en una de las calles laterales aparece otro mural del famoso proyecto 2009, voy buscando la Iglesia de San Andrés, -que como todas las demás- bien merece la búsqueda, y como las demás es gótica, tiene una sillería destacable, así como un púlpito tallado, y cuadros y esculturas y vidrieras… ¡me encantan las iglesias!.

Pues ya no me queda nada por ver de esta maravillosa ciudad, pero me resisto a irme porque estoy encantada aquí, así es que para despedirme vuelvo a pasear un poquito por la Grote Mark , me acerco de nuevo a la Catedral, y -cuando ya no puedo estirar mas la visita- emprendo el camino hacia la estación de tren paseando despacio por Meir.

En ocasiones como esta –que han sido muy frecuentes en el viaje- es cuando echo de menos la compañía de Juan Carlos o de alguna de mis amigas, porque nos hubiéramos quedado tomando una cervecita y disfrutando del ambiente de la ciudad, pero lo cierto es que sola no me apetece mucho sentarme en una cafetería porque no lo disfruto tanto. ¡Qué le vamos a hacer, no se puede tener todo! ¿verdad?.

El tren sale a las 17,35h y he llegado solo 2 minutos antes (claro que hay trenes cada media hora, así es que da igual), llegamos a la Gare du Nord a las 18,30h. Ha sido un día maravilloso y Amberes me ha cautivado.


Día 24 Jueves: GANTES

Pues como está haciendo un tiempo tan fenomenal, hoy aprovecho para visitar otra ciudad, toca Gantes. El tren sale a las 9,56h y llegará a las 10,48h. i/v 16 €.

La ciudad es muy bonita y tiene edificios interesantísimos, pero es la que menos me ha gustado, y el único motivo es que está toda en obras, todas las calles del centro, todos los alrededores de los monumentos que hay que visitar, todo, está levantado, con vallas que te hacen dar un rodeo de mil demonios, que no te permiten verlo bien, por no hablar de que así es imposible hacer ninguna foto, pero es que además hay muchas grúas y andamios ¿es que lo están arreglando todo este mes? una pena, no ha salido ni una foto decente.
Espero que si vuelvo en alguna ocasión, no tenga esa mala suerte y pueda gozarla, que la verdad es que como ciudad es bonita… si se pudiera ver.

La estación de ferrocarril está lejos del centro, lo mejor para llegar es coger el tranvía número 21(todo esto lo llevo archipreparado desde casa), pero al salir en la explanada hay muchísimas paradas de bus, y tardo un buen rato en localizar donde debo esperarlo.
 

El amable conductor me avisa al llegar al centro. Son las 11,15h y ¿ahora donde estoy? Ah! En la plaza Kouter, echo un vistado, y ahora ¿en que dirección salgo para empezar a ver el Palacio Felignan, Beurs y Ópera?...


un buen rato preguntando, cada uno me manda en una dirección (menos mal que sólo hay 4, je,je).
Salgo de la plaza hacia el Palacio de Justicia (foto dcha) y ya estoy en el río Leie.



Pues a recorrer el río hacia el norte, para llegar al centro, llego al puente St.Michel (foto arriba izq), a la izquierda del puente la Iglesia de Sint Michiels y a la derecha todo lo demás: St. Nicolás, la Catedral de St.Baafs, la inmensa torre del Beffroi que se ve desde casi cualquier sitio. La verdad es que es un poco caótico caminar por aquí pero los edificios son espectaculares, me decido a entrar en la Catedral de Sint Baafs.



La Catedral es una maravilla gótica con verdaderas joyas: un precioso púlpito de mármol blanco y madera, sillería en el coro y muchas obras de pintores consagrados –entre ellos Rubens-, vidrieras, etc. Justo es decir que el altar es una simple pared de yeso blanco con un pequeño crucifijo (intuyo que por obras, pero ¡vaya tela cómo desentona!).

Además se baja a la cripta, construida en 1150 y conserva frescos en los capitales de las columnas y en los arcos, me ha gustado.

Desde aquí -por Limburg-, al cercano Castillo de Gerardo el Diablo, que se refleja en el Escalda (por cierto que, justo enfrente veo unos edificios que parecen mas propios de Cambridge u Oxford, y me he acordado de Encarna y les he sacado foto para enseñárselas), veo el monumento a los hermanos Hubert y Jan van Eyck.


Al Ayuntamiento, tiene 2 partes muy distintas construidas con un siglo de diferencia, por un lado el edificio de columnas negras y por otro un ornamentadísimo gótico florido, con todos los elementos: esculturas, estatuas, galería… es una maravilla esta fachada.
Y enfrente el St.Jorishof (foto dcha)

Vuelvo a la plaza E.Braun (que no puedo cruzar) reconozco que tanta obra me tiene desorientada, y vuelvo a cruzar el puente S.Miguel para ver la iglesia Sint Michiels, pero imposible (cerrada por obras).



Me quedo paseando por las orillas del Leie, en concreto por el pequeño trayecto llamado Gras-Lei (y la otra orilla el Koren-Lei), y seguido todo el margen del río por Koren-lei, pasando por el Puente de las Hierbas.


Hasta llegar al Castillo Condal (con andamios, aaaaarrrggg).

En turismo no señalan ningún punto de interés fuera del contorno que delimita el río, pero mi guía menciona como punto visitable el Rabot -un pequeño reducto fortificado con dos torreones que al parecer tiene una foto bonita porque atraviesa el Leie, y allá voy, aunque como está lejos y tampoco me parece espectacular sólo me acercaré hasta la curva del río desde donde pueda verlo en perspectiva (foto arriba dcha),
es un paseo estupendo -casi siempre al margen del río-, y otro aspecto de la ciudad, el de las viviendas no el centro turístico, está muy cuidado, las personas a las que he preguntado han sido muy amables, me ha gustado, a pesar de que -como imaginaba- no es nada especial el Rabot.

Vuelta sobre mis pasos hasta la Plaza de S.Veerleplein ya son las 14,15h como algo en la plaza, y después continúo por el río pero ahora por Kraanlei donde se pueden ver fachadas de casas barrocas, para llegar a la plaza Wrikdagmarkt “plaza del mercado de los viernes” con la estatua de Jacob van Artevelde y bonitas casas del XVII-XVIII.

Y a pocos metros la Iglesia San Jacobo (cerrada, pero porque son las 15h) como todo lo escrudiño, me ha sorprendido la posición de los ventanales de una de las torres, en la torre izquierda según se la mira, hay un ventanal que no está centrado, ¡es sorprendente! La verdad es que es la primera vez que me fijo en algo así, estoy intentando documentarme del motivo pero no encuentro nada, ¿estaría borracho el maestro -Tom Builder- cuando hizo el hueco? Je,je.



Y ya de nuevo al centro, ahora está abierta la Iglesia San Nicolás, así es que aprovecho, no es de las mas vistosas pero me ha gustado –además tiene interés porque es gótico de la primera mitad del XIII, tiene esculturas, vidrieras, etc.

15,30h me encamino en dirección al Beginhof pero volviendo por el río para intentar encontrar los 3 palacetes cercanos a Justicia, el Schamp, el Clemen y el Steenhuyse, a las 16h ya estoy por allí, y ya sin perderme -como cuando llegué- que el patear las ciudades tiene ese efecto, me encamino hacia Kouter y a mi destino final: el Begijnhof.

a las 16,25h llego al Begijnhof (foto arriba dcha) , me atraen estos reductos casi monacales, y termina la visita de la ciudad. De camino al tren pasaré por el parque de Citadel y antes tendré oportunidad de sacar 2 fotos a la torre de la iglesia de S.Pieters que la vislumbro asomando tras los árboles de un pequeño parque.


por el trayecto he visto alguna casa que me ha llamado la atención,






Cerca de la estación, un monumental parking de bicicletas ¿podrán distinguir cual es la propia? ¡Pero si esto es una locura!... estos Belgas… me encanta, todos van en bici (casi no se usa el coche), la verdad es que es una buenísima costumbre, eso sí, como te pongas por delante…je,je

El tren sale a las 17,24h y llegamos a Bruselas Norte a las 18,10h. Por cierto, para mi sorpresa descubro esta noche que en Bruselas también existen las famosas “vitrinas de señoritas” muchísimo mas cutres que las que luego veré en Ámsterdam.


Día 25 Viernes: BRUSELAS

Hoy veré relajadamente lo poquito que me queda de Bruselas, son lugares apartados del centro por lo que compro el billete de un día (4,50 €).

Empiezo a las 9h, hoy ya decido entrar al Jardín Botánico y después me voy al metro, aquí odisea para poder comprar el ticket, no hay nadie en ventanilla y las maquinitas sólo admiten monedas, me he tirado un buen rato hasta que veo una familia de españoles y les pido que me cambien el billetito que llevo de 5 € por monedas. Vale, gracias, solucionado, y adentro.


Mi primera visita es el “Atomium” (metro Heysel) ya lo conocí hace años, son las 9,45h y ya hay unas colas considerables para subir a las esferas.

Me interno en el cercano parque Laeken, la verdad es que sin conocerlo es un poco lioso entrar en el parque porque es muy grande, me pierdo un poco y unos amables policías me indican, además me tranquilizan totalmente sobre si es peligroso internarme sola por el parque .Parece solitario pero dentro ves mucha gente haciendo deporte o paseando o sacando al perro, se siente uno seguro.

Otro tema es que no me entero del camino para ir a sitios concretos (aunque después he comprobado que no me he equivocado ninguna vez, pero la sensación ha sido de ir despistada todo el rato, sin saber si iba por el sitio correcto o no, y esto no me suele ocurrir).

Llego a las instalaciones de la televisión belga (aquí veo otro mural pintado). Y tras una caminata, que a la vuelta no me ha parecido tanta, pero ahora se me hace eterna por la incertidumbre… ¡¡¡bien!!! Lo encontré, ¡¡¡ el Pavillon Chinois y la torre japonesa!!! es un primor



No veo comunicación entre este recinto "Musées d’Extrême Orient" y la torre Japonesa de 34 m de color rojo que me ha llamado la atención cuando entraba, así es que salgo del complejo denominado y ya en la calle intento encontrarla, bueno…, esto ha sido la odisea del día, he caminado y caminado, y parece que no consigo entrar.
Quizás se entre a través de los Invernaderos Reales que los estoy viendo allá, ¡pues tampoco, además la entrada está cerrada!.


Vale, seguiré hasta el Palacio Real, allí un policia que guarda la puerta me indica –lo que ya me imaginaba- que el palacio no es visitable, ni siquiera se puede entrar, que los invernaderos están cerrados pero la entrada es la que he visto, y que a la torre japonesa se llega desde el Pavillon Chinois ¡¡¡no me lo puedo creer, de allí vengo!!!.

¡Hala!, a retroceder. Bueno, al final ha merecido la pena porque es muy curiosa la Torre Japonesa y al ladito hay otro edificio en madera oscura también japonés.

Después de tanto perderme, me voy contenta del Parque Laeken. Volviendo por el Atomium para coger el metro y bajarme en Simonis y así llegar a otro sitio que me interesa: la Basílica de Sacré Coeur.

el trayecto hacia la iglesia es interesante, el bulevar Leopold II todo cubierto de césped, y allá a lo lejos se distinguen muy bien los inmensos rascacielos de cristal ubicados alrededor de la Gare du Nord (que veo todos los días cuando cojo el tren).

la iglesia es enorme (162 m de largo por 89 de altura y la cúpula central de 33 m de diámetro) además es art-decó. Por dentro es bsolutamente distinta a las demás, revestida de mosaico con aspecto de mármol amarillo y piedra blanca, escaleras vistas, vidrieras, muy curiosa, lástima que tanto sol me ha cegado las fotos.

Salgo de la iglesia a las 13h, y me tomo una cerveza (para hacer una parada técnica que necesito) en un restaurante-espectáculo que está justo en el perímetro de la iglesia, a un ladito sin abandonar el edificio.
Metro a S. Gidon porque tengo interés en conocer la iglesia de los Stos. Pierre y Guidón, llego a 14,14h y está cerrada pero como el horario es de 14h a 17h me quedo deambulando por allí haciendo tiempo, nada, no abren, bueno, me conformo ¡qué remedio! porque he visto un pequeño Beginhof anexo, bonitas casas cerca y el ambiente de un barrio no céntrico.

El siguiente destino es la Iglesia de S.Juan Bautista –hasta ahora siempre cerrada-, dejo el metro en Sta. Catalina, y vuelvo a curiosear el Quai au Bois cercano a la Iglesia de Sta. Catalina (hoy un señor está metiendo girasoles de colores dentro del agua –supongo que será para venderlos pero no lo sé-)

y a las 15,10h ya estoy en la puerta ¡¡¡cerrada!!! De S. Juan Bautista (ojo, que según mi guía tiene horario ininterrumpido hasta las 17h, pero está visto que –como dicen en mi pueblo-… ¡no está de Dios! Y no ha pretendido ser una blasfemia, eh!, je,je.)


Ya no quiero ver mas, estoy cansada de dar tumbos y al único lugar que me apetecería ir es el Bois de la Cambre (que creo recordarlo de la otra vez, un bosque con un bonito lago) pero el metro no está muy cerca y hay que andar, y ya he visto parques y lagos con cisnes, así es que doy por terminada la visita a Bruselas.

A tontear al centro, ver el ambiente de la zona de Bourse, compro un recuerdito en la Grand Place, que hoy tiene instalado un gran escenario con música en vivo –es la fiesta de la comunidad francesa (de todos los lugares de habla francesa) según me dice después un simpático camarero.

En turismo pido información sobre la ruta Art-Nouveau ¡¡¡que no me voy sin ver las casas art-nouveau de Bruselas!!! Pero antes de abandonar definitivamente el centro, me afano en buscar los murales que anoche localicé en el mapa, además en turismo también he preguntado acerca de una cervecería art-nouveau que recuerdo de la otra vez que fui con mi hermana y no consigo encontrar: resulta que es “Falstaff” –y efectivamente ahora recuerdo el nombre-, pero ha cambiado totalmente, un camarero me dice que vendieron la mitad del local y está totalmente redecorado… ¡una pena! Tenía unas vitrinas art-nouveau impresionantes –de hecho hago una referencia en el diario del viaje a Austria –en la visita al Belvedere-, pues la obra de Alfons Mucha me recordaba a la de esta cervecería que tanto me impactó en su día-.


Ya me voy a ver la ruta Art-Nouveau, metro Maalbecek. Algunas casas muy vistosas, otras no tanto, pero este paseo me ha gustado muchísimo porque he podido descubrir una zona que no tenía como visitable, -el Square Ambiorix– cerca del Parque del Cincuentenario, un conjunto formado por un jardín con un laguito y una fuente muy vistoso todo, porque además de estar muy cuidado, tiene unas vistas fenomenales ya que está en una zona alta, hay muchos niños jugando y papás al cuidado, he disfrutado mucho.

A las 20h regreso a la Grand Place para disfrutar un poco de la fiesta y –muy a mi pesar- doy por concluída la estancia en Bruselas.


Día 26 Sábado: BRUJAS

Ya tenía yo ganas de hincarle el diente a Brujas, lo recuerdo muy bien de la otra vez. Como es fin de semana el billete de i/v de tren me sale a mitad de su precio normal, es decir 14 €.

Esta mañana me he encontrado con la única persona realmente estúpida, zafia y malhumorada de todo Bélgica y Holanda juntas ¡se lleva esa distinción!, es la sílfide que atiende en la caseta de ¿¿¿información de trenes??? en la Gare du Nord. Ya ayer me contestó agriamente cuando vio que no comprendía a la velocidad que habla, pero hoy ya se ha pasado, me ha gritado y después me ha hecho un gesto de desesperación porque le he dicho -sólo una vez- que “por favor, me lo diga un poco mas despacio”. Quiero saber si puedo subir al próximo tren a Brujas, porque lo acabo de comprar pero en ese mismo minuto ha salido el tren y -como el billete lleva impresa la hora de venta- no sé si puedo subir en el de dentro de media hora con este billete o debo cambiarlo. Viendo la escena que me está montando esta bestia corrupia, un matrimonio me ha ayudado. Podría pensarse que es que no puede perder tiempo con alguien que no le entiende bien porque tenga una cola de mil demonios esperando, juro que no había nadie ninguno de los días, no tiene nada que hacer mas que bufar, debe ser una mujer muy amargada, ella sabrá por qué.

Vale, pues tengo que esperar media hora, y como mañana me voy a Amsterdam y debo saber el horario de primera hora, además de si es precio reducido por fin de semana, tengo que informarme pero… ¡cualquiera! ¡para que salga del garito y me zurre la energúmena esa!. Espero pacientemente de nuevo la cola en una ventanilla de venta y el amable señor que conozco de otros días (lo digo de verdad, no es ironía) me indica –en español como otros días- que la información me la da la ogro-parda, le contesto que paso de volver a alegrarme la vista con tamaña belleza y simpatía, y al ratito abre su ventanilla una señorita encantadora que da información internacional, me contesta amablemente a todo lo que necesito saber–creo recordar que incluso en Español-.

El tren sale a las 8,56h y llega a las 10h. De camino al centro se va bordeando un parque y un canal




y ya la Catedral de San Salvador, con aspecto exterior de fortaleza y una gran colección de tapices en el interior, además de la sillería, óleos, retablos de madera policromada del XV, vidrieras.




Desde aquí me dirijo a Mark, un buen rato viendo la plaza principal, el Palacio Provincial y las pintorescas y archiconocidas casas, y entro al patio de las Hallen, Las Hallen es un emblemático campanario aislado de 83m de alto y tiene un carillón de 47 campanas.


Ahora a la cercana plaza Burg, aquí además del precioso Ayuntamiento, el edificio anexo es la Cancillería -Antigua Escribanía-, tiene una fachada exquisita





y la Basílica de la Santa Sangre, todos ellos con unas fachadas muy bonitas, entro en la Basílica que son dos iglesias superpuestas, la de la planta baja realmente es la iglesia Románica de San Basilio y data del XII, y arriba está la Basílica a la que se accede por una escalera abovedada, en la capilla de la derecha se venera la Santa Sangre de Cristo, hay una pequeña cola de gente para besarla, la decoración del interior es muy colorista, lástima que hay un señor ojo avizor a si alguien saca una cámara de fotos.


Atravesando el arco del Palacio de la Cancillería se accede a los canales, y dirigiéndose a la izquierda por la Groenerei es un bonito paseo –me he entretenido lo mío-, viendo el agua, las casas reflejadas, los cisnes que sortean con gran habilidad las barcazas turísticas ¡ojo, que muy a menudo se cruzan dos y ellos están en medio…. Pues los esquivan bien, la práctica! En una ventana un perro labrador durmiendo al sol… son muy entretenidos los canales.


Terminar Groenerei y desandarlo para volver a la Plaza de los Curtidores y hacia la derecha encontrar la Rozenhoedkaai, aquí hay una vista preciosa del canal y los altos edificios de la plaza Mark, aquí he comido para disfrutar mas rato de esta vista y después continúo al Dijver que se supone debe ser un precioso paseo bajo tilos, que está copado de tenderetes de artesanía y rastrillo todo junto.

Hacia la Catedral de Nuestra Señora (cuya torre está revestida de andamios entelados) y el Hospital, pasando antes por el museo Groeninge -al que no saco ni foto porque la fachada no me parece de interés-. Atravesando un puente muy fotogénico –y consecuentemente, abarrotado de gente-, me quedo esperando un rato hasta encontrar el momento para sacarle la foto, por supuesto con personas, pero no como si fuera el metro.



Y al interior de la Catedral de Ntra Sra, una buena colección de obras de arte: empezando por el púlpito, la sillería y las estatuas de los apóstoles del XVII y XVIII, varios óleos y algunos trípticos,



y el colofón lo encontramos en la escultura “Virgen con el Niño” de Miguel Ángel.

Ahora entro en el complejo Sint Jans Hospital (foto dcha)



Y desde a al Beginhof (foto dcha), al parecer uno de los mas antiguos de Bélgica y su pequeña iglesia.
Por el camino se ven detalles curiosos, como el nivel del agua en la foto de la izquierda.


Y al cercano lago Minnewater (lago del amor) ciertamente muy bonito. Un paseíto y regresar hacia la Catedral de San Salvador y así continuar la ruta de la guía, el interior de la iglesia fue lo primero que vi al llegar a Brujas, así es que ahora sigo de largo.



Volviendo hacia Mark, para ir al siguiente punto: San Jacobo. Y sigo hacia la pintoresca zona de Potterie Rei “La orilla de los alfareros” que siempre sale en las postales con algún pintor afanado en su lienzo… pues consigo esa típica imagen,¡que suerte! je,je. Y llegando al primer puente, regreso, ya no me queda ni batería en la cámara ni fuerzas para seguir paseando, ni -al parecer- sitios de gran interés según la guía que llevo -y mira que es exhaustiva-.

Así es que regreso hacia el canal Spiegel Rei, y allí me quedo mucho tiempo sentada en un banco de la Plaza J.Van Eyck que es el final del canal, es una vista preciosa, a mi espalda -en la plaza- la estatua de V.Eyck y la Loja de los Burgueses, y delante el canal entero y los barcos maniobrando para girar el sentido de la marcha.

Continúo por los canales y descubro un rincón mágico, es el recodo que formans Veiweirs Dijk con Groede Rei, un pequeño chaflán donde me siento a disfrutar de la vista del agua discurriendo en las dos direcciones.

 
 
Hoy han bajado un poquito las temperaturas. Me estoy quedando algo destemplada aquí, contemplando el agua, así es aunque tenía pensado irme en el último, a las 22,30h, y haber disfrutado de la ciudad iluminada, no merece la pena conseguir enfriarme y jorobarme el resto del viaje por una tontería, así es que me voy a las 19,30h, en un tren con pocos asientos libres (quizás ninguno).

 

2 comentarios:

  1. Muy chulo tu viaje y las fotos muy buenas. Gracias por contarnos todo con tanto detalle.

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  2. Hola Mª José:

    En algo más de un mes también andaré por Bruselas, al final, parece que sola....

    Tanto leer sobre Europa Central... se me ha ocurrido Münich para una escapada en 2011. ¿Tú has estado??

    Laura (Bilbao)

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