martes, 7 de septiembre de 2010

TOLEDO, SEGOVIA, ÁVILA, SALAMANCA

TOLEDO

Me siento muy vinculada a Toledo, desde siempre por el plano familiar, y más recientemente porque una de mis mejores amigas -Mari Carmen- vive allí ahora, y voy a verla a menudo. Toledo cada día me gusta más.
Pasear por Toledo es imbuirse en un entorno mágico, por sus estrechas calles, pobladas de edificios que marcan la historia, con balcones antiguos, casonas solariegas, soportales, viejos portalones de madera tachuelada con grandes clavos, fachadas de piedra ornamentada o esculpida… Toledo siempre está rebosante de turistas, y no es raro porque es una visita imprescindible.

A pesar de que lo que más me satisface –como ya he comentado- es el paseo pausado por las calles, voy a mencionar algunos de los puntos de particular interés que hay en Toledo.

Aunque parezca mentira, con la cantidad de veces que he visitado Toledo, hay sitios de los que no tengo fotos mías, en esos casos -y con ánimo de ilustrar estos comentarios-, las he tomado prestadas de la Wikipedia.

En la foto estoy con unos amigos viajeros como yo.




Toledo es una ciudad amurallada, dicho recinto amurallado se reconstruyó en el medievo, y entre los siglos XIV a XVI se abrieron 4 puertas de entrada a la ciudad:



La Puerta Nueva de Bisagra, (foto izq), mandada construir en el siglo XVI por Carlos V a Alonso de Covarrubias, tiene dos fuertes torreones semicirculares enmarcando la puerta de medio punto, y sillería almohadillada, además de un escudo imperial esculpido en granito.

Puerta Vieja de Bisagra o de Alfonso VI, (foto dcha), la que menos transformaciones ha sufrido, al parecer fue la puerta principal, su disposición es en ángulo y flanqueada por dos torreones, el arco de herradura data del siglo X.


Puerta del Sol. (foto dcha) mudéjar, construida por los Caballeros Hospitalarios en el siglo XIV. En perpendicular a la muralla, es una entrada a la ciudad. Los torreones son de mampostería, con arcos de herradura y de ojiva apuntados. En el siglo XVI se añadió sobre el arco un medallón y a ambos lados un sol y una luna, por lo que se denomina “Puerta del Sol”.

La Puerta del Cambrón, (izq), de origen musulmán y reformada en el s XVI.Flanqueada por dos torres cuadradas originarias, en el XVI se añadieron otras dos simétricas a las anteriores.



Plaza de Zocodover, la antigua plaza del mercado -que data de los visigodos-, se puede acceder a ella a través de pintorescas y estrechas calles peatonales del casco antiguo, o atravesando el famoso Arco de la Sangre.

En la foto con mi amiga Mari Carmen.








Ayuntamiento.


Catedral de Santa María. Gótica del XIII, y bellísima, tiene tantos puntos de interés, que me es imposible pormenorizar sobre ella, tengo un libro dedicado sólo a la Catedral. La fachada principal con 3 puertas, y dos torres asimétricas. 3 Puertas mas en las distintas fachadas: la de Chapinería, de la Feria o del Reloj, la Puerta Llana y la Puerta de los Leones (con un lado interior impresionante). Maravillosos el Rosetón y las Vidrieras.El interior, de 5 grandes naves, Capilla Mozárabe, El Transparente, Sala Capitular, Sacristía, y Capilla Mayor que acoge un trabajadísimo Retablo Mayor, La Reja Plateresca, Coro Interior con sitiales repujadísimos -tanto en la Sillería Alta como en la Baja-, al que se accede a través de otra Reja. El Coro exterior, interrumpiendo la perspectiva de la Nave Central, con un friso que lo recorre en su totalidad representando escenas del Génesis y el Éxodo…. Hay que verla

Montasterio de San Juan de los Reyes. Gótico isabelíno del XV. En pleno barrio Judío, enclavado en un mirador con espléndidas vistas. La filigrana con la que está trabajada la piedra de los ventanales que abren al patio desde los claustros bajo y alto, y los remates superiores son de una exquisitez digna de elogio, y el claustro alto tiene un artesonado muy interesante.




Sinagoga de Sta. María la Blanca. Primero sinagoga, más tarde iglesia cristiana. Es de estilo mudejar Es una reducida planta basilical de 28 metros de largo por 20 de ancho, dividida en cinco naves con pilares ortogonales, arcos de herradura y capiteles labrados en estuco únicos en su genero ya que fueron trabajados a gubia, no a molde, ya que los motivos repetidos son todos diferentes.








Sinagoga del Tránsito o de Samuel Levy. Situada en el barrio judio. Tras la expulsión de los judíos en 1492 se convirtió en iglesia, afortunadamente se respetaron las inscripciones históricas, gracias a las cuales sabemos que data del año 1357. El interior es fascinante, con una suntuosa decoración, en un pequeño espacio, ya que se trata de una nave diáfana de 23m de largo por 9,5 de ancho. Actualmente alberga el Museo Sefardí.



Museo de El Greco. Se sabe que El Greco vivió en el abandonado palacio del Marqués de Villena, pero a principios de siglo, el Marqués de la Vega-Inclán, con el propósito de rememorar al Greco y admirar su obra, acondicionó este caserón para instalar sus cuadros, ideando una recreación de lo que podía haber sido la mansión del pintor. Alberga diversas pinturas relevantes. Como curiosidad personal, por obras en la Casa del Greco, actualmente se ha trasladado toda la obra al Museo de Santa Fé, y allí las he visto hace tan sólo dos semanas.


El Puente de Alcántara. A pesar de su nombre árabe, el puente data de los romanos, posteriormente lo usaron los visigodos, y llegó a los musulmanes, momento en que quedó seriamente dañado por las continuas luchas contra Córdoba, en el año 932 Abd al-Rahman III rindió Toledo, y reconstruyó el puente. Mas tarde, la riada de 1257 volvió a dañarlo gravemente, y al año siguiente Alfonso X el Sabio lo mandó reparar y reforzar con dos torreones, de los cuales queda uno en pie, el otro se sustituyó por un arco para facilitar el paso de las carretas, en
1721.




El Puente de San Martín y su leyenda. Data del siglo XIV, y tiene un espectacular arco central. En 1368 se dañó muy seriamente por lo que el Arzobispo Tenorio lo reestructuró totalmente. Es aquí donde surge la leyenda: “el alarife responsable de su construcción veía con gran preocupación la remodelación de aquel fantástico arco ojival central que no resistía el peso de las carretones que transportaban piedra para la construcción de la Catedral, varios años y dinero gastado sólo contribuían a su descrédito y desaliento, y desesperado se lo confesó a su esposa, ella le animó, y una noche en el mayor secreto trepó por los andamios y prendió fuego a las vigas, motivo por el cual el puente se vino abajo, todos creen que ha sido un accidente y reanudan los trabajos, pero ya en esta ocasión el arquitecto logró rectificar sus cálculos iniciales, y el resultado culmina con un diáfano arco central de 40 metros de luz y 27 de altura. La leyenda ensalza el valor de la esposa que salvó la honra de su marido, y así la inmortalizó con una escultura en la piedra caliza situada en la clave del arco, ¡que bonitas son las leyendas!.

Museo-Hospital de Santa Cruz. (foto izquierda) Es un fantástico edificio renacentista del XVI. Tiene forma de cruz griega. Lo he visitado varias veces. Según me dice mi amiga, parece que hace años se usaba para oir conciertos de música clásica,… ¡que lujo! Si lo hubiera sabido habría asistido a alguno.





Hospital de Tavera o Museo Duque de Lerma. (foto derecha) De estilo renacentista, data del XVI. Situada extramuros frente a la Puerta de Bisagra, cuenta con dos grandes patios, la iglesia, biblioteca, botica…



El Alcazar es una fortificación de grandes proporciones, situada sobre rocas en la parte más alta de la ciudad, y consecuentemente dominando toda la ciudad. Data de los siglos XVI a XX. No lo conozco por dentro.

Iglesia de Los Jesuitas (o de San Ildefonso). Según mi gúia, se construyó durante 150 años, siguiendo en su planteamiento el modelo de Il Gesú de Roma, , con columnas corintias , una imponente cúpula semiesférica, casi igualando en altura a la Catedral y el Alcázar. El interior es de cruz latina, con una sola nave y capillas laterales comunicadas entre sí.


Castillo de San Servando. Castillo medieval junto a la ribera del río Tajo, tras pasar el Puente de Alcántara. La planta del edificio es prácticamente rectangular, orientada de sur a norte. Está coronado con almenas y tiene tres torres circulares huecas en tres de sus esquinas, destacando una de ellas por su mayor envergadura. La puerta principal se abre en una especie de torre del homenaje con saeteras y matacanes de rigor. En la actualidad es un albergue.







Iglesia de Santiago del Arrabal. una de las mejores muestras del arte mudéjar en Toledo, los dobles arcos ciegos de ladrillo que recubren los tres ábsides son de medio punto, la techumbre es de madera, con inscripciones árabes, los arcos de las altas naves son apuntados, a estilo gótico, al igual que la bóveda ojival del crucero.El retablo del ábside central es una magnífica muestra del Renacimiento, con decoración plateresca


Mezquita de El Cristo de la Luz, (foto dcha), con ábside semicircular y presbiterio recto mudéjar y decorada interiormente con frescos románicos, para su conversión en iglesia, es la más importante muestra del arte islámico en Toledo.

Iglesia de Santo Tomé
alberga el famoso cuadro "El entierro del Conde de Orgaz" de El Greco ubicado sobre la tumba del mismo.Su torre mudéjar con dos niveles de dobles arcos, separados por una fila de arquillos ciegos separados por columnillas de cerámica de Talavera de la Reina



Baños Islámicos de Tenerías. (foto izq) realizados con fábrica de ladrillo y compartimentado en varias habitaciones o salas cuyas cubiertas han desaparecido

Casón de los López de Toledo (un restaurante que nos encanta -a mi amiga Mari Carmen y a mí-, es moderno pero tiene un interior en que dan cabida las 3 culturas predominantes de Toledo -la Cristiana, la Judía y la Árabe-. Vamos siempre que podemos a tomarnos un cafetito, porque es un sitio relajante, y muy bonito.


Circulo de Arte San Vicente. es una antigua glesia reconvertida actualmente en cafeteria, un ambiente muy acogedor donde hacer una relajada parada para tomar un café. Y un sinfín de tabernas y bares , con mucho ambiente y mucha alegría, donde se pueden degustar las famosas "carcamusas" o ciervo o muchas tapas típicas toledanas. TOLEDO es una preciosa ciudad que se puede ver en 2 días, pero se necesita muchísimo mas para apreciarla en lo que vale.



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SEGOVIA

El Centro Histórico de Segovia es una maravilla digna de conocer, no es extraño que la UNESCO la haya declarado Patrimonio de la Humanidad. No es muy grande, por lo que se puede conocer perfectamente en un solo día, aunque es recomendable llevar mas tiempo y recorrer otros puntos de la provincia porque en Segovia hay muchos castillos, ermitas, y poblaciones de gran interés turístico.

A Segovia he ido infinidad de veces, por su proximidad a Madrid, con amigos, con mi madre, con mi hermana y Juan Carlos, y este verano del 2010 he vuelto con Juan Carlos.

La visita ha sido muy fácil, en gran medida gracias a la amabilidad de las varias oficinas de turismo enclavadas en los puntos importantes, que tienen elaborados unos folletos estupendos y cuentan con un solícito personal que te dan todo tipo de información.


Empezamos en el Acueducto, que es una obra tan imponente y única que no hace falta hacer mas referencias, es absolutamente impresionante.

Es curioso recorrerlo y ver ambos extremos, porque –claro- el acueducto comienza siendo unos arcos bajos que parten del edificio “el desarenador” y van subiendo hasta alcanzar los 28m en la zona del Azoguejo, aquí ya cuenta con doble arcada y dos hornacinas.



la calle Real va cambiando de nombre según los tramos, ya van apareciendo fachadas decoradas con la técnica del “esgrafiado” que es un revoco especial de muy larga duración, en que se entremezclan dibujos –en algunos edificios, muy trabajados-, el Centro Histórico de Segovia está plagado de fachadas esgrafiadas, es algo muy vistoso.

llegamos al Mirador de la Canaleja, con unas vistas impresionantes a la sierra de Guadarrama, el barrio de San Millán, etc.


Frente al Mirador, está la inconfundible “Casa de los Picos”

y enfrente el Palacio del Conde de Alpuente, y por aquí bajan unas escaleras a La Alhóndiga.





Seguimos avanzando por la calle Real, y llegamos a la Plaza de Medina del Campo, donde se ubica la Iglesia románica de San Martín, la estatua de Juan Bravo y 2 esfinges de piedra (similares a las que hay en el Palacio de la Granja de San Ildefonso).



A unos pasos aparece La Cárcel Vieja –hoy Biblioteca Pública-, donde estuvo retenido Lope de Vega.

Contiuamos enfilando la calle Real y al fondo ya se vislumbra la Catedral, pasamos por la Sinagoga Mayor (en la Plaza del Corpus) pero no pudimos entrar porque el lunes cerraba, ¡una pena!.



Y finalmente, llegamos a la Plaza Mayor, Juan Carlos se hubiera quedado a vivir allí, je,je… Porque es verdad que es una preciosidad, la fachada de la Catedral es una auténtica joya, es sorprendente ver la piedra trabajada de modo que forma una finísima y elegantísima filigrana, es espectacular.




Y en los alrededores de la Plaza Mayor, podemos ver el Ayuntamiento, el Teatro Juan Bravo, la Iglesia de San Miguel, un precioso kiosco de música en el centro de la plaza, y bajo los soportales varios restaurantes a cual mas agradable, aprovechamos para comer en uno de ellos y seguimos camino hacia El Alcazar.


Tras comer, volvimos a pasear la Plaza Mayor y buscamos el Callejón del Mudo, como no lo encontrábamos preguntamos a 2 señoras, y decir que fueron encantadoras se queda corto, nos explicaron todo lo que había que ver en Segovia, nos mostraron el camino a cada sitio, nos quedamos un rato charlando alegremente con ellas, de lo orgullosas que estaban de su tierra –no es para menos- y de todo lo que ofrecía l vivir en Segovia, lo dicho, encantadoras.

Con estas explicaciones fue fácil encontrar el Callejón del Mudo, que da acceso al Corral del Mudo (uno de los pocos vestigios de corrales del barrio judío) ciertamente muy interesante.


Y continuamos hacia la ajardinada Plaza de La Merced, al principio no nos dimos cuenta de que estábamos ya allí porque lo que vimos fue un jardincito y que a la izquierda se abría un mirador, después descubrimos la Iglesia de San Andrés –ubicada en la misma plaza de la Merced-, y una curiosa fachada en un edificio aledaño con un reloj de pared repujado en la piedra y el escudo señorial de la casa en cuestión.



Y terminamos la ruta turística llegando Al Alcázar, los jardines que le preceden son una delicia por las vistas panorámicas de las que se puede disfrutar, no en balde La Alcazába está en lo mas alto de la ciudad –como es obvio, al tratarse de un castillo-, nos quedamos un buen rato disfrutando del paisaje circundante, identificando las iglesias –como la preciosa Iglesia de la Vera Cruz-, monasterios – el del Parral- y demás edificios desde allí.


La Alcazaba tiene un profundo foso que lo rodea, y un aspecto externo que me encanta porque, por un lado da toda la apariencia de robustez que toda fortaleza debe dar –y desde luego lo consigue-, pero por otro tiene una fachada tan trabajada, que le confiere un aspecto delicado al tiempo.




Otro detalle que me gusta es que al lado de la imponente torre cuadrada aparece como -sin tener mucha continuidad- el castillo con los torreones cubiertos que le dan un aspecto de castillo de cuento de hadas –bueno, al menos eso es lo que yo sentí al verlo, de algún modo me recordó el Castillo del Rey Loco de Alemania, tan cuidado y recoleto… cada cual tiene sus propias impresiones-. Frente a él, está el edificio de la Casa e la Química, y en el centro un grupo escultorico en homenaje a Daoiz y Velarde.



Abandonamos la Alcazaba siguiendo la calle Velarde, y encontrando -a cada paso- edificios impresionantes, hasta llegar al barrio de las Canonjías, aprovechamos para seguir viendo vistas panorámicas del margen derecho, pasando por la casa de Machado, y llegando a la Iglesia de San Esteban, maravillosa por fuera pero estaba cerrada.





Pasamos por el Torreón de Arias Dávila, y desembocamos –tras deambular y disfrutar por pintorescas callejuelas estrechas- de nuevo en la Plaza Mayor, y volvemos a desandar la calle Real, hasta llegar al Mirador de La Canaleja, y en la terraza de un bar de la plaza del mirador, nos tomamos una cervecita y descansamos contemplando el devenir de los turistas y los estudiantes, la Casa de los Picos y las vistas de la sierra de Guadarrama con “La mujer muerta” a la izquierda de la panorámica y el barrio de San Millán y su iglesia a la derecha.

Para finalizar, nos dirigimos al Acueducto (tenemos el coche en el parking del Acueducto) y nos acercamos a la Iglesia de San Justo, pues tenemos especial interés en entrar ya que en el ábside conserva unas pinturas románicas del s XII, pero -a pesar de que según la información de horarios debería estar abierta- pues no,… otra vez será.

Nos vamos de Segovia con un buen sabor de boca, ha sido una visita estupenda que nos ha encantado.


PALACIO REAL, LA GRANJA DE SAN ILDEFONSO

Hemos decidido volver a casa por el Puerto de Navacerrada, para hacer otro camino ya que la venida la hicimos por la autopista de peaje para tardar poco, y ahora pasamos por la Granja de San Ildefonso.




A pesar de que el Palacio cierra los lunes, como sólo son las 18h le propongo a Juan Carlos el visitar al menos los jardines. ¡Qué estupenda decisión!.




El interior del Palacio lo veremos en otra ocasión, pero merece la pena aunque sólo sea ver el exterior, es precioso, y los jardines son un primor francés.





Durante 2 horas no hemos parado de recorrer caminos, ver fuentes,… el ambiente es fresco gracias a la vegetación, hay familias paseando tranquilamente y otros turistas como nosotros, me ha gustado muchísimo,



le comento a Juan Carlos cómo me recuerdan los jardines del Schonbrunn en Viena, y el Palacio de Sanssouci en Berlín… conviniendo con él en algo que suele argumentar, y es que en España tenemos de todo lo que podemos encontrar por el extranjero, y es una verdad como un templo de grande… Otro tema es que yo opino que hay que conocerlo todo –dentro y fuera- pero que tenemos de todo… eso es innegable.

Ha sido un día maravilloso.




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ÁVILA

Ávila -declarada Patrimonio de la Humanidad- es una ciudad medieval que bien merece una visita, además se puede hacer en poco tiempo porque no es grande –aunque sí intensa-.

El centro histórico de la ciudad –intramuros- es muy fácil de pasear, la única pega que le pongo es que no es posible llevar preparada de antemano la visita, en todas las ciudades solicito a turismo que me envíen por correo a casa un mapita y un folleto de los lugares a visitar, pero en Ávila no lo he conseguido, varias veces he llamado y todas me lo han denegado, el problema es que el folleto cuesta un euro (algo también insólito), y por mas que les he pedido que me facilitaran un número de cuenta para ingresarles el famoso euro y así recibirlo… ni por esas, no era posible comprarlo salvo allí,… en fin que en ese sentido un ceraco para turismo de Ávila. Pero la ciudad no tiene culpa de esa mala gestión, y desde luego que es una maravilla.

Ávila es una ciudad fortificada, las murallas son del siglo XII y es la auténtica seña de identidad de Ávila, junto con Santa Teresa, por supuesto.

Dejamos el coche en al parking llamado “de El Rastro” y atravesamos la muralla por la Puerta del Rastro, y allí mismo encontramos a la derecha el Palacio de los Dávila, y pegado a él está el Palacio Episcopal, inmediatamente seguido de la Iglesia de S. Ignacio de Loyola


Continuamos a la Catedral. Por pura curiosidad nos adentramos un poquito por la confluyente calle Reyes Católicos para ver la Capilla de Nuestra Señora de las Nieves (foto arriba izq).

Y volviendo a la Catedral, la bordeamos para ver todas sus fachadas, los leones esculpidos que rodean la plaza, etc.





Enfrente destaca la torre del Palacio de los Velada, convertido en un precioso hotel en cuyo patio se ubica el restaurante, nos gustó mucho, al lado está el Palacio del Rey Niño.




Salimos de lo muralla por la Puerta de Carnicerías, situada en la parte posterior de la Catedral, y allí mismo está la oficina de turismo, donde me han facilitado simplemente un mapa, ni siquiera el famoso folleto del euro… en fin, por lo menos ya tengo mapa para situarme. Unas cuantas fotos a la cara exterior de la muralla y sus torreones.



Vemos extramuros -pero justo enfrente de la Puerta de San Vicente-, la Basílica de San Vicente, es un imponente edificio y tiene unas preciosas esculturas en las portadas occidental.



Volvemos a atravesar la muralla para ir bajando hacia la Capilla Mosén Rubí, encontrando de camino el Palacio de los Verdugo, antes de entrar me hago una foto con un curioso toro de piedra situado en la fachada, que semeja a los de Guisando, y después entramos a ver el patio porticado del Palacio (hoy sede de Ciudades Patrimonio de la Humanidad), el Palacio de los Águila…



Llegamos a la Puerta del Carmen, y vemos los restos del Monasterio del Carmen. Desde aquí tomamos dirección hacia el este para llegar –siguiendo la calle Tres Tazas- al Palacio de Polentinos –hoy Academia Militar- y nos han permitido entrar al patio y hacer alguna fotillo.

Seguimos en la misma dirección, para ver los restos del Hospital de Santa Escolástica –que se reducen a una portada y poco mas-.



Para acabar con el plato fuerte de Ávila (con permiso de sus murallas, naturalmente), que no es otro que el Convento de Santa Teresa de Jesús, en la Plaza de Santa Teresa que se abre a través de una de las puertas de la Muralla –llamada de Santa Teresa, como no podía ser de otro modo-.

Continuando por la calle Madre Soledad, vemos en la acera izquierda algún Palacete mas, y en la derecha la Delegación de Hacienda –ubicado en el Palacio del Duque de Tamares-. Y el cercano Torreón de los Guzmanes.







Desde aquí, a la izquierda para llegar a la Iglesia de San Juan Bautista. Y a unos pasos se abre la llamada Plaza del Mercado Chico donde se encuentra el Ayuntamiento. Un paseo por la plaza y entramos a comer en un restaurante que nos ha llamado la atención ... ¡qué bien se come en todas estas ciudades castellanas!. Y damos por concluida la visita, nos dirigimos a la Puerta del Rastro (por la que accedimos esta mañana cuando entramos en la ciudad).



Otro paseíto por las murallas y salimos de esta monumental ciudad, nos encaminamos hacia Salamanca, no sin antes hacer una obligada parada en un mirador fantástico con unas vistas formidables de todo Ávila.



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SALAMANCA

19 de Septiembre

Venimos de Ávila –donde hemos comido- y llegamos a Salamanca a las 16h, y vamos al apartamento que hemos reservado (en pleno centro) pero la recepción abre a las 17 h así es que nos dirigimos al parking de la universidad para dejar el coche y dar un primer vistazo.




Paseando por los Colegios de la Universidad, el Rectorado, Colegio Fray Luis de León, llegamos a la Universidad Pontificia y la Clerecía, la famosa Casa de las Conchas… en fin una primera toma de contacto muy interesante.



Una vez acomodados en el apartamento y dejado el coche en su parking, nos metemos de lleno en la visita turística y pausada de esta maravilla de ciudad –he de decir que es la que mas me ha gustado de todas las ciudades castellanas que hemos recorrido, sin desmerecer las otras –por supuesto- pero es que por su arquitectura, su vida cultural, lo animado de sus gentes… es una gozada de ciudad que nos ha encantado a los dos.




Repetimos el paseo anterior, pasamos por la Casa de D.Diego Maldonado, llegamos a la Iglesia de San Benito, y bajamos por la Uniersidad Pontificia y el edificio contiguo: la Clerecía,




enfrente está la Casa de las Conchas, entramos a su recoleto patio porticado –muy bonito- desde el que se puede apreciar como asoman las torres de la Clerecía.




Y subiendo la Rua Mayor, pasamos por la Iglesia de San Martín y llegamos a la Plaza Mayor –que me recuerda mucho a la de Madrid-, es una monumental plaza presidida por el Ayuntamiento, rodeada de soportales con arcos, y tiene mucha –pero mucha- animación, no hay que olvidar que Salamanca tiene una gran población estudiantil –al amparo de sus prestigiosas universidades-, y claro, eso se hace notar en cualquier sitio de la ciudad, pero en el centro aún mas.


al final de la calle Mayor encontramos una iglesia circular –SanMarcos- construida en 1178, con unas estupendas pinturas murales del siglo XIV, nos recordó mucho a San Rotondo en Roma.


volvemos sobre nuestros pasos y nos dirigimos a la Iglesia San Juan de Sahagún, y bajamos por la calle Toro, me voy entreteniendo en entrar en varias tiendas (una zapatería, una tienda de recuerditos, otra de bisutería)… ¡vaya, que de pronto me ha entrado el espíritu consumista! je,je… y bajando hacia la Plaza Mayor, en el chaflán que forman Mayor con Azafranal, vemos un Palacete muy bonito: la casa Liceo.


Y en la Plaza Mayor buscamos el café Novelty (fundado hace 100 años, centro de tertulianos de la vida cultural, social y política) que me recuerda mucho al café Gijón de Madrid, entramos a tomar algo, y allí estaba la escultura de Gonzalo Torrente Ballester sentado al lado de una mesa como el contertuliano que debió ser.

Saliendo por la calle Prior, vemos el Palacio Monterrey, lo rodeamos y vemos enfrente el Convento de las Úrsulas, en la otra esquina la Casa de las Muertes, y en la 3ª esquina la Parroquia de Santa María de los Caballeros (a espaldas del Palacio de Monterrey)

Un poco mas alla, la Capilla e la Vera Cruz donde encontramos a unas monjitas cantando gregoriano, un momento mágico.




una callecita nos lleva a la Capilla de S.Francisco (Padres Capuchinos), si la fachada es bonita, el interior es una preciosidad

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Y ahora al Colegio Fonseca, como ya es tarde me adelanto un poco para intentar entrar en el claustro –y lo consigo- y llamo a Juan Carlos para que él también lo vea.

Justo enfrente de las escaleras del Fonseca aparecen 2 calles paralelas, y un edificio con planta de iglesia –S. Blas-, que actualmente se dedica a Auditorio Municipal y así –descendiendo por la Cuesta de San Blas, y viendo en perspectiva como asoma la totre de la Universidad Pontificia y la Clerecía- vamos llegando hacia el centro de nuevo.



La Universidad de Salamanca (decenas de personas buscando la rana…),

el Patio de las Escuelas Menores –un precioso claustro donde se encuentra el llamado “cielo de Salamanca” que estaba cerrado por algún tipo de obra y fue imposible verlo ni ese día ni al siguiente).


Las Catedrales que hoy sólo vimos por fuera,

a Plaza Anaya con la Facultad de Filología y la contigua Iglesia de S. Sebastián (entré pero nada que destacar), también me he metido(no lo puedo evitar, soy movida) en Filología para ver el claustro y las pintadas que hicieron antaño los alumnos con el signo de victoria.

Qué ambientazo hay en esa plaza y en las escaleras de la Facultad… ¡la vida universitaria!, en ese momento le he comentado a Juan Carlos que me parece un delito vivir en Salamanca y no hacer alguna licenciatura porque creo que el ambiente te empuja a ello, parece que lo contrario es ir contra lo que vives a tu alrededor.

Son las 20h, un buen momento para tomarnos un chocolate con churros del “Valor” y volver al apartamento a descansar un poquito. Hasta mañana.


20 de Septiembre

Tras un descanso fenomenal, nos disponemos a pasar otro día estupendo, hacemos el check out pero dejamos las maletas en el coche y este se queda en el parking hasta que nos vayamos –nos han dado esa facilidad-, desayunamos en un restaurante que ya nos gustó ayer -frente a la Iglesia de San Benito (cerca del apartamento y frente a la Universidad Pontificia)-.

Y vamos a San Esteban, es sencillamente grandiosa, de hecho es casi mas grande que las dos Catedrales juntas, y no es sólo las dimensiones lo que impresionan, el trabajo de filigrana de la piedra, el primor en todos los detalles de la fachada… majestuosa!.

En frente – sólo separada por el puente elevado peatonal que salva la Gran Vía por donde los coches circulan en un nivel inferior- está el Convento de las Dueñas.

Desde esta Plaza llamada del Concilio de Trento, se ve perfectamente las monumentales Catedrales (que quedan justo enfrente)

Bordeando San Esteban – Juan Carlos se percata de un detalle curioso, uno de los contrafuertes de la estructura está en voladizo… qué raro-, llegamos al Colegio Calatrava que tiene una fachada espectacular.

a pocos metros vemos una Iglesia redonda -Santo Tomás de Canterbury-, situada en el corralillo del mismo nombre (un pequeño patio rodeado de casas vecinales y la iglesia), data de 1175 y tiene planta de cruz latina, crucero y triple ábside con pequeñas capillas semicirculares. Dentro estaban dos señores limpiando, y uno nos ha permitido entrar, estaba oscura y no ha sido posible la foto, pero ha merecido la pena verla. ¡me encantan estas iglesias medievales!

Quiero ver la Iglesia de las Bernardas que está enfrente, nada mas atravesar el Paseo de Canalejas -una circunvalación con mucho tráfico-, pero una vez allí no nos ha merecido el menor interés.

Volvemos a la Plaza Concilio de Trento y nos dirigimos a las Catedrales, hoy las visitaremos por dentro.

la Catedral Nueva es fastuosa… las fotos no hacen justicia a toda su belleza:.

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Y la Catedral Vieja, una delicia románica y gótica – se comenzó en 1140 y se demoró un siglo-. En el altar mayor hay 53 tablillas del s XV que narran la vida de Jesús y María y el fresco del juicio final, una tablilla por semana. Una puerta da acceso a una pequeña capilla y otra al claustro, y allí entramos en otro mundo… cada una de las capillas que rodean el patio guarda verdaderas joyas… nos ha encantado la visita de la Catedral Vieja:

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Pero es que ahora viene la sorpresa…. rodeamos las Catedrales y vemos “Exposición Ierónimus, las torres” y entramos… ¡¡¡qué gozada!!! Subes a la torre de la Catedral y desde allí se puede ver ambas Catedrales –a través de sendos corredores de circunvalación-, y salir por los tejados y ver todo aquello. ¡Impresionante!

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Bajamos hacia Plaza Anaya, deambulamos un poquillo por ahí y nos sentamos a tomar una cervecita en el principio de la Rua Mayor –cerveza con vistas de la Catedral… no está nada mal-.

Seguimos por la Rua Mayor, y el siguiente objetivo es el Palacio de la Salina –actual sede de la Diputación-, un precioso edificio renacentista de s XVI, y merece la pena visitar el patio.


Y estamos concluyendo la visita de Salamanca, nos queda por ver el Puente Romano –que ya vislumbramos desde el , ayer cuando entrábamos en la ciudad-, acercarnos a Casa Lis (el museo art-decó), y de vuelta a Juan Carlos se le ocurre entrar en el Centro de Documentación de Memoria Histórica, porque sabe que hay una exposición de la Masonería, y de verdad fue estupenda, te van explicando -mediante una grabación- todos los elementos expuestos, la función, lo que representan… nos gustó mucho.

Son las 13,20h, así es que vamos a comer y después –tras recoger el coche del parking y despedirnos del amable recepcionista-, continuaremos viaje hacia Ciudad Rodrigo


CIUDAD RODRIGO

Llegamos sobre las 16h, y vamos directamente al hotel que tenemos reservado, a priori nos ha gustado mucho porque está ubicado en una casa palaciega del S.XVI y en pleno casco antiguo, junto a la Catedral. Y empezamos a recorrer la ciudad –Juan Carlos se acuerda perfectamente de ella, para mí es la primera toma de contacto-.

Ciudad Rodrigo está declarada Conjunto Histórico, se trata de una ciudad amurallada –dichas murallas datan del XVIII y se encuentran en perfecto estado- que encierra un casco histórico-artístico digno de visitar.




Nos acercamos a la Iglesia del Sagrario, y a la Catedral que están lindando una con la otra.


Bordeando la Catedral, subimos al Paseo de Ronda, y vamos recorriéndolo durante un buen trecho, viendo algunos Palacios desde aquí arriba y coincidiendo con vecinos que aprovechan esta zona de la muralla para pasear.

Descendemos de la muralla por la Plaza del Conde, para poder ver las fachadas de los 3 edificios que hay allí: la Casa de la Cultura, el Palacio de los Ávila y el Palacio del Conde de Alba de Yeltes.



Para seguir haciendo el “camino de baldosas amarillas”, (como habitúo a llamar a las rutas planificadas por las oficinas de turismo de cada ciudad, impresas en los planos turísticos). Así vemos varios Palacetes y Casas señoriales: la de los Enriquez de Soria, la de los Nuñez de Chaves, y la del primer Marqués de Cerralbo (situada esta última en la Plaza Mayor),



Bordeando la Plaza Mayor, nos acercamos al Ayuntamiento –allí aprovecho para entrar en la oficina de turismo a recoger un plano-, y seguimos hacia el este, viendo la Iglesia de la Tercera Orden y las 3 casas próximas entre sí: de los Gomez de Silva, de los Cuernos, y de los Chaves. Y entramos por una callecita estrecha para buscar la de los Miranda-Ocampo.



De vuelta, cruzamos de nuevo la Rúa del Sol, y vamos hacia la Plaza de Cristóbal de Castillejo, para ver la Iglesia de S.Pedro y S.Isidoro (foto izq), y al otro lado de la plaza el Convento de las Franciscanas Descalzas y la Casa de los Vazquez.

Ahora la Iglesia de S.Agustín y el Hospital de la Pasión (Antigua Sinagoga).



Un cambio de dirección nos lleva al Palacio de los Águila (entramos para ver una exposición del bicentenario, y así nos encontramos con un pequeño patio con arcos y escudos, muy bonito).



Y desde allí nos dirigimos al Castillo de Enrique II de Trastámara (convertido en Parador Nacional), nos asomamos a las murallas del castillo, y entramos en el Parador a tomar una cervecita,

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Ya casi hemos terminado la ruta que ofrece turismo, pero aún es pronto para regresar al hotel, así es que volvemos a la Plaza Mayor, y de camino encontramos la Casa de la Cadena (llamada así por el relieve de una cadena en piedra que hay en la fachada),


en una pastelería de la Plaza Mayor donde entramos, entablamos una animada conversación con la dueña, porque vemos adentro una zona muy coqueta de azulejos con una mesa camilla y un sillón de mimbre, y le comentamos que el sitio nos parece acogedor, ella nos relata cómo la pastelería ha pertenecido a su familia durante generaciones, pero que actualmente ha tenido que cerrar una parte -porque la crisis económica arrecia-, y que ahora las excursiones turísticas sólo paran en Ciudad Rodrigo para tomar un café o algo así, pero después se alojan en otra población cercana que no cuenta con mas aliciente que la montaña… en fin, una pena. Dejo unas cuantas fotos mas de la ciudad:

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Y llegamos al hotel, muy cerca del Palacio Episcopal y de la Casa de la Marquesa de Cartago (donde en estos días se muestra la exposición “sitúate en la historia”). Hasta mañana.



Día 22 de septiembre

Ayer vimos ya toda la ciudad, hoy sólo queda despedirnos de Ciudad Rodrigo, queremos desayunar en la Plaza Mayor, pero en vez de ir directamente por el camino mas corto, daremos un último paseo por la Catedral y la plaza el Buen Alcalde, y desde allí a desembocar en la Plaza Mayor, tras un buen desayuno, dejar el hotel, y emprender viaje de vuelta. Nos ha gustado Ciudad Rodrigo, y se visita en poco tiempo porque es pequeño.



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